Don Javier, el arquitecto de las Villas

Desde hace 17 años comparte su Villa Navideña familiar.

Dulce María Díaz

  · viernes 28 de diciembre de 2018

En 2001 emprendió la construcción de esta Villa Navideña. Foto: César Valdez

Lo que inició de la imaginación y el corazón de un arquitecto, que al ver el nacimiento de su menor hijo decidió la creación de una Villa Navideña, hoy es toda una tradición para la familia Jiménez, que durante 17 años ha participado del gusto del patriarca en la realización de esta actividad.

Javier Jiménez Esquivel, de 79 años, arquitecto de profesión, mencionó que en 2001 emprendió la construcción de esta Villa Navideña, ya que el ser conocedor de los diámetros y las formas y la motivación del nacimiento de su hijo en ese año, fue lo que lo llevó a realizar esta creación.

“El año del nacimiento de mi hijo, en 2001, fue cuando inicié con esto, creo que escogí hacerlo por mi profesión, soy arquitecto y demostrar por este medio un afecto, un cariño hacia lo que venía, que era él”.



En ese entonces, en su domicilio ubicado en Centro Cívico, empezó con una pequeña mesa en la que colocó casitas y figuritas a escala, para después en sus múltiples salidas tanto en la ciudad, el país y en la unión americana, ir adquiriendo las piezas que hoy conforman esta representación navideña en la que desde hace tiempo es su hogar en el fraccionamiento Montecarlo II.

“Busca uno y encuentra, sobretodo en Estado Unidos; árboles, casitas, aparatos de circo y fui juntando hasta la fecha, todavía este año compré; en un principio esta Villa medía aproximadamente 80 centímetros de ancho por 1.20 metros de largo, actualmente son 8.5 metros de largo por 1.22 de ancho”.



Cerca de 300 figuras, 150 árboles, 32 casitas y ocho pequeños juegos mecánicos es lo que conforma esta Villa Navideña que desde octubre empieza a instalar y la cual visitan sus familiares y amigos, que orgullosos comparten esta actividad que genera que el espíritu de esta fecha no se pierda, el cual es la unidad, el amor y la convivencia familiar.

“Es una gran inspiración mi papá, que durante tantos años conserve la energía y el gozo por celebrar esta ocasión, es por eso que siempre lo quiero compartir con la familia, amigos y con Mexicali, que vengan a ver esta belleza que es una colección de muchos años”, señaló Margarita, una de las orgullosas hijas de este que es hoy, el arquitecto de la Navidad.