Los Estados Unidos deben levantar los dudosos aranceles de seguridad nacional que aplicaron a las importaciones de acero y aluminio que afectan económicamente a México y Canadá, aseguró el economista del Colegio de la Frontera Norte, Alejandro Díaz Bautista.

“Las tarifas de acero (25%) y aluminio (10% de impuestos) han sido una política comercial equivocada”.

Mencionó que el presidente del Comité de Finanzas del Senado de Estados Unidos, Chuck Grassley, sugirió que ni Canadá ni México avanzarán para ratificar el T-MEC mientras las tarifas se mantengan vigentes”.

Las necesidades de acero y aluminio de los militares de los Estados Unidos ascienden a solo alrededor del 3% de la producción nacional.

“No solo el Pentágono no depende del acero y el aluminio importados, sino que México y Canadá son aliados que no representan una amenaza a la seguridad nacional para los Estados Unidos”.

Además, las tarifas han aumentado los costos para los consumidores y no han logrado reactivar las industrias del acero y el aluminio.