/ miércoles 20 de marzo de 2024

El Muro | Anemia matemática

La sociedad cachanilla pierde cuando los nuevos universitarios eligen carreras de humanidades, sólo por no llevar matemáticas.

La falta de barniz matemático en las áreas sociales se nota en políticos, funcionarios, analistas, reporteros, con una estructura argumentativa, simplona, imprecisa, falaz. Lo vimos hace 4 años en la pandemia, con la incapacidad para entender el evento como lo fue en realidad, un fenómeno natural con causas y efectos precisos.

Foto: Imágen Ilustrativa / Freepik

Lo triste llegó cuando, superados, sin ganas de esforzarse, los reporteros cayeron del lado fácil, en contrapuntear funcionarios en el chisme político.

Lo estamos viviendo hoy en las campañas, a través de las encuestas, con analistas descalificando ejercicios demoscópicos, sin molestarse en comprender el valor científico, la importancia social de un trabajo hecho con rigor.

Toda esta anemia matemática en forma de conductas irreflexivas no cuestionadoras, de falsas correlaciones de parte de los medios informativos, favorece la proliferación de malos políticos. La ausencia de modelos para medir rendimientos gubernamentales, más allá de la popularidad o la cantidad de obras, es otro elemento más que permite la consolidación de funcionarios chafas.

Los ricos, los profesionistas expertos en un área y los bebés Sinclair, es decir, los jóvenes políticos, caprichosos, impulsivos, tienden a ver su éxito como el resultado exclusivo de su inteligencia, no de la suerte,ni de las relaciones privilegiadas. Por lo tanto, confían en una supuesta capacidad mental sobresaliente para resolver todos los problemas sólo porque su entorno, sus asesores, la familia y la prensa así les hacen creer, a veces, solo dejándolos ser, hacer y deshacer. Eso los anima a intentar convertirse en gobernante sin necesidad de contar con propuestas, ya no digamos realistas, sino al menos sensatas.

Quiero terminar regresando al tema de las encuestas porque es un asunto el cual veremos cada vez más seguido, durante las siguientes semanas: Históricamente han sido más precisas de lo imaginado, en todo el mundo, incluido México (“Election polling errors across time and space”), en buena medida porque cada vez se pulen más los sistemas operativos (“Election forecasts outside…”, “Improving forecasts using…”, “Moral algebra, or method of deciding”).

Algunos de los más eficaces sistemas de proyección de voto se basan en la combinación de encuestas con datos sociodemográficos y múltiples variables, así como la realización de decenas de miles de simulaciones computacionales sobre una elección dada (“A user`s guide to…”, “Noise: How to overcome…”).

Mail to: vicmarcen09@gmail.com

La sociedad cachanilla pierde cuando los nuevos universitarios eligen carreras de humanidades, sólo por no llevar matemáticas.

La falta de barniz matemático en las áreas sociales se nota en políticos, funcionarios, analistas, reporteros, con una estructura argumentativa, simplona, imprecisa, falaz. Lo vimos hace 4 años en la pandemia, con la incapacidad para entender el evento como lo fue en realidad, un fenómeno natural con causas y efectos precisos.

Foto: Imágen Ilustrativa / Freepik

Lo triste llegó cuando, superados, sin ganas de esforzarse, los reporteros cayeron del lado fácil, en contrapuntear funcionarios en el chisme político.

Lo estamos viviendo hoy en las campañas, a través de las encuestas, con analistas descalificando ejercicios demoscópicos, sin molestarse en comprender el valor científico, la importancia social de un trabajo hecho con rigor.

Toda esta anemia matemática en forma de conductas irreflexivas no cuestionadoras, de falsas correlaciones de parte de los medios informativos, favorece la proliferación de malos políticos. La ausencia de modelos para medir rendimientos gubernamentales, más allá de la popularidad o la cantidad de obras, es otro elemento más que permite la consolidación de funcionarios chafas.

Los ricos, los profesionistas expertos en un área y los bebés Sinclair, es decir, los jóvenes políticos, caprichosos, impulsivos, tienden a ver su éxito como el resultado exclusivo de su inteligencia, no de la suerte,ni de las relaciones privilegiadas. Por lo tanto, confían en una supuesta capacidad mental sobresaliente para resolver todos los problemas sólo porque su entorno, sus asesores, la familia y la prensa así les hacen creer, a veces, solo dejándolos ser, hacer y deshacer. Eso los anima a intentar convertirse en gobernante sin necesidad de contar con propuestas, ya no digamos realistas, sino al menos sensatas.

Quiero terminar regresando al tema de las encuestas porque es un asunto el cual veremos cada vez más seguido, durante las siguientes semanas: Históricamente han sido más precisas de lo imaginado, en todo el mundo, incluido México (“Election polling errors across time and space”), en buena medida porque cada vez se pulen más los sistemas operativos (“Election forecasts outside…”, “Improving forecasts using…”, “Moral algebra, or method of deciding”).

Algunos de los más eficaces sistemas de proyección de voto se basan en la combinación de encuestas con datos sociodemográficos y múltiples variables, así como la realización de decenas de miles de simulaciones computacionales sobre una elección dada (“A user`s guide to…”, “Noise: How to overcome…”).

Mail to: vicmarcen09@gmail.com