Nuestra ciudad solar está de fiesta, en su pastel de cumpleaños ya tiene 121 velitas, son 121 años de un ininterrumpido crecimiento sociodemográfico, creador de una comunidad abierta y plural.
Mexicali, siendo frontera con California, aparece en el noroeste de México como una tierra de promisión, a donde podían migrar oleadas de compatriotas en busca de un mejor destino de vida.
Pegado a la locomotora del progreso llamada California, EUA, Mexicali recibió y recibe todavía de manera cotidiana a familias de todas partes, todo tipo de identidades llegan y se integran o mejor, se acomodan a este asentamiento siempre cordial, alegre, fiestero y solidario.
La evolución económica de Mexicali parte de sus riquezas naturales como lo sono el Río Colorado como posibilitador de todo tipo de actividades sociales y productivas. Las inmensas extensiones de tierras aptas para los cultivos agrícolas, para los asentamientos humanos y para darles sustento de vida a las familias cachanillas.
Pese a sus climas extremos, estos valles y desiertos del Río Colorado han tenido 121 años de desarrollo; en todos los ámbitos de la creatividad humana hemos dejado testimonio del esfuerzo colectivo para superar toda clase de adversidades.
De rancho grande a pueblo, a ciudad y a metrópoli intermedia, Mexicali llega a los 121 años poniendo la mesa para que sus habitantes busquen y obtengan una vida digna, con opciones de superación para todo aquel que busque el bienestar personal y familiar por los caminos adecuados.
121 años de Mexicali: De la agricultura y ganadería al comercio local, regional e internacional, de ahí a los parques industriales donde tenemos la tecnología de última generación, incluida la sofisticada industria aeroespacial. Del campo a la ciudad, de los ranchos a los fraccionamientos, de los modestos vehículos a las calzadas repletas de automóviles.
Día tras día las aglomeraciones de calles y avenidas, los vehículos de carga y los autobuses urbanos repletos de pasajeros nos recuerdan que Mexicali avanzó de lo rural a lo urbano en un tiempo récord; fuimos de lo silvestre a lo refinado, del monocultivo algodonero a una base económica diversa sustentada en la industria, el comercio y los servicios profesionales.
El Mexicali de hoy en día tiene bien claro que los fundadores y pioneros nos heredaron el carácter para enfrentar los retos y desafíos de la actualidad, tenemos la visión de largo alcance para conducir nuestro destino comunitario hacia el progreso social incluyente.