Todo empezó por su gusto por el buen café, para emprender un negocio desde cero en un giro en el que se ha convertido en una experta, brindando experiencias extraordinarias, que no tienen que costar mucho, para que sus clientes disfruten de una bebida de calidad. “Flor de Café” empezó hace un par de años, con la inquietud de Andrea y Andrés González Acevedo, quienes llevaron más allá su gusto por la aromática bebida, llevándolos a indagar más en este competitivo mundo, en el que se adentraron en las entrañas de los secretos más celosamente guardados.
Hoy su marca tiene dos sucursales en donde el cliente no solo toma una apurada taza de café para despertar e iniciar su día, sino que como ella nos comenta, se convierte en toda una experiencia de sabor, aroma y sensaciones… son 5 minutos exclusivamente suyos. “No necesariamente tienes que comprar el café más caro para tener el mejor café”. Lo que distingue su producto del de los demás, es que acompaña al grano de café desde que es cosechado y se encuentra verde, hasta que llega a Mexicali donde ella misma lo tuesta, con lo que garantiza que su calidad sea sobresaliente, sin impurezas.
Sin embargo, esto no fue un proceso fácil, reconoce, ya que ella y su hermano empezaron de cero, por lo que empezaron a acudir a expos de café en la Ciudad de México y Guadalajara, así como tratar directamente con los proveedores del Sureste del país. Básicamente es un grano arábigo, de las regiones de Jaltenango en Chiapas y Coatepec, Veracruz, donde pueden ellos mismos comprobar la calidad y luego realizar la mezcla de ambos.
No necesariamente tienes que comprar el café más caro para tener el mejor café
Fue un proceso de mucha capacitación, sobre todo en el tostado, en el que el proceso fue de prueba y error, por lo que echaron a perder muchísimo grano, hasta que llegaron al punto que consideraron perfecto. Además fueron ayudados por “focus groups”, con los que pudieron conocer el gusto de los mexicalenses, que es muy variado y sumamente complejo, hasta llegar a un punto medio, en el que tiene el suficiente carácter, pero que no daña el estómago. Andrea comentó que su mercado son las personas que les gusta el buen café, que sean exigentes y que no tengan que gastar una pequeña fortuna para pagar por una taza, pero tampoco va a sacrificar la calidad de su producto por dar un menor precio.
Afortunadamente se está creando una emergente cultura del café, aunque no es tan fuerte como la del vino o la cerveza artesanal, aunque reconoce que debe darse un impulso más decidido a la promoción de esta aromática bebida que según dicen algunos, mueve al mundo. Los jóvenes de hoy ya no se conforman con el café preparado con las cafeteras que tienen en sus hogares, sino que buscan nuevas maneras de cómo preparar esta bebida y no temen a probar nuevas experiencias, buscan nuevos sabores, aromas y sobre todo calidad, que es lo que encontrarán en “Flor de Café”.
Actualmente cuentan con dos sucursales, una en Plaza La Cachanilla y otra más en el Centro Cívico, donde han logrado la aceptación del público mexicalense, quien cada vez es más exigente y no solo quiere desperezarse, sino vivir una nueva experiencia.