/ viernes 25 de septiembre de 2020

Justicia para “Milagros” claman a Marina

QUO VADIS

Dentro de las calamidades causadas por la pandemia no solo se multiplicaron los abusos, aprovechamientos y omisiones que han costado despojos, empobrecimiento, sufrimiento y muerte injustificada de cientos de miles de personas en el mundo, sino también el abandono y crueldad sin precedentes a animales domésticos y los “libres” en su medio ambiente.

Desafortunadamente, Mexicali no está exento de lo anterior y sin subestimar las desgracias ocurridas en incontables hogares por gente que dejó de existir por el maléfico Covid-19 y/o por abandono inhumano al estar en situación frágil, de indefensión o padecer capacidades diferentes, tenemos la crueldad a los animales, como el caso de “Milagros”, una perrita raza “Chihuahua” que murió luego de días de sufrir hambre, sed y quemaduras causadas por agua hirviendo que le echaron en su cuerpo para “matar” pulgas o garrapatas.

El caso de “Milagros” fue denunciado en esta semana en el Centro de Gobierno de la capital bajacaliforniana por varias personas que acompañaron a una visiblemente contrariada Denise Sánchez Romero, representante del grupo “Rescatistas Por Amor a Ellos”, exigiendo de la presidenta municipal Marina del Pilar Ávila Olmeda que su convicción “animalista” se traduzca en una férrea defensa y consecuentemente procurar castigo contra quienes atentan contra los indefensos animales como el caso de la perrita Chihuahua.

La ejemplar rescatista citó lo que prevé el artículo 342 del Código Penal de Baja California https://leyes-mx.com/codigo_penal_baja_california/342.htm: Al que intencionalmente realice algún acto de maltrato o crueldad en contra de un animal, se le impondrá de 3 meses a 2 años de prisión y multa de 50 a 100 días de salario mínimo vigente en el Estado”….Pero no se cumple de parte de autoridades que deben procurar y administrar justicia. No al menos en Baja California, porque sobran dedos de una mano de casos que han derivado en sentencia.

Por eso, porque hay notable impunidad respecto a la crueldad animal en Mexicali y el resto del Estado, la clase gobernante tiene que hacer algo para contener y sancionar a estas personas que son una amenaza social, porque recordemos la crueldad hacia los animales enseña y es principio de la crueldad hacia los humanos.

En ese orden de ideas y mientras se cristaliza la construcción de un “santuario” para animales domésticos como lo pretende la alcaldesa Marina, no son pocos los que exigen que el delito se investigue y castigue por oficio porque en el 911 no hacen caso, si la Policía Municipal acude argumenta que el caso es ministerial y éste luego incurre en prácticas dilatorias que derivan en impunidad a verdaderos “monstruos” que parecen humanos.

Ojalá pronto haya autoridades que hagan algo para sancionar a este tipo de personas porque la víctima siguiente (humana o animal) puede estar muy cerca de cualquiera en esta tierra que parece de nadie. ¿O no?

pibenavarro115@hotmail.com


QUO VADIS

Dentro de las calamidades causadas por la pandemia no solo se multiplicaron los abusos, aprovechamientos y omisiones que han costado despojos, empobrecimiento, sufrimiento y muerte injustificada de cientos de miles de personas en el mundo, sino también el abandono y crueldad sin precedentes a animales domésticos y los “libres” en su medio ambiente.

Desafortunadamente, Mexicali no está exento de lo anterior y sin subestimar las desgracias ocurridas en incontables hogares por gente que dejó de existir por el maléfico Covid-19 y/o por abandono inhumano al estar en situación frágil, de indefensión o padecer capacidades diferentes, tenemos la crueldad a los animales, como el caso de “Milagros”, una perrita raza “Chihuahua” que murió luego de días de sufrir hambre, sed y quemaduras causadas por agua hirviendo que le echaron en su cuerpo para “matar” pulgas o garrapatas.

El caso de “Milagros” fue denunciado en esta semana en el Centro de Gobierno de la capital bajacaliforniana por varias personas que acompañaron a una visiblemente contrariada Denise Sánchez Romero, representante del grupo “Rescatistas Por Amor a Ellos”, exigiendo de la presidenta municipal Marina del Pilar Ávila Olmeda que su convicción “animalista” se traduzca en una férrea defensa y consecuentemente procurar castigo contra quienes atentan contra los indefensos animales como el caso de la perrita Chihuahua.

La ejemplar rescatista citó lo que prevé el artículo 342 del Código Penal de Baja California https://leyes-mx.com/codigo_penal_baja_california/342.htm: Al que intencionalmente realice algún acto de maltrato o crueldad en contra de un animal, se le impondrá de 3 meses a 2 años de prisión y multa de 50 a 100 días de salario mínimo vigente en el Estado”….Pero no se cumple de parte de autoridades que deben procurar y administrar justicia. No al menos en Baja California, porque sobran dedos de una mano de casos que han derivado en sentencia.

Por eso, porque hay notable impunidad respecto a la crueldad animal en Mexicali y el resto del Estado, la clase gobernante tiene que hacer algo para contener y sancionar a estas personas que son una amenaza social, porque recordemos la crueldad hacia los animales enseña y es principio de la crueldad hacia los humanos.

En ese orden de ideas y mientras se cristaliza la construcción de un “santuario” para animales domésticos como lo pretende la alcaldesa Marina, no son pocos los que exigen que el delito se investigue y castigue por oficio porque en el 911 no hacen caso, si la Policía Municipal acude argumenta que el caso es ministerial y éste luego incurre en prácticas dilatorias que derivan en impunidad a verdaderos “monstruos” que parecen humanos.

Ojalá pronto haya autoridades que hagan algo para sancionar a este tipo de personas porque la víctima siguiente (humana o animal) puede estar muy cerca de cualquiera en esta tierra que parece de nadie. ¿O no?

pibenavarro115@hotmail.com