Jóvenes más vulnerables a enfermedades sexuales

La tasa de cambio de pareja sexual es más elevada durante la adolescencia y comienzos de los 20 años

MSP ENRIQUE GÓMEZ BASTIDAS/DR. ENRIQUE GÓMEZ ANAYA

  · sábado 17 de agosto de 2019

Los jóvenes necesitan información correcta para ayudarles a protegerse a si mismos. Más de 16 millones de jóvenes quedan embarazadas cada año en el mundo. Los jóvenes tienen las más altas tasas de infecciones transmitidas sexualmente (ITS) que cualquier otro grupo de otras edades, uno de cada cuatro contrae alguna ITS antes de los 18. Las ITS, incluyendo al VIH, pueden dañar tanto la salud como la habilidad reproductiva de un joven. Principalmente porque todavía no hay cura para el SIDA.

Para la mayoría de los jóvenes la iniciación sexual se produce entre los 12 y los 19 años. En varios países se han hecho estimaciones sobre las experiencias sexuales de los jóvenes: Por ejemplo en los Estados Unidos para los 18/19 años más del 80% son sexualmente activos, donde se estima que la media de la edad de iniciación es menor de los 15 años; Por consiguiente, la utilización de anticonceptivos y la prevención de las ITS varía, de acuerdo con la información disponible, según la edad de la iniciación sexual. Según estudios la utilización de preservativos y anticonceptivos es más probable cuanto más tardía la iniciación sexual. Se ha constatado que la educación sobre esas cuestiones modifica el modelo de comportamiento y parece ser más eficaz si se imparte antes de la primera relación sexual, es decir en la adolescencia o preadolescencia.

La tasa de cambio de pareja sexual es más elevada durante la adolescencia y comienzos de los 20 años, esto no sólo es cierto en el caso de parejas casuales, sino también tratándose de relaciones que se consideran regulares y monógamas. Aunque sucesivos emparejamientos monógamos pueden ser de corta duración, su carácter estable, desde el punto de vista de muchos de los jóvenes que viven esas relaciones, aleja subjetivamente el peligro de contraer alguna ITS.

El riesgo que suponen para los jóvenes las relaciones sexuales sin protección queda de manifiesto en las tasas desproporcionadamente elevadas de infección por ITS y de embarazos no deseados. Tasas más altas de infección por ITS se han asociado, al menos en un estudio, con la iniciación precoz de las relaciones sexuales y se ha comprobado que la educación de los adolescentes en materia de anticoncepción, VIH y prevención de ITS es eficaz para reducir esas consecuencias no deseadas; Desgraciadamente, los padres, aunque deseosos de ayudar a sus hijos, continúan sin comunicarse adecuadamente con ellos en cuestiones relativas al sexo. Muchos padres se sienten incompetentes para esa tarea y los hijos, se muestran comunmente, demasiado avergonzados para abordar el tema con sus padres.

Nos encontramos, por tanto, ante el período en el que los jóvenes están iniciando su vida sexual y en el que cambian de pareja con razonable frecuencia y una vez que empiezan; existe un riesgo demostrado de consecuencias no deseadas como los embarazos no deseados y las ITS); los padres se preocupan, pero no están preparados para intervenir y existen pruebas de que la educación recibida antes del comienzo de las relaciones sexuales es muy eficaz para lograr los objetivos del programa. La necesidad de proporcionar una educación estructurada en materia de salud sexual y de sus posibles consecuencias es a todas luces evidente.

La infección del VIH se está incrementando más rápidamente entre la gente joven. Actualmente en el mundo existen casi 37 millones de personas viviendo con el VIH, de éstos, cerca 5 millones son jóvenes, cada día se infectan alrededor de 2 mil 400 jóvenes en el mundo.

En México 4 de cada 10 nuevas infecciones ocurre entre la gente joven menor de los 20 años. Debido a que la infección pudo haber ocurrido de 5 a 10 años antes de ser diagnosticada como SIDA esto significa que la mayoría de estas personas se infectaron con el VIH ya sea en la adolescencia o en la pre-adolescencia.

El conocimiento por si solo no es suficiente para poder cambiar la conducta. Los programas que principalmente se basan en brindar información sobre preceptos morales y sexuales -Como funciona el sistema sexual del cuerpo, que es lo que los jóvenes deben y no deben hacer- han fallado. Sin embargo, los programas cuyo enfoque principal es ayudar a los jóvenes a cambiar su conducta -usando la dramatización, los juegos, y los ejercicios que refuercen su habilidad al socializar- han mostrado señales de efectividad. Constantemente el curriculum de educación sexual empieza en la secundaria, una vez que muchos de los estudiantes han comenzado a experimentar la sexualidad.

Los estudios han demostrado que cuando se inicia la educación sexual antes de que los jóvenes se vuelvan sexualmente activos ayuda a los jóvenes a mantener la abstinencia y a que se protejan en caso de que se vuelvan sexualmente activos.