LA POLÍTICA DE LAS PERSONAS
Votemos por quien votemos, nuestro voto siempre cuenta. Muchas veces pensamos que si el candidato o candidata por quien votamos no gana el primer lugar, nuestro voto fue un voto perdido y no es así. Dos ejemplos claros y rápidos los tenemos cuando votamos por las alcaldías y las diputaciones locales.
Cuando votamos por una candidatura a la alcaldía, no nada más votamos por él o ella, sino también por una lista de regidores que ingresaron al inscribir su candidatura. Si la candidatura a alcalde logra por lo menos el 3% de la votación, ya entra mínimo una persona de su equipo a través de una regiduría, entra un representante de la candidatura por la cual votamos y quien puede dar seguimiento a las propuestas que su candidato a alcalde generó en campaña.
Dichos regidores forman parte muy importante para el desarrollo de los municipios, ya que son los que conforman gran parte del cabildo, que entre otras cosas, modifican o eliminan reglamentos municipales, además de ser contrapeso para modificaciones que se quieran hacer a nuestra Constitución local.
En el caso de las diputaciones locales, en Baja California tenemos 25 diputaciones en el Congreso, 17 de ellas llegan ganando las elecciones en cada uno de los distritos locales y ocho llegan como comúnmente los llamamos como plurinominales, las famosas “pluris”. Estas ocho diputaciones plurinominales se dan a los partidos políticos que participan en la elección y hayan alcanzado por lo menos el 3% de la votación.
Específicamente en nuestro Estado, a partir de estas elecciones gracias a un cambio en la ley dichas diputaciones plurinominales solo se les van a entregar a quienes sí hayan participado a través de una candidatura, es decir, a quienes hayan hecho campaña y utilizando una fórmula establecida en la ley, se calcula de todas las candidaturas del partido que participaron quien fue el que tuvo más porcentaje de votación. En pocas palabras, quién fue el mejor perdedor a nivel Estado. Eso significa que aún así el o la candidata a la diputación local por la que votemos no quede en primer lugar, no quiere decir que ya no va a llegar a la diputación, ya que si fue el mejor perdedor entre todos los candidatos que su partido tuvo en el Estado, puede llegar al Congreso.
Ésta es una pequeña de las tantas razones por las que salir a votar es crucial para nuestra democracia.
En Baja California 70% de la ciudadanía no se levanta a votar y una de los principales motivos es porque pensamos que si no gana por quien votamos, nuestro voto no cuenta, cuando al final siempre va a terminar entrando un representante de ese voto de alguna manera u otra, además un solo voto puede definir una elección y por ende el rumbo que queramos para nuestro Estado.
