/ lunes 28 de marzo de 2022

El refugio perfecto

LA POLITICA DE LAS PERSONAS

Históricamente, las Cámaras de Diputados y Senadores han servido como protección para decenas de políticos que cometen un delito y se refugian en el fuero para no ser condenados.

El famoso fuero es un instrumento legal que brinda inmunidad procesal a ciertos actores políticos como diputados tanto estatales como federales, senadores, Presidente de la República, entre otros. En pocas palabras: No pueden ser detenidos ni sometidos a una acción penal sin que primero sea aprobado por la Cámara de Diputados.

lavozdelafrontera_admin

Ojo, sin que primero sea aprobado por la Cámara de Diputados. Muchas personas por años hemos creído que son intocables, que el fuero es una inmunidad que les perdona cualquier delito, pero no es así, ya que si la mayoría absoluta, es decir, la mitad más uno de los presentes en el Congreso lo aprueba, a la mayoría de los servidores públicos se les puede retirar el fuero, se les separa inmediatamente de su cargo y se inicia su proceso penal con la autoridad competente. Por lo tanto, que no nos vuelvan a decir que no se les puede castigar por ser servidores públicos porque sí se puede.

Sin embargo, enfrentemos y aceptemos una realidad: Entre 1917 y 2017 solo se quitó el fuero en siete ocasiones, en 100 años se les retiró la inmunidad a solo siete servidores públicos. Lo que nos demuestra que aún así sí se les pueda quitar, estar en el servicio público ha sido el refugio perfecto para criminales, pero lo ha sido porque lo hemos permitido, porque no hemos hecho que los encargados de poder castigarlos, o sea, los diputados federales, hagan su chamba.

Así que tampoco se trata de que caigamos en un discurso popular y fácil, que por cierto muchos lo han dicho y nadie nos ha cumplido, de decir vamos a eliminar el fuero por completo y para nadie habrá inmunidad. Ante tanta impunidad, es muy fácil caer en este discurso. Sin embargo, el fuero tiene su razón de ser, por ejemplo, recordemos que el Poder Legislativo, diputados y senadores, también tienen la función de la fiscalización, pueden hasta cierto punto perseguir delitos, más específicamente los que tengan que ver con recurso público, entonces en estos casos el fuero puede ayudar a que el Ejecutivo no utilice todo su aparato como venganza política de una investigación que algún legislador esté realizando. No se trata de eliminar por completo el fuero, se trata de que asuman su trabajo, su responsabilidad de castigar a quienes lo merecen.

Y hablando del fuero, dato curioso es que el exgobernador Jaime Bonilla tras ser ya acusado mediáticamente en varias ocasiones por supuestos delitos, ahora haya decidido regresar al Senado de la República, pero como ya lo mencionamos, en caso de que sí exista un delito su inmunidad será la que la Cámara de Diputados Federal quiera que sea. Así que no nos creamos si algún servidor público nos dice que ya no lo pueden perseguir por aquello del fuero.

flores.aguirre@hotmail.com


LA POLITICA DE LAS PERSONAS

Históricamente, las Cámaras de Diputados y Senadores han servido como protección para decenas de políticos que cometen un delito y se refugian en el fuero para no ser condenados.

El famoso fuero es un instrumento legal que brinda inmunidad procesal a ciertos actores políticos como diputados tanto estatales como federales, senadores, Presidente de la República, entre otros. En pocas palabras: No pueden ser detenidos ni sometidos a una acción penal sin que primero sea aprobado por la Cámara de Diputados.

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Ojo, sin que primero sea aprobado por la Cámara de Diputados. Muchas personas por años hemos creído que son intocables, que el fuero es una inmunidad que les perdona cualquier delito, pero no es así, ya que si la mayoría absoluta, es decir, la mitad más uno de los presentes en el Congreso lo aprueba, a la mayoría de los servidores públicos se les puede retirar el fuero, se les separa inmediatamente de su cargo y se inicia su proceso penal con la autoridad competente. Por lo tanto, que no nos vuelvan a decir que no se les puede castigar por ser servidores públicos porque sí se puede.

Sin embargo, enfrentemos y aceptemos una realidad: Entre 1917 y 2017 solo se quitó el fuero en siete ocasiones, en 100 años se les retiró la inmunidad a solo siete servidores públicos. Lo que nos demuestra que aún así sí se les pueda quitar, estar en el servicio público ha sido el refugio perfecto para criminales, pero lo ha sido porque lo hemos permitido, porque no hemos hecho que los encargados de poder castigarlos, o sea, los diputados federales, hagan su chamba.

Así que tampoco se trata de que caigamos en un discurso popular y fácil, que por cierto muchos lo han dicho y nadie nos ha cumplido, de decir vamos a eliminar el fuero por completo y para nadie habrá inmunidad. Ante tanta impunidad, es muy fácil caer en este discurso. Sin embargo, el fuero tiene su razón de ser, por ejemplo, recordemos que el Poder Legislativo, diputados y senadores, también tienen la función de la fiscalización, pueden hasta cierto punto perseguir delitos, más específicamente los que tengan que ver con recurso público, entonces en estos casos el fuero puede ayudar a que el Ejecutivo no utilice todo su aparato como venganza política de una investigación que algún legislador esté realizando. No se trata de eliminar por completo el fuero, se trata de que asuman su trabajo, su responsabilidad de castigar a quienes lo merecen.

Y hablando del fuero, dato curioso es que el exgobernador Jaime Bonilla tras ser ya acusado mediáticamente en varias ocasiones por supuestos delitos, ahora haya decidido regresar al Senado de la República, pero como ya lo mencionamos, en caso de que sí exista un delito su inmunidad será la que la Cámara de Diputados Federal quiera que sea. Así que no nos creamos si algún servidor público nos dice que ya no lo pueden perseguir por aquello del fuero.

flores.aguirre@hotmail.com