/ jueves 31 de diciembre de 2020

¿Mexicanos al grito de guerra…?

Quo Vadis

Mientras un pequeño grupo de casi 130 millones de mexicanos cambian de “piel política” en búsqueda de obtener poder público en los comicios de junio del 2021 para imponer, claro, condiciones de vida y uso discrecional de los impuestos que pagamos unos y que omiten otros, el nuevo año se asoma con más gente que poco o nada hace respecto al significado de nuestro Himno Nacional y que por su contenido se considera uno de los más bellos del mundo.

Nuestro himno es, junto con la bandera y el escudo nacional, uno de los tres símbolos patrios a los que los mexicanos les debemos respeto y atención…Y si de eso se trata, la letra metafórica de nuestro himno tiene diverso sentido, no solo aquél que se refiere a la guerra a base de cañonazos, sablazos y balazos, de tal suerte que hay mexicanos que se preguntan por ejemplo ¿DÓNDE ESTÀN?...

¿Los mexicanos que deben responder en tiempo y forma al grito de guerra para combatir a un enemigo común como el coronavirus (con excepción de los heroicos trabajadores del Sector Salud y mexicanos solidarios)?...¿los soldados que el cielo en cada hijo dio a México para combatir a desertores y extraños enemigos que siguen profanando con su planta infectada nuestro suelo?...¿los que deben castigar severamente a abusadores y explotadores de niños, mujeres y hombres? y entre otros cuestionamientos metafóricos: ¿Dónde están los mexicanos unidos y libres que por vocación deben servir para evitar que por omisión o acción se profundicen la pobreza, hambre, desempleo y vida indigna de millones de mexicanos?...

¿Dónde están?, porque lo único que se ve ahorita en todos los medios de comunicación posibles es a ese pequeño grupo de personas (los que siguen cambiándose de piel política) enlodándose en su enfermiza búsqueda del poder.

Así las cosas y escenarios en México en salud, economía, inseguridad y política, ¿de dónde o cómo se lograrán las guirnaldas de oliva para nuestra Patria? Y aunque habrá quienes legítimamente se ganen un recuerdo de gloria y un sepulcro con honor, siguen muchos por ahí haciendo daño y ensanchando la división de la “familia mexicana”, agrupándose como pueden, más que como deben, para seguir protagonizando la única guerra que desde hace décadas la mayoría del pueblo observa como espectador: la del poder por el poder.

Por todo eso, el 2021 se pronostica más letal en diversos perfiles y muy difícil para la economía familiar de quienes no tienen asegurado su futuro, los que arriesgan su vida y la de los suyos para sobrevivir por perder un trabajo digno o recortada su jornada por un patrón egoísta y ni qué decir de la desafortunada suerte de los “desgobernados” o mal gobernados por aquellos que hacen suyo lo que es de todos los mexicanos.

Con todo eso, en el 2021 habrá muchos más mexicanos que morirán por hambre (porque los hay, por desnutrición, enfermedad, delincuencia o causa natural), otros sobrevivirán de “rodillas”, pero México y su pueblo quizá y tan solo quizá, no se verá “vencido” (metafóricamente hablando) por una simple y sencilla razón: Nada es para siempre mientras la mayoría cumplamos nuestra responsabilidad personal y social, actuemos congruentes, unidos y libres para saber identificar a los ciudadanos que por sus actos humanitarios y/o útiles socialmente merecen la oportunidad de gobernar o seguir gobernando sin subestimar para nada lo bien hecho... ¿O no?


Quo Vadis

Mientras un pequeño grupo de casi 130 millones de mexicanos cambian de “piel política” en búsqueda de obtener poder público en los comicios de junio del 2021 para imponer, claro, condiciones de vida y uso discrecional de los impuestos que pagamos unos y que omiten otros, el nuevo año se asoma con más gente que poco o nada hace respecto al significado de nuestro Himno Nacional y que por su contenido se considera uno de los más bellos del mundo.

Nuestro himno es, junto con la bandera y el escudo nacional, uno de los tres símbolos patrios a los que los mexicanos les debemos respeto y atención…Y si de eso se trata, la letra metafórica de nuestro himno tiene diverso sentido, no solo aquél que se refiere a la guerra a base de cañonazos, sablazos y balazos, de tal suerte que hay mexicanos que se preguntan por ejemplo ¿DÓNDE ESTÀN?...

¿Los mexicanos que deben responder en tiempo y forma al grito de guerra para combatir a un enemigo común como el coronavirus (con excepción de los heroicos trabajadores del Sector Salud y mexicanos solidarios)?...¿los soldados que el cielo en cada hijo dio a México para combatir a desertores y extraños enemigos que siguen profanando con su planta infectada nuestro suelo?...¿los que deben castigar severamente a abusadores y explotadores de niños, mujeres y hombres? y entre otros cuestionamientos metafóricos: ¿Dónde están los mexicanos unidos y libres que por vocación deben servir para evitar que por omisión o acción se profundicen la pobreza, hambre, desempleo y vida indigna de millones de mexicanos?...

¿Dónde están?, porque lo único que se ve ahorita en todos los medios de comunicación posibles es a ese pequeño grupo de personas (los que siguen cambiándose de piel política) enlodándose en su enfermiza búsqueda del poder.

Así las cosas y escenarios en México en salud, economía, inseguridad y política, ¿de dónde o cómo se lograrán las guirnaldas de oliva para nuestra Patria? Y aunque habrá quienes legítimamente se ganen un recuerdo de gloria y un sepulcro con honor, siguen muchos por ahí haciendo daño y ensanchando la división de la “familia mexicana”, agrupándose como pueden, más que como deben, para seguir protagonizando la única guerra que desde hace décadas la mayoría del pueblo observa como espectador: la del poder por el poder.

Por todo eso, el 2021 se pronostica más letal en diversos perfiles y muy difícil para la economía familiar de quienes no tienen asegurado su futuro, los que arriesgan su vida y la de los suyos para sobrevivir por perder un trabajo digno o recortada su jornada por un patrón egoísta y ni qué decir de la desafortunada suerte de los “desgobernados” o mal gobernados por aquellos que hacen suyo lo que es de todos los mexicanos.

Con todo eso, en el 2021 habrá muchos más mexicanos que morirán por hambre (porque los hay, por desnutrición, enfermedad, delincuencia o causa natural), otros sobrevivirán de “rodillas”, pero México y su pueblo quizá y tan solo quizá, no se verá “vencido” (metafóricamente hablando) por una simple y sencilla razón: Nada es para siempre mientras la mayoría cumplamos nuestra responsabilidad personal y social, actuemos congruentes, unidos y libres para saber identificar a los ciudadanos que por sus actos humanitarios y/o útiles socialmente merecen la oportunidad de gobernar o seguir gobernando sin subestimar para nada lo bien hecho... ¿O no?