/ viernes 22 de junio de 2018

Separando familias…

Quo Vadis

Bastó la filtración de una grabación de hijos de migrantes llorando “enjaulados” en prisiones improvisadas en Estados Unidos, para que buena parte del mundo en los ámbitos social, político, económico y del espectáculo “despertaran” y levantaron la voz contra ese trato inhumano que ordenó el gobierno de Donald Trump para familias de ilegales…

Finalmente, se sabe, Trump no aguantó la presión mundial a su xenofobia con prácticas que no se veían desde los tiempos de Hitler contra los judíos en la Segunda Guerra Mundial --como bien lo comparó Ricardo Anaya, candidato a la Presidencia de México-- y tuvo que recular junto con su asesor estrella contra los migrantes, Stephen Miller, un cara de sádico autor de la prohibición de entrada a los EU de refugiados e inmigrantes de varios países musulmanes…

Con este trato separatista de las familias de indocumentados y sin garantizar su pronta reunificación, Trump sigue siendo blanco de ataques y descalificaciones, escenarios donde se medio “mueve” el gobierno federal mexicano sin ofensiva real, contundente y menos acompañado de la comunidad internacional, sino reaccionario a los embates “trumpistas” -como en el TLC- que ya no se sabe por dónde, cuándo o por qué se emprenden, habida cuenta que ni el pueblo estadounidense sabe lo que tiene como Presidente de su país…

Sin embargo y sin quitarle peso negativo a lo que ocurre a los ilegales en EU, en México -hay que admitirlo- está la desgracia de miles, millones de infantes que son abandonados a su suerte, maltratados, explotados, mutilados, violados y hasta asesinados por “su” gente: Padres, familiares, conocidos, etc., sin que se levante la voz aquí como se ha hecho -repito justificadamente- contra Trump.

Y ahí es donde los mexicanos podemos y debemos reflexionar porque lo que pasa a los migrantes ilegales en EU deviene de la miseria, despojo, violencia e inseguridad en sus lugares de origen, tanto del sur de México como de otros países del mundo y debemos empezar por reclamar al gobierno federal el justo y pertinente apoyo que debe brindar a Baja California por ser un Estado receptor de deportados y migrantes y que echando mano de toda su capacidad de maniobra sigue multiplicando oportunidades y bienestar para los que aquí se quieren quedar a luchar.

También hay que alzar la voz para reclamar el apoyo humanitario que el gobierno federal debe participar a instancias públicas y civiles que procuran aquí en nuestra entidad la atención integral de cientos de menores que, por lo que usted quiera y mande, están a la espera de ser recuperados por familiares…o de ser adoptados.

Si queremos trato justo a los nuestros empecemos en casa; si queremos evitar más migración a los EU no echemos en saco roto la experiencia de millones de mexicanos que han muerto, sufrido y sobrevivido en EU o los dos y medio millones de hermanos venezolanos que cada año huyen de la dictadura “chavista” que convirtió su país de rico a pobre…

Si eso no le dice nada en la antesala de las elecciones del primero de julio donde se decidirá el futuro de México, pues adelante, nomás tenga presente que los fallidos no solo son los que votan de manera irreflexiva, sino también los que no votan. Así de sencillo.


Quo Vadis

Bastó la filtración de una grabación de hijos de migrantes llorando “enjaulados” en prisiones improvisadas en Estados Unidos, para que buena parte del mundo en los ámbitos social, político, económico y del espectáculo “despertaran” y levantaron la voz contra ese trato inhumano que ordenó el gobierno de Donald Trump para familias de ilegales…

Finalmente, se sabe, Trump no aguantó la presión mundial a su xenofobia con prácticas que no se veían desde los tiempos de Hitler contra los judíos en la Segunda Guerra Mundial --como bien lo comparó Ricardo Anaya, candidato a la Presidencia de México-- y tuvo que recular junto con su asesor estrella contra los migrantes, Stephen Miller, un cara de sádico autor de la prohibición de entrada a los EU de refugiados e inmigrantes de varios países musulmanes…

Con este trato separatista de las familias de indocumentados y sin garantizar su pronta reunificación, Trump sigue siendo blanco de ataques y descalificaciones, escenarios donde se medio “mueve” el gobierno federal mexicano sin ofensiva real, contundente y menos acompañado de la comunidad internacional, sino reaccionario a los embates “trumpistas” -como en el TLC- que ya no se sabe por dónde, cuándo o por qué se emprenden, habida cuenta que ni el pueblo estadounidense sabe lo que tiene como Presidente de su país…

Sin embargo y sin quitarle peso negativo a lo que ocurre a los ilegales en EU, en México -hay que admitirlo- está la desgracia de miles, millones de infantes que son abandonados a su suerte, maltratados, explotados, mutilados, violados y hasta asesinados por “su” gente: Padres, familiares, conocidos, etc., sin que se levante la voz aquí como se ha hecho -repito justificadamente- contra Trump.

Y ahí es donde los mexicanos podemos y debemos reflexionar porque lo que pasa a los migrantes ilegales en EU deviene de la miseria, despojo, violencia e inseguridad en sus lugares de origen, tanto del sur de México como de otros países del mundo y debemos empezar por reclamar al gobierno federal el justo y pertinente apoyo que debe brindar a Baja California por ser un Estado receptor de deportados y migrantes y que echando mano de toda su capacidad de maniobra sigue multiplicando oportunidades y bienestar para los que aquí se quieren quedar a luchar.

También hay que alzar la voz para reclamar el apoyo humanitario que el gobierno federal debe participar a instancias públicas y civiles que procuran aquí en nuestra entidad la atención integral de cientos de menores que, por lo que usted quiera y mande, están a la espera de ser recuperados por familiares…o de ser adoptados.

Si queremos trato justo a los nuestros empecemos en casa; si queremos evitar más migración a los EU no echemos en saco roto la experiencia de millones de mexicanos que han muerto, sufrido y sobrevivido en EU o los dos y medio millones de hermanos venezolanos que cada año huyen de la dictadura “chavista” que convirtió su país de rico a pobre…

Si eso no le dice nada en la antesala de las elecciones del primero de julio donde se decidirá el futuro de México, pues adelante, nomás tenga presente que los fallidos no solo son los que votan de manera irreflexiva, sino también los que no votan. Así de sencillo.