/ miércoles 22 de mayo de 2024

Los peligros del populismo

Cuauhtémoc López Guzmán

En 2004 escribí un ensayo titulado “El fin del presidencialismo populista”, donde sostenía que el presidente Vicente Fox no contaba con los activos institucionales formales e informales para cumplir con las superofertas que realizó en campaña.

En cambio, en la época de hegemonía priista el presidente no contaba con límites institucionales, pues el PRI lograba la mayoría legislativa en ambas cámaras, (gobierno unificado) en los Congresos locales, las gubernaturas y las alcaldías eran del mismo signo político.

El sol de México

Por primera vez el presidente Fox era contenido por la democracia, la tan anhelada democracia que exigían los panistas; es decir, por la efectiva vigencia de la división de poderes, (gobiernos divididos) el pluripartidismo y el federalismo.

En octubre del año pasado asistí al XI Congreso Internacional de Ciencia Política en Guadalajara Jalisco. Participamos ponentes mexicanos, europeos, latinoamericanos y norteamericanos. El tema central fue la erosión de la democracia en muchos países del mundo por el resurgimiento del populismo.

Yo presenté la conferencia “Los peligros del populismo”, donde abordé cuatro perspectivas: En la primera señalé que el presidencialismo y el populismo son una combinación peligrosa, ya que el juego de suma cero provoca tensión y conflictos entre poderes y de tipo electoral.

Expliqué que los gobiernos de coalición son el mecanismo de conciliación necesario para atenuar esta lógica maniquea de buenos y malos. Es necesario un gobierno de coalición formado por varios partidos; así se establece una dinámica de coherencia y responsabilidad gubernamental, pues el éxito o fracaso del gobierno se comparte entre los partidos coaligados.

La segunda perspectiva que analicé se refiere a la génesis del populismo en México, dónde y porqué surgió el populismo. En el caso mexicano, la revolución liderada por caudillos que controlaban y movilizaban a las masas campesinas y proletarias gestó el vínculo entre el líder del pueblo y el Presidente de la República. Así fue cómo el Ejecutivo federal no solo sería el encargado del despacho de la administración pública, atender los asuntos de gestión y presupuestó, sino representante, libertador y guía paternalista del pueblo.

Cuauhtémoc López Guzmán

En 2004 escribí un ensayo titulado “El fin del presidencialismo populista”, donde sostenía que el presidente Vicente Fox no contaba con los activos institucionales formales e informales para cumplir con las superofertas que realizó en campaña.

En cambio, en la época de hegemonía priista el presidente no contaba con límites institucionales, pues el PRI lograba la mayoría legislativa en ambas cámaras, (gobierno unificado) en los Congresos locales, las gubernaturas y las alcaldías eran del mismo signo político.

El sol de México

Por primera vez el presidente Fox era contenido por la democracia, la tan anhelada democracia que exigían los panistas; es decir, por la efectiva vigencia de la división de poderes, (gobiernos divididos) el pluripartidismo y el federalismo.

En octubre del año pasado asistí al XI Congreso Internacional de Ciencia Política en Guadalajara Jalisco. Participamos ponentes mexicanos, europeos, latinoamericanos y norteamericanos. El tema central fue la erosión de la democracia en muchos países del mundo por el resurgimiento del populismo.

Yo presenté la conferencia “Los peligros del populismo”, donde abordé cuatro perspectivas: En la primera señalé que el presidencialismo y el populismo son una combinación peligrosa, ya que el juego de suma cero provoca tensión y conflictos entre poderes y de tipo electoral.

Expliqué que los gobiernos de coalición son el mecanismo de conciliación necesario para atenuar esta lógica maniquea de buenos y malos. Es necesario un gobierno de coalición formado por varios partidos; así se establece una dinámica de coherencia y responsabilidad gubernamental, pues el éxito o fracaso del gobierno se comparte entre los partidos coaligados.

La segunda perspectiva que analicé se refiere a la génesis del populismo en México, dónde y porqué surgió el populismo. En el caso mexicano, la revolución liderada por caudillos que controlaban y movilizaban a las masas campesinas y proletarias gestó el vínculo entre el líder del pueblo y el Presidente de la República. Así fue cómo el Ejecutivo federal no solo sería el encargado del despacho de la administración pública, atender los asuntos de gestión y presupuestó, sino representante, libertador y guía paternalista del pueblo.