/ sábado 14 de noviembre de 2020

Nuevas formas delictivas…

QUO VADIS

Los patrones y empleados de negocios para hacer entregas a domicilio y sus clientes sí que la están pasando mal…y tome nota por si no lo sabe: Cualquier repartidor está siendo interceptado por delincuentes para robarles los productos y efectivo que transportan; despojarlos de todo cuando tienen, inclusive la motocicleta; secuestros exprés y también para sustituirlos en alguna entrega a domicilio.

El modus operandi es sencillo: Basta seguirlos y si la zona donde buscan el domicilio resulta atractiva, los detienen, los despojan de la motocicleta y sus insignias; les exigen datos de la entrega y destinatario y preparar el arribo con cómplices que le siguen en un auto a distancia y por separado para que, cuando el falso repartidor llegue, usted abra y sorpresa: lo encañona y que Dios le acompañe. Por eso algunas empresas ya implementan claves para avisar al cliente que el repartidor le cite una clave al momento de llegar y si no la refiere sugieren no abrir.

Otra forma delictiva relativamente novedosa ocurre por descuido al manejar: En este caso los delincuentes escogen a sus víctimas según la zona donde transitan, se colocan algunos metros delante de la persona que quieren extorsionar, se frenan de manera intempestiva y lo demás ya se podrá imaginar. Pero no solo se trata de dinero por los daños que causó su auto “por alcance” a otro, sino con un poco de más mala suerte, si se baja para revisar daños le pueden robar todo cuanto trae y hasta el auto; pueden obligarlo a dirigirse a un cajero para sacar todo el dinero posible; llevarlo hasta su domicilio y ahí hacer lo que les plazca.

Esto está ocurriendo en cualquier rincón de México, más en la CDMX, pero Baja California no es la excepción, de tal forma que lo mejor es que en estos modus operandi, como en muchos otros que implementa esta delincuencia que no para y nos tiene amenazados constantemente, lo mejor es no distraerse cuando maneja o camina, desconfiar de las entregas a domicilio, asegurarse de “navegar” por sitios seguros en internet; ser extraordinariamente cuidadoso en el manejo de datos de sus tarjetas de crédito o débito y siempre estar alerta de que alguien no lo ande siguiendo o vigilando. Mientras, como decía el célebre don Augusto Hernández Bermúdez, la policía está “peinando la zona”…

Y para finalizar entienda que hoy, como nunca antes, los delincuentes están operando de manera salvaje e inmisericorde, ya que el hecho de que la mayoría de la gente se queda en casa por causa del confinamiento a que obliga la pandemia les ha restado capacidad de maniobra. De tal suerte que en usted, en nadie más, está la posibilidad real de reducir a su mínima expresión los riesgos de ser convertido en víctima impune porque ya tenemos algunos años de sobrevivir al tristemente célebre Nuevo Sistema de Justicia Penal donde al delincuente flagrante la mayorìa de las veces no se le dice ni pío. ¿O no?

pibenavarro115@gmail.com


QUO VADIS

Los patrones y empleados de negocios para hacer entregas a domicilio y sus clientes sí que la están pasando mal…y tome nota por si no lo sabe: Cualquier repartidor está siendo interceptado por delincuentes para robarles los productos y efectivo que transportan; despojarlos de todo cuando tienen, inclusive la motocicleta; secuestros exprés y también para sustituirlos en alguna entrega a domicilio.

El modus operandi es sencillo: Basta seguirlos y si la zona donde buscan el domicilio resulta atractiva, los detienen, los despojan de la motocicleta y sus insignias; les exigen datos de la entrega y destinatario y preparar el arribo con cómplices que le siguen en un auto a distancia y por separado para que, cuando el falso repartidor llegue, usted abra y sorpresa: lo encañona y que Dios le acompañe. Por eso algunas empresas ya implementan claves para avisar al cliente que el repartidor le cite una clave al momento de llegar y si no la refiere sugieren no abrir.

Otra forma delictiva relativamente novedosa ocurre por descuido al manejar: En este caso los delincuentes escogen a sus víctimas según la zona donde transitan, se colocan algunos metros delante de la persona que quieren extorsionar, se frenan de manera intempestiva y lo demás ya se podrá imaginar. Pero no solo se trata de dinero por los daños que causó su auto “por alcance” a otro, sino con un poco de más mala suerte, si se baja para revisar daños le pueden robar todo cuanto trae y hasta el auto; pueden obligarlo a dirigirse a un cajero para sacar todo el dinero posible; llevarlo hasta su domicilio y ahí hacer lo que les plazca.

Esto está ocurriendo en cualquier rincón de México, más en la CDMX, pero Baja California no es la excepción, de tal forma que lo mejor es que en estos modus operandi, como en muchos otros que implementa esta delincuencia que no para y nos tiene amenazados constantemente, lo mejor es no distraerse cuando maneja o camina, desconfiar de las entregas a domicilio, asegurarse de “navegar” por sitios seguros en internet; ser extraordinariamente cuidadoso en el manejo de datos de sus tarjetas de crédito o débito y siempre estar alerta de que alguien no lo ande siguiendo o vigilando. Mientras, como decía el célebre don Augusto Hernández Bermúdez, la policía está “peinando la zona”…

Y para finalizar entienda que hoy, como nunca antes, los delincuentes están operando de manera salvaje e inmisericorde, ya que el hecho de que la mayoría de la gente se queda en casa por causa del confinamiento a que obliga la pandemia les ha restado capacidad de maniobra. De tal suerte que en usted, en nadie más, está la posibilidad real de reducir a su mínima expresión los riesgos de ser convertido en víctima impune porque ya tenemos algunos años de sobrevivir al tristemente célebre Nuevo Sistema de Justicia Penal donde al delincuente flagrante la mayorìa de las veces no se le dice ni pío. ¿O no?

pibenavarro115@gmail.com