/ miércoles 6 de abril de 2022

¿Gasolinazo en la frontera?

CONTRASENTIDO

En las primera horas del pasado viernes se publicó el acostumbrado decreto de estímulos fiscales a los precios de las gasolinas.

La gran novedad que se esparció rápidamente por las redes sociales fue que a la frontera Norte se le contempló un subsidió de cero pesos para la semana del 2 al 8 de abril, pero sí ofreció el beneficio para otras regiones de México, dejando la luz de esperanza de que se pudiera tratar de una medida temporal.

Por la medida anterior, temporal o no, se aumentó el precio de las gasolinas en ciudades fronterizas de hasta 4 pesos por litro, haciendo que el viejo fantasma de los gasolinazos recorriera las mentes de los ciudadanos, por los inminentes efectos inflacionarios que se pudieran ocasionar si la medida persiste o se convierte en permanente.

El aumento en el precio final al consumidor viene precedido por una semana con un gran desabasto de la gasolina. Hubo quienes interpretaron la escasez como una medida para hacer que el mercado acepte el precio con su respectivo incremento, con el viejo argumento “con que haya”; mientras, otra parte de la población dice que es una medida temporal con el fin de que se regularice el abasto y que subiendo el precio se desalienta que los residentes en Estados Unidos echen gasolina subsidiada por el gobierno.

Como se dice en las redes sociales: “No veo fallos en su lógica”, es decir, las dos versiones pudieran aplicarse perfectamente. Así que en las próximas semanas veremos qué sucede con el tema del subsidio.

La polémica en el tema del precio (bajo) de las gasolinas en la frontera es histórica. Una queja recurrente de la población del Sur del país es que no existen mexicanos de primera o de segunda y, por lo tanto, se debería tener el mismo precio en todo el territorio. Sin embargo, el tema obedece a cuestiones de competitividad con los estados del Sur de la Unión Americana, que ofrecen un precio más bajo que el resto de los estados.

El tema del subsidio a la gasolina es algo para tener en cuenta y determinar si estamos ante un gasolinazo o el de una burbuja. Si bien es cierto el Estado mexicano está recibiendo ingresos extras por la venta de petróleo debido al aumento de su precio, también es cierto que se importa mucha gasolina a un sobre precio. Es decir, la política ha sido la de buscar mantener la estabilidad de los precios de las gasolinas para contener la inflación mediante subsidios.

Así que la gran pregunta queda en el aire: ¿El gobierno seguirá con los subsidios? ¡Esperemos por el bien de México y de los pobres que sí!

glinarez@hotmail.com


CONTRASENTIDO

En las primera horas del pasado viernes se publicó el acostumbrado decreto de estímulos fiscales a los precios de las gasolinas.

La gran novedad que se esparció rápidamente por las redes sociales fue que a la frontera Norte se le contempló un subsidió de cero pesos para la semana del 2 al 8 de abril, pero sí ofreció el beneficio para otras regiones de México, dejando la luz de esperanza de que se pudiera tratar de una medida temporal.

Por la medida anterior, temporal o no, se aumentó el precio de las gasolinas en ciudades fronterizas de hasta 4 pesos por litro, haciendo que el viejo fantasma de los gasolinazos recorriera las mentes de los ciudadanos, por los inminentes efectos inflacionarios que se pudieran ocasionar si la medida persiste o se convierte en permanente.

El aumento en el precio final al consumidor viene precedido por una semana con un gran desabasto de la gasolina. Hubo quienes interpretaron la escasez como una medida para hacer que el mercado acepte el precio con su respectivo incremento, con el viejo argumento “con que haya”; mientras, otra parte de la población dice que es una medida temporal con el fin de que se regularice el abasto y que subiendo el precio se desalienta que los residentes en Estados Unidos echen gasolina subsidiada por el gobierno.

Como se dice en las redes sociales: “No veo fallos en su lógica”, es decir, las dos versiones pudieran aplicarse perfectamente. Así que en las próximas semanas veremos qué sucede con el tema del subsidio.

La polémica en el tema del precio (bajo) de las gasolinas en la frontera es histórica. Una queja recurrente de la población del Sur del país es que no existen mexicanos de primera o de segunda y, por lo tanto, se debería tener el mismo precio en todo el territorio. Sin embargo, el tema obedece a cuestiones de competitividad con los estados del Sur de la Unión Americana, que ofrecen un precio más bajo que el resto de los estados.

El tema del subsidio a la gasolina es algo para tener en cuenta y determinar si estamos ante un gasolinazo o el de una burbuja. Si bien es cierto el Estado mexicano está recibiendo ingresos extras por la venta de petróleo debido al aumento de su precio, también es cierto que se importa mucha gasolina a un sobre precio. Es decir, la política ha sido la de buscar mantener la estabilidad de los precios de las gasolinas para contener la inflación mediante subsidios.

Así que la gran pregunta queda en el aire: ¿El gobierno seguirá con los subsidios? ¡Esperemos por el bien de México y de los pobres que sí!

glinarez@hotmail.com