/ viernes 5 de marzo de 2021

8 de marzo

Quo Vadis


En la anterior reflexión señalé --como lo hace incalculable número de mexican@s-- que es hora de que la mujer, por sus capacidades y virtudes naturales (entre otras ventajas) como personas comparadas con el hombre, deberían gobernar el país, el Estado, el municipio y todos los espacios legislativos y judiciales de poder posibles para alcanzar, de una buena vez, el respeto que merecen y no correr más riesgos tratando de corregir lo que el hombre, a lo largo de la historia de la humanidad, tristemente ha establecido como modus vivendi para todas las formas de vida en la Tierra.

Esto porque el estado patriarcal vigente exige que las mujeres asuman el poder, porque voluntad varonil no la hay y en medio de la crisis económica, de salud y existencial que se vive en el orbe nada mejor que el instinto, fortaleza y creatividad femenina para recuperar su plena libertad, dignidad, respeto en todo sentido y darle un golpe de timón a las formas de gobernar para hacer más con menos en las deterioradas instituciones y políticas públicas con que contamos los mexicanos y, más aún, establecer las formas que permitan a nuestra sociedad llevar a su mínima expresión la confrontación, reencontrar y practicar los valores que enaltecen el quehacer humano y recuperar el espíritu solidario que tanta falta hacen actualmente.

Todo esto si hay conciencia de que la especie masculina –desde un punto de vista genérico-- fue, es y seguirá siendo por excelencia (y naturaleza) la peor depredadora de todo cuanto le rodea…Bueno, es hasta amenaza de su propia especie si no hay quien le ponga un alto; basta un vistazo a las condiciones del planeta y los violentos reclamos de la naturaleza para ilustrar el veredicto de la gobernanza varonil. Por eso ojalá que este 8 de marzo y luego de conjugarse muchos componentes adversos para las mujeres, para la sociedad y la naturaleza, las féminas en el mundo hagan valer su voz, su presencia, sus reclamos y, por supuesto, su poder de convocatoria y fortaleza para que el hombre como tal empiece a verla como igual (o sea como persona), no como cosa y menos como especie subordinada.

Espero que la mujer se reivindique en su “Día Internacional” y que los varones tengan claro que la emancipación de las damas no se puede ni debe postergar haciendo cambios que no cambian nada.

En México, seguro, habrá manifestaciones de hartazgo; más por la añeja impunidad de innumerables delitos y crímenes contra ellas; peor aún, “encendidas” en el país porque siguen tratando de elevar a rango de Gobernador de Guerrero al impresentable “toro” que encarna Félix Salgado Macedonio, acusado de varias violaciones que no procesan hombres y mujeres que procuran, administran justicia y tienen poder público porque se niegan a romper el pacto…patriarcal. Por eso y mucho más es hora de darle oportunidad de gobernar a las mujeres más experimentadas y preparadas antes de que los hombres continúen en su contumaz depredación. ¿O no?

Quo Vadis


En la anterior reflexión señalé --como lo hace incalculable número de mexican@s-- que es hora de que la mujer, por sus capacidades y virtudes naturales (entre otras ventajas) como personas comparadas con el hombre, deberían gobernar el país, el Estado, el municipio y todos los espacios legislativos y judiciales de poder posibles para alcanzar, de una buena vez, el respeto que merecen y no correr más riesgos tratando de corregir lo que el hombre, a lo largo de la historia de la humanidad, tristemente ha establecido como modus vivendi para todas las formas de vida en la Tierra.

Esto porque el estado patriarcal vigente exige que las mujeres asuman el poder, porque voluntad varonil no la hay y en medio de la crisis económica, de salud y existencial que se vive en el orbe nada mejor que el instinto, fortaleza y creatividad femenina para recuperar su plena libertad, dignidad, respeto en todo sentido y darle un golpe de timón a las formas de gobernar para hacer más con menos en las deterioradas instituciones y políticas públicas con que contamos los mexicanos y, más aún, establecer las formas que permitan a nuestra sociedad llevar a su mínima expresión la confrontación, reencontrar y practicar los valores que enaltecen el quehacer humano y recuperar el espíritu solidario que tanta falta hacen actualmente.

Todo esto si hay conciencia de que la especie masculina –desde un punto de vista genérico-- fue, es y seguirá siendo por excelencia (y naturaleza) la peor depredadora de todo cuanto le rodea…Bueno, es hasta amenaza de su propia especie si no hay quien le ponga un alto; basta un vistazo a las condiciones del planeta y los violentos reclamos de la naturaleza para ilustrar el veredicto de la gobernanza varonil. Por eso ojalá que este 8 de marzo y luego de conjugarse muchos componentes adversos para las mujeres, para la sociedad y la naturaleza, las féminas en el mundo hagan valer su voz, su presencia, sus reclamos y, por supuesto, su poder de convocatoria y fortaleza para que el hombre como tal empiece a verla como igual (o sea como persona), no como cosa y menos como especie subordinada.

Espero que la mujer se reivindique en su “Día Internacional” y que los varones tengan claro que la emancipación de las damas no se puede ni debe postergar haciendo cambios que no cambian nada.

En México, seguro, habrá manifestaciones de hartazgo; más por la añeja impunidad de innumerables delitos y crímenes contra ellas; peor aún, “encendidas” en el país porque siguen tratando de elevar a rango de Gobernador de Guerrero al impresentable “toro” que encarna Félix Salgado Macedonio, acusado de varias violaciones que no procesan hombres y mujeres que procuran, administran justicia y tienen poder público porque se niegan a romper el pacto…patriarcal. Por eso y mucho más es hora de darle oportunidad de gobernar a las mujeres más experimentadas y preparadas antes de que los hombres continúen en su contumaz depredación. ¿O no?