/ domingo 19 de junio de 2022

LA ESPIGA

Calor excesivo, calor extremo, Mexicali está puesto sobre el asador y el Oráculo del Desierto ya nos brindó su cruel predicción: “El cambio climático, las sequías por falta de lluvias y las altas temperaturas atacarán con fuerza a los valles y desiertos del Río Colorado”.

Foto: Freepik / jcomp

Las altas temperaturas por arriba de los 50 grados llegaron a Mexicali desde el mes de junio y nos acompañarán por una larga temporada, las ondas de calor se presentarán de día y de noche; se trata de aires calientes acompañados de humedad que se estacionan en nuestra atmósfera convirtiendo a Mexicali en una olla de caldo hirviendo. Una olla de caldo hirviendo y los cachanillas vivimos dentro de ella.

Nuestra ciudad caliente castiga más a los que menos tienen. En las colonias periféricas existen casas sin suministro de energía eléctrica y la única alternativa de sobrevivencia en colocar a los niños dentro de baldes con agua; los adultos se abanican con cartones y medio duermen arriba de los techos de sus humildes viviendas.

De no ser por las Estaciones de Enfriamiento abiertas en la ciudad, muchos transeúntes, migrantes y gente sin vivienda caería víctima de los temibles golpes de calor y las deshidrataciones. Las Estaciones de Enfriamiento son una alternativa milagrosa y en verdad una posibilidad de vida para los indigentes, para las personas de la tercera edad sin aparatos de refrigeración en sus casas.

Nuestra región año con año rompe los pronósticos de calentamiento climático. Los especialistas nos advierten que el calentamiento se intensifica cada vez más, las ondas de calor extremo golpean a los trabajadores de la construcción y a los vendedores ambulantes; ellos deben ganarse el sustento poniendo en riesgo su propia vida durante sus agobiantes jornadas de trabajo.

El uso excesivo de los aires acondicionados y los apagones de electricidad se presentan para perjudicar a las clases medias locales, un sector mayoritario de la población que cuando puede se la pasa resguardado en sus viviendas frente a la televisión, la refri, la tele y las compus no se apagan durante todo el día y parte de la noche.

Para evitar el uso excesivo de electricidad, las autoridades nos recomiendan acudir a las albercas abiertas al público, entrar a los cines o a los centros comerciales, desde luego observando las recomendaciones sanitarias por la pandemia del Covid-19.

oscarher1955@yahoo.com

Calor excesivo, calor extremo, Mexicali está puesto sobre el asador y el Oráculo del Desierto ya nos brindó su cruel predicción: “El cambio climático, las sequías por falta de lluvias y las altas temperaturas atacarán con fuerza a los valles y desiertos del Río Colorado”.

Foto: Freepik / jcomp

Las altas temperaturas por arriba de los 50 grados llegaron a Mexicali desde el mes de junio y nos acompañarán por una larga temporada, las ondas de calor se presentarán de día y de noche; se trata de aires calientes acompañados de humedad que se estacionan en nuestra atmósfera convirtiendo a Mexicali en una olla de caldo hirviendo. Una olla de caldo hirviendo y los cachanillas vivimos dentro de ella.

Nuestra ciudad caliente castiga más a los que menos tienen. En las colonias periféricas existen casas sin suministro de energía eléctrica y la única alternativa de sobrevivencia en colocar a los niños dentro de baldes con agua; los adultos se abanican con cartones y medio duermen arriba de los techos de sus humildes viviendas.

De no ser por las Estaciones de Enfriamiento abiertas en la ciudad, muchos transeúntes, migrantes y gente sin vivienda caería víctima de los temibles golpes de calor y las deshidrataciones. Las Estaciones de Enfriamiento son una alternativa milagrosa y en verdad una posibilidad de vida para los indigentes, para las personas de la tercera edad sin aparatos de refrigeración en sus casas.

Nuestra región año con año rompe los pronósticos de calentamiento climático. Los especialistas nos advierten que el calentamiento se intensifica cada vez más, las ondas de calor extremo golpean a los trabajadores de la construcción y a los vendedores ambulantes; ellos deben ganarse el sustento poniendo en riesgo su propia vida durante sus agobiantes jornadas de trabajo.

El uso excesivo de los aires acondicionados y los apagones de electricidad se presentan para perjudicar a las clases medias locales, un sector mayoritario de la población que cuando puede se la pasa resguardado en sus viviendas frente a la televisión, la refri, la tele y las compus no se apagan durante todo el día y parte de la noche.

Para evitar el uso excesivo de electricidad, las autoridades nos recomiendan acudir a las albercas abiertas al público, entrar a los cines o a los centros comerciales, desde luego observando las recomendaciones sanitarias por la pandemia del Covid-19.

oscarher1955@yahoo.com