/ miércoles 21 de noviembre de 2018

El México poroso…

Quo Vadis


Está de moda -y no podía ser diferente- hablar, escribir y oír de los migrantes centroamericanos que sin obstáculo alguno entraron al país con dirección, el mayor número de ellos, a Baja California y ya se cuentan por miles…

Infiltrados entre niños, jóvenes y adultos de ambos sexos, hay un número indeterminado de delincuentes, según información oficial del Secretario de Gobernación en base a datos del Gobierno guatemalteco, uno de los países expulsores y con ello dar la razón al presidente estadounidense en cuanto a defender con hombres de guerra su frontera.

Ya se están identificando a estos malosos con nombre, apellido y fotografía, según el titular de la SEGOB, Alfonso Navarrete Prida, pero hasta el momento no hay información oficial y confirmada de que esos delincuentes hayan sido capturados para enviarlos de regreso a sus países de origen en la inteligencia de que podría haber delincuentes salvadoreños, hondureños y vaya usted a saber de qué otro país centroamericano.

Sobra decir que México lució más que poroso en el tema de migrantes extranjeros y no es para exagerar el tema de los delincuentes, pero habida cuenta de cómo se las gasta el crimen organizado en nuestro país, no es de dudar que pronto encuentren forma de darle “vuelo” a prácticas ilícitas y de pronóstico reservado.

Por eso y porque prematuramente ya se está acabando con la paciencia, tolerancia y paz en que quieren vivir residentes bajacalifornianos, como el caso de los habitantes de Playas de Tijuana, es preciso que las autoridades federales sean “mano” o primera instancia en el quehacer relacionado a la seguridad de los migrantes y también de nuestros ciudadanos, más cuando hay claras señales de que algunos grupos de estos extranjeros están liderados por gente intolerante como reacia a cualquier tipo de control que se les quiera imponer.

Por lo demás y hablando del México poroso, ahí están también los hallazgos de fosas clandestinas que a lo largo y ancho del país se detectan con miles de personas asesinadas, algunas migrantes, otras inocentes y las más víctimas de su incursión en la delincuencia organizada.

También está la porosidad en instituciones y corporaciones gubernamentales nacionales e internacionales (Interpol) como ya se está revelando en el juicio de “El Chapo” en Estados Unidos, corroborando con ello corrupción impensable en muy altos niveles del sistema de justicia y seguridad mexicanos.

Así las cosas y con un México lleno de “agujeros” por donde entran, salen y “desaparecen” delincuentes de todo calibre y personas víctimas del crimen, qué podemos esperar cuando se apresta el nuevo gobierno federal a enlistar como Guardia Nacional a integrantes de la Policía Federal que poco ha lucido en la lucha contra la delincuencia y sin antes hacer una “limpia” total de personal no confiable…

Ojalá los mecanismos federales para controlar las corrientes migratorias sean desde ya más efectivos para evitar incursionen en nuestro país delincuentes y también que resulte positivo robustecer la Guardia Nacional con elementos de la Policía militar y la naval para “bajarle unas rayitas” a los índices delictivos de este México poroso por todos lados.


Quo Vadis


Está de moda -y no podía ser diferente- hablar, escribir y oír de los migrantes centroamericanos que sin obstáculo alguno entraron al país con dirección, el mayor número de ellos, a Baja California y ya se cuentan por miles…

Infiltrados entre niños, jóvenes y adultos de ambos sexos, hay un número indeterminado de delincuentes, según información oficial del Secretario de Gobernación en base a datos del Gobierno guatemalteco, uno de los países expulsores y con ello dar la razón al presidente estadounidense en cuanto a defender con hombres de guerra su frontera.

Ya se están identificando a estos malosos con nombre, apellido y fotografía, según el titular de la SEGOB, Alfonso Navarrete Prida, pero hasta el momento no hay información oficial y confirmada de que esos delincuentes hayan sido capturados para enviarlos de regreso a sus países de origen en la inteligencia de que podría haber delincuentes salvadoreños, hondureños y vaya usted a saber de qué otro país centroamericano.

Sobra decir que México lució más que poroso en el tema de migrantes extranjeros y no es para exagerar el tema de los delincuentes, pero habida cuenta de cómo se las gasta el crimen organizado en nuestro país, no es de dudar que pronto encuentren forma de darle “vuelo” a prácticas ilícitas y de pronóstico reservado.

Por eso y porque prematuramente ya se está acabando con la paciencia, tolerancia y paz en que quieren vivir residentes bajacalifornianos, como el caso de los habitantes de Playas de Tijuana, es preciso que las autoridades federales sean “mano” o primera instancia en el quehacer relacionado a la seguridad de los migrantes y también de nuestros ciudadanos, más cuando hay claras señales de que algunos grupos de estos extranjeros están liderados por gente intolerante como reacia a cualquier tipo de control que se les quiera imponer.

Por lo demás y hablando del México poroso, ahí están también los hallazgos de fosas clandestinas que a lo largo y ancho del país se detectan con miles de personas asesinadas, algunas migrantes, otras inocentes y las más víctimas de su incursión en la delincuencia organizada.

También está la porosidad en instituciones y corporaciones gubernamentales nacionales e internacionales (Interpol) como ya se está revelando en el juicio de “El Chapo” en Estados Unidos, corroborando con ello corrupción impensable en muy altos niveles del sistema de justicia y seguridad mexicanos.

Así las cosas y con un México lleno de “agujeros” por donde entran, salen y “desaparecen” delincuentes de todo calibre y personas víctimas del crimen, qué podemos esperar cuando se apresta el nuevo gobierno federal a enlistar como Guardia Nacional a integrantes de la Policía Federal que poco ha lucido en la lucha contra la delincuencia y sin antes hacer una “limpia” total de personal no confiable…

Ojalá los mecanismos federales para controlar las corrientes migratorias sean desde ya más efectivos para evitar incursionen en nuestro país delincuentes y también que resulte positivo robustecer la Guardia Nacional con elementos de la Policía militar y la naval para “bajarle unas rayitas” a los índices delictivos de este México poroso por todos lados.