LA ESPIGA DE NEÓN
Después del incendio que consumió el Mercado Municipal de nuestra ciudad, el Primer Ayuntamiento Constitucional, presidido por don Rodolfo Escamilla Soto, anunció el arranque de la obra de construcción del Gran Mercado Central.
A partir del 7 de enero de 1955 iniciaron los trabajos realizados por la Junta Federal de Mejoras Materiales, que financió enteramente la obra supervisada por el Departamento de Obras y Servicios Públicos Municipales.
Con un costo de $2,375000.00, este Mercado Central Municipal estaba proyectado para servir a la población de manera integral: La estructura del edificio fue de concreto armado y de material incombustible, construido de dos plantas donde se habilitaron 68 locales comerciales. La nave central del edificio permitiría una mejor ventilación e iluminación, evitando la instalación de costosos aparatos de refrigeración.
Para mediados de 1955 la obra tenía un avance considerable. Adicional a estos trabajos, se proyectaba la creación de un Mercado de Comidas, el cual vendría a suplir a las poco higiénicas fondas que funcionaban en la parte posterior del Mercado.
Otra obra digna de consideración fue el llamado Puente-Mercado, el que sería una novedosa ruta de acceso hacia el barrio de Pueblo Nuevo partiendo del Centro Histórico. Conectar a este barrio tradicional de Mexicali con la primera sección de la ciudad fue un empeño de la urbanización planteado desde los orígenes de la ciudad.
Mediante un comité pro-puente conformado por comerciantes, se reunió la cantidad de 100 mil pesos para el inicio de las obras. Este Puente-Mercado tendría una longitud de 140 m con un ancho de 24 m, un arroyo de calle de 8 m y 5 m de aceras. Se construyeron en total 60 locales comerciales, 30 de cada lado de la calle. Este Puente-Mercado vendría a sustituir al antiguo Puente Blanco hecho de madera y ya con bastante deterioro. El Puente-Mercado conectaría a la prolongación de la Av. Reforma con la Av. Baja California y la calle Cuarta de Pueblo Nuevo.
Durante aquella década de los años cincuenta se registró un intenso crecimiento demográfico, nuestra ciudad se expandía de manera vertiginosa, se hacía indispensable una nueva nomenclatura que le diera orden y sentido a aquellas calles y avenidas cuyos límites eran al Norte con la línea divisoria internacional; al Sur con el dren de desagüe 134 (al que se conocía como El Barranco); al Oriente con la calzada Justo Sierra; al Poniente con el cauce del Río Nuevo. Instalar una nomenclatura que fuera útil a la población implicó la adquisición de números, placas y postes para ser colocados en las principales rutas de aquella ciudad en expansión.
En el inicio de su vida constitucional, nuestro Municipio carecía de edificios y oficinas suficientes para atender a los ciudadanos que realizaban diversos trámites. El Departamento de Tránsito Municipal y la Comandancia de Policía requerían mejoras para optimizar su funcionamiento. La Cárcel Pública Municipal de igual manera ocupaba obras de remodelación, lo mismo para el Rastro Municipal.
Aquel 1 Ayuntamiento de Mexicali se abocó a realizar estos trabajos haciendo milagros con el escaso presupuesto disponible.
La Av. Michoacán de Pueblo Nuevo se pavimentó casi por completo, además se colocaron cordones y banquetas, las tuberías de agua y drenajes estuvieron a cargo del Gobierno del Estado.
