Voz Campesina
Siendo ampliamente conocido el ejemplo que para el virtual Presidente electo de México, Lic. Andrés Manuel López Obrador, significa la figura histórica de Don Benito Juárez García, al grado de que días atrás al recibir al Secretario de Estado de los Estados Unidos, éste estrechó su mano ante la imagen del patricio.
No deja de sorprender que el Ayuntamiento de Mexicali recién anunciara próxima remodelación del monumento erigido desde el período del gobernador Gustavo Aubanel Vallejo a la memoria del oaxaqueño más mexicano y el mexicano más universal. Sin duda, representa mucha mayor importancia este espacio donde celebrar triunfos deportivos nacionales.
En rueda de prensa se mencionó la colaboración de la Iniciativa Privada en el proyecto, algo sumamente celebrable, pues si existen -opino- dos temas de absoluta certeza son la arrolladora y legítima victoria electoral del futuro Presidente de México y la plena validez de los postulados juaristas, aunque de forma tan penosa cual rescatable, se vulneren lo mismo en altas esferas oficiales mediante toda forma de corrupción o por la delincuencia que disfruta de impunidad.
Pareciera desecharse el sublime apotegma: “Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz”.
El destino del pueblo de México se construye a partir del ejercicio democrático del voto. Y el pueblo ya eligió a quien dirigirá el rumbo de la República, falta apoyarle en alcanzar la transformación ofrecida, conforme al sentido de responsabilidad ciudadana.
Mientras llega la fecha de inicio del nuevo mandato, no resulta admisible exigencia anticipada alguna debido a facultades y obligación del gobierno en funciones. Sin embargo, ello no implica reservarse ideas, sugerencias, etc., etc., que la acreditada apertura al diálogo de Andrés Manuel López Obrador predice serán analizadas.
El bien común se llama México. Tiempo al tiempo y que ¡Viva Juárez!