/ viernes 5 de febrero de 2021

La tan preciada vacuna

QUO VADIS

Quizá para una minoría compuesta por los más necios, irresponsables, ignorantes o que poco les importa su vida y la de los demás, no les interese vacunarse ante la amenaza omnipresente de la Covid-19, pero hay decenas de millones de mexicanos que estamos dispuestos a ser inoculados a como dé lugar, lo más pronto posible y casi con cualquiera de las fórmulas autorizadas y probadamente eficientes…

Así las cosas, los que quieren vacunarse deben tener presente lo siguiente:

Primero: Como requisito obligatorio registrarse en la página oficial federal https://mivacuna.salud.gob.mx/ (aunque tiene serios problemas operativos).

Segundo: Registrarse en la plataforma estatal habilitada por el Sector Salud http://bajacaliforniasalud.org/vacunacovid19/ como “herramienta diagnóstica, que permite ser más precisos, saber cuántos son, quiénes son, las zonas donde residen y qué comorbilidades tienen”, según boletín del Gobierno del Estado.

Tercero: Ninguna vacuna garantiza al 100% protección contra el coronavirus; el riesgo de contagiarse luego de ser inoculado es bajo, pero existe; hay quienes tienen reacciones adversas y “dos personas que recibieron la vacuna contra el Covid-19 de las empresas Pfizer y Biontech, murieron tras ser inoculadas”.

Cuarto: Las medidas preventivas individuales y de grupo son altamente importantes. Nadie, en su sano juicio, debe subestimar el uso de cubrebocas útiles, no chafas; no tocarse la cara, protección extrema y hasta de ojos en lugares cerrados; nadie va a procurar proteger a extraños salvo aquellos que se les paga expresamente por ello, de tal forma que la única explicación de contagiarse es por omisión o acción irresponsable de alguien.

Quinto: Exagerar en cuidados personales cuando hay obligación de atender a infectados que son rechazados en hospitales públicos o privados.

Sexto: Si hay capacidad económica preparar la posibilidad de contar con tanque de oxígeno y aparatos para su administración porque los abusos y fraudes están a la orden del día en redes y otros medios; además, vitaminarse por prescripción médica no consejo casero y hacerse de medicamentos que puedan reducir a su mínima expresión los malestares que provoca la enfermedad porque escasean en farmacias y hospitales.

Séptimo: Ciertamente es cuestión de tiempo o suerte no salir infectado porque en México, desafortunadamente, las fronteras por aire, mar y tierra siguen abiertas; no hay control efectivo de millones de personas que transitan, salen o entran a nuestro territorio; no hay pruebas masivas para detectar a enfermos y asintomáticos que deambulan por cualquier lado extendiendo la cadena de contagios con o sin justificación económica.

Así que depende de cada persona ponerse a salvo en tanto llega la tan preciada vacuna en medio de un ominoso escenario social, económico y político al celebrarse más de 100 años de nuestra pisoteada Constitución de 1917. ¿O no?

pibenavarro115@hotmail.com


QUO VADIS

Quizá para una minoría compuesta por los más necios, irresponsables, ignorantes o que poco les importa su vida y la de los demás, no les interese vacunarse ante la amenaza omnipresente de la Covid-19, pero hay decenas de millones de mexicanos que estamos dispuestos a ser inoculados a como dé lugar, lo más pronto posible y casi con cualquiera de las fórmulas autorizadas y probadamente eficientes…

Así las cosas, los que quieren vacunarse deben tener presente lo siguiente:

Primero: Como requisito obligatorio registrarse en la página oficial federal https://mivacuna.salud.gob.mx/ (aunque tiene serios problemas operativos).

Segundo: Registrarse en la plataforma estatal habilitada por el Sector Salud http://bajacaliforniasalud.org/vacunacovid19/ como “herramienta diagnóstica, que permite ser más precisos, saber cuántos son, quiénes son, las zonas donde residen y qué comorbilidades tienen”, según boletín del Gobierno del Estado.

Tercero: Ninguna vacuna garantiza al 100% protección contra el coronavirus; el riesgo de contagiarse luego de ser inoculado es bajo, pero existe; hay quienes tienen reacciones adversas y “dos personas que recibieron la vacuna contra el Covid-19 de las empresas Pfizer y Biontech, murieron tras ser inoculadas”.

Cuarto: Las medidas preventivas individuales y de grupo son altamente importantes. Nadie, en su sano juicio, debe subestimar el uso de cubrebocas útiles, no chafas; no tocarse la cara, protección extrema y hasta de ojos en lugares cerrados; nadie va a procurar proteger a extraños salvo aquellos que se les paga expresamente por ello, de tal forma que la única explicación de contagiarse es por omisión o acción irresponsable de alguien.

Quinto: Exagerar en cuidados personales cuando hay obligación de atender a infectados que son rechazados en hospitales públicos o privados.

Sexto: Si hay capacidad económica preparar la posibilidad de contar con tanque de oxígeno y aparatos para su administración porque los abusos y fraudes están a la orden del día en redes y otros medios; además, vitaminarse por prescripción médica no consejo casero y hacerse de medicamentos que puedan reducir a su mínima expresión los malestares que provoca la enfermedad porque escasean en farmacias y hospitales.

Séptimo: Ciertamente es cuestión de tiempo o suerte no salir infectado porque en México, desafortunadamente, las fronteras por aire, mar y tierra siguen abiertas; no hay control efectivo de millones de personas que transitan, salen o entran a nuestro territorio; no hay pruebas masivas para detectar a enfermos y asintomáticos que deambulan por cualquier lado extendiendo la cadena de contagios con o sin justificación económica.

Así que depende de cada persona ponerse a salvo en tanto llega la tan preciada vacuna en medio de un ominoso escenario social, económico y político al celebrarse más de 100 años de nuestra pisoteada Constitución de 1917. ¿O no?

pibenavarro115@hotmail.com