Hace falta fortalecer un instituto para personas con discapacidad, capacitación y sensibilización para los maestros, la sociedad y vecinos, ya que quienes crean las reglas son personas que no tienen discapacidad, por lo cual no hay una visión de transformar los espacios, infraestructura así como la forma en la que se consumen los contenidos y la forma de comunicarse, manifestó la diputada Liliana Michel Sánchez Allende.
“Tanto en las leyes como en lo material es importante la inclusión, forma parte de las interseccionalidades, ya que hay diferentes sistemas de opresión que cruzan los cuerpos y los contextos, como personas de comunidad indígena, con discapacidad, de bajos recursos, madres jefas autónomas de familia, si sumamos todas esas combinaciones, la suma de violencias es mayor”, agregó la legisladora.
Así mismo, reconoció Sánchez Allende que todavía hay muchos pendientes que legislar como registros con personas con discapacidad, que tengan algún tipo de autismo, lo cual ya han revisado sobre lo que se debe legislar como el tema de educación inclusiva.
“Buena parte de los nuevos libros de texto, traen una dinámica en donde todos los niños pueden aprender lenguaje de señas mexicanas, porque hubo mucho esa crítica, en donde quieres que todos seamos iguales, pero no podemos comunicarnos todos de la misma forma, aún hay una agenda pendiente que fortalecer”, agregó la diputada.
Además, Liliana Michel comentó que se debe añadir un porcentaje de personas con discapacidad que de manera obligatoria trabajen en las instituciones, desde generar incentivos en las empresas cada vez que haya ese tipo de contrataciones, hasta la atención en centros educativos para personas de mayor edad.
“Quien las cuida, quien las enseña, cuando los padres de familia ya tienen una mayor edad, entonces sí hay todo un mundo todavía, por lo cual debemos avanzar en la cuestión de discapacidad, hasta los derechos políticos electorales”, añadió.
También comentó Michel Allende, que son dos ejes principales; la Secretaría de Educación y la Secretaría de Igualdad e Inclusión Social, en las cuales se debe iniciar con un diagnóstico, el cual ya ha iniciado la secretaría de inclusión a través de encuestas para saber cuántas mujeres, hombres hay con discapacidad.
“El diagnóstico es para poder iniciar con políticas públicas, en el ámbito social, comunitario pero sobre todo en el ámbito educativo, me ha tocado apoyar en asociaciones civiles donde me dicen que reciben niños desde el nacimiento hasta los dieciocho, pero qué hacemos con los treinta y cinco, ahí es otra política pendiente que se llama políticas de cuidado”.
Por último, externó que para estas políticas de cuidado podría entrar el Instituto de la Mujer (INMUJER), o del Centro de Justicia, donde el cuidado no solo le corresponde al núcleo individual de la familia sino al estado, con asilos, guarderías, que tengan perspectiva inclusiva, pues hay algunos lugares que no los quieren recibir.
“Queda pendiente la presupuestación y la programación desde inclusión, igualdad y desde la secretaría de educación pero, también hacer una política de cuidado formal, donde no solo el cuidado sea de las familias, sino también de un tercer sector que son los espacios de cuidado, como centros especializados”, concluyó la diputada.