Las familias que acuden al puerto fronterizo de Calexico con la intención de pedir asilo político en Estados Unidos, desde un inicio son notificadas que serán divididas, expresó Francisco Torres, del Departamento de Protección del Consulado de México en esa localidad.

Algunos piden asilo político y vienen del Sureste de México, pero ahorita no existe un caso de que sean familias con niños y que hayan sido separados en el Centro de Detención del Valle Imperial.

El procedimiento es presentarse en el puerto fronterizo administrado por el Buró de Aduanas y Protección Fronteriza solicitando el asilo, “se les explica por parte de los agentes lo que va a suceder, si continúan el trámite, es que los niños serían separados de la mamá o de los padres”.

Aunque consideró que son casos esporádicos, “cuando las personas se enteran que eso va a suceder desisten de la solicitud de trámite, porque lo que no quieren como mexicanos es estar separados”.

Comentó que el Centro de Detención de Valle Imperial es operado por una empresa privada y tiene una capacidad de 700 hombres y 70 mujeres; en el caso de mexicanos hay 55, solo tres son mujeres. Representantes del Consulado visitan cada semana el Centro de Detención y no tienen registro de que alguno de los internos haya llegado con hijos o familia, en este momento.

“Me tocó una familia mexicana, pero no fueron separados, estuvieron en el Centro de Detención, juntos, pero aislados; donde ellos manifestaron el temor de regresar a México”.

“El procedimiento que hicieron fue darles un trámite de asilo y les dieron un brazalete, tenían familiares en Estados Unidos y les iba a llegar a ese domicilio un citatorio para ver un juez”.

Se les asigna una fianza para salir que puede ser desde 1 mil 500 a 7 mil 500 dólares.

En el condado del Valle Imperial es raro que familias sean separadas, pero se conocen los casos de Texas, porque es por esa zona donde cruzan más familias mexicanas, refirió.

Quienes están dentro del Centro de Detención ubicado en Calexico, son principalmente personas que estuvieron en cárceles, cumplieron su sentencia y desean tener la audiencia con el juez para detener su deportación; otros están apelando las decisiones del juez.