Después de cientos y cientos de horas invertidas en Monster Hunter Rise, la sensación de que el “endgame” ha quedado a deber un poco se comienza a palpar, sobre todo cuando MH World nos dejó acostumbrados a una cantidad absurda de contenido que hasta el día de hoy los fans de la saga continúan grindeando. Y la respuesta de Capcom es Sunbreak, la nueva expansión del juego que agrega ese nivel final de reto que los cazadores estaban esperando.

Sunbreak es una adición un poco más recatada a comparación de Iceborne, sin embargo se siente totalmente necesaria para la experiencia completa de Rise, que es sin duda el MH más accesible hasta la fecha. Prácticamente todas las mecánicas del juego base reciben cambios sustanciales para volverse más adaptables y profundas y los nuevos monstruos y las variables de los ya presentes refrescan el ritmo del juego.

El cambio mecánico más importante es la posibilidad de cargar dos Switch Skills a la vez e intercambiarlas sobre la marcha durante el juego, lo que provoca que el combate se vuelva más dinámico y puedas sacarle jugo a todo el set de movimientos de tus armas.

Además se agregan dos nuevas arenas, Forest y Citadel y la base de Elgado, que es pequeña pero con todo lo necesario para preparar tu cacería de forma eficiente y conocer nuevos personajes, mismos que te acompañarán en las flamantes Follower Quest, que son misiones para un solo jugador pero NPCs del juego uniéndose a la cacería.

Y en cuanto a los monstruos, hay 17 recién llegados al juego, entre ellos 4 nunca antes vistos, como el temible Malzeno, un dragón vampírico con la habilidad de teletransportarse y que al infectarte la única forma de recuperar vitalidad es haciéndole daño.

En general Sunbreak es un tremendo paquete que pone la cereza en el gran pastel que es Rise y que los fans hardcore del juego podrán disfrutar por su dificultad, nueva profundidad y las tan necesarias nuevas cacerías.