/ miércoles 1 de noviembre de 2023

El Muro | De otis sigue Pilar

Lo de Otis fue algo normal dentro de la anormalidad. La buena noticia es que la temporada de huracanes termina el jueves 30 de este mes.

Por cierto, la siguiente tormenta a formarse en aguas del Pacífico se llamará Pilar. Veremos cuán destructiva viene, si acaso pondrá de cabeza a alguna comunidad.

Scott Braun, científico de la NASA e integrante de Tropics (sigla en inglés del programa llamado Observaciones resueltas en el tiempo, de la estructura de las precipitaciones y la intensidad de las tormentas…) dijo acerca de Otis “… tenía todos los ingredientes adecuados para una rápida intensificación…” (earthobservatory.nasa.gov).

Foto: Redes sociales | Tw Margarita Aguilera

El lapso en que el fenómeno se transformó de tormenta tropical a huracán grado 5 no fue cosa de minutos, sino de casi 24 horas. A las 2:30 de la madrugada tiempo del Centro de México del martes 24, era una tormenta, localizada a 335 kilómetros de Acapulco. Para las 12:25 AM del miércoles 25 tocó tierra ya como un poderoso huracán.

Predecir con exactitud la potencia es complicado con los modelos actuales, aunque de alguna forma el Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos reportó en la mañana del martes 24: “Parece probable un fortalecimiento constante hasta que Otis logre tocar tierra en el día siguiente, más o menos” (nhc.noaa.gov).

La evidencia apunta al calentamiento global como responsable de comportamientos anómalos. “Observed increases… Aumentos observados en las tasas de intensificación máxima en los ciclones tropicales…” es un estudio reciente, el cual confirma que el agua cálida, arriba de los 30 grados, es elemento primordial para el fortalecimiento de una tormenta.

Los modelos predictivos de próxima generación prometen un mejor paquete de asimilación de datos con una previsión de siete días, incluidos los análisis de intensificación veloz (“Next generation hurricane modeling”), porque casos como el de Acapulco, empezarán a ser más comunes.

El reto para la autoridad, incluida la de Baja California, es más complejo que la tarea de los científicos porque se trata de comunicar riesgos con suma eficacia. Los testimonios reportados en videos compartidos por redes sociales, muestran con claridad, la implementación de actos informativos de la policía acapulqueña, durante la mañana del martes. O sea, sí avisaron, pero a la raza pareció haberle importado poco.

Una verdadera política de protección civil define protocolos para todas las etapas, justo para minimizar el impacto destructivo de lo que es inevitable. En el caso de Mexicali deberíamos estar pensando en los terremotos.

vicmarcen09@gmail.com

Lo de Otis fue algo normal dentro de la anormalidad. La buena noticia es que la temporada de huracanes termina el jueves 30 de este mes.

Por cierto, la siguiente tormenta a formarse en aguas del Pacífico se llamará Pilar. Veremos cuán destructiva viene, si acaso pondrá de cabeza a alguna comunidad.

Scott Braun, científico de la NASA e integrante de Tropics (sigla en inglés del programa llamado Observaciones resueltas en el tiempo, de la estructura de las precipitaciones y la intensidad de las tormentas…) dijo acerca de Otis “… tenía todos los ingredientes adecuados para una rápida intensificación…” (earthobservatory.nasa.gov).

Foto: Redes sociales | Tw Margarita Aguilera

El lapso en que el fenómeno se transformó de tormenta tropical a huracán grado 5 no fue cosa de minutos, sino de casi 24 horas. A las 2:30 de la madrugada tiempo del Centro de México del martes 24, era una tormenta, localizada a 335 kilómetros de Acapulco. Para las 12:25 AM del miércoles 25 tocó tierra ya como un poderoso huracán.

Predecir con exactitud la potencia es complicado con los modelos actuales, aunque de alguna forma el Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos reportó en la mañana del martes 24: “Parece probable un fortalecimiento constante hasta que Otis logre tocar tierra en el día siguiente, más o menos” (nhc.noaa.gov).

La evidencia apunta al calentamiento global como responsable de comportamientos anómalos. “Observed increases… Aumentos observados en las tasas de intensificación máxima en los ciclones tropicales…” es un estudio reciente, el cual confirma que el agua cálida, arriba de los 30 grados, es elemento primordial para el fortalecimiento de una tormenta.

Los modelos predictivos de próxima generación prometen un mejor paquete de asimilación de datos con una previsión de siete días, incluidos los análisis de intensificación veloz (“Next generation hurricane modeling”), porque casos como el de Acapulco, empezarán a ser más comunes.

El reto para la autoridad, incluida la de Baja California, es más complejo que la tarea de los científicos porque se trata de comunicar riesgos con suma eficacia. Los testimonios reportados en videos compartidos por redes sociales, muestran con claridad, la implementación de actos informativos de la policía acapulqueña, durante la mañana del martes. O sea, sí avisaron, pero a la raza pareció haberle importado poco.

Una verdadera política de protección civil define protocolos para todas las etapas, justo para minimizar el impacto destructivo de lo que es inevitable. En el caso de Mexicali deberíamos estar pensando en los terremotos.

vicmarcen09@gmail.com