VOZ CAMPESINA
La primera imagen relacionada con el ferrocarril que mi memoria conserva, es la del viejo y un tanto cuanto pequeño almacén construido de sólidas ‘tallas’ de madera, al lado de donde corrían las vías (el ‘traque’) del ‘Pachuco’ -apodo adjudicado al tren-según sabrosos relatos de trabajadores ferrocarrileros que fincaron sus raíces familiares en nuestro natal Bataquez (ejido Monterrey).
De pronto, cierto día el que fue centro de reunión en aquella feliz época donde la violenta delincuencia e impunidad casi no existían, desapareció junto a la niñez de quienes ahí concurríamos tarde a tarde.
Transformada notablemente en amplia vivienda particular, todavía permanece la casona que alojó a la estación, cuyo nombre heredara el poblado y aunque nunca vimos al metálico convoy transitar tal ruta, deteniéndose luego brevemente en las de Tecolotes, Paredones y Cuervos, previo arribo a Los Algodones. Sin embargo, años después disfrutamos del viaje tanto en el ‘Burro’ de colorido folclor gastronómico y baja velocidad, como de rapidez y primera clase, en ‘La Bala’.
Cumpliéndose el 70 aniversario del añorado sistema de transporte para carga y pasajeros, no dudamos de un enorme éxito de reinstalarse a nivel turístico el segundo servicio, en bien diseñado recorrido que abriera a visitantes extranjeros y locales, acceso a conocer múltiples atractivos del valle de Mexicali.
Los ‘Pájaros de la Nieve’ que se asientan durante meses en la frontera con Arizona (E.U.A.) muy seguramente aprovecharían tan llamativa oportunidad. Pero (el infaltable) pese a sugerencias manifestadas, la autoridad competente no considera tal proyecto en esta región, pues de Tijuana a Tecate sí funciona tiempo atrás un tren turístico.
Quizá (vale la pena pensarlo) podría así concretarse el famoso cuan cacareado ‘corredor’ Los Algodones-San Felipe. Máxime ahora que (viva la ‘sagrada’ y siempre invisible vaquita marina) la actividad turística pareciera ser el destino del (¿ex?) puerto pesquero cachanilla, del que destaca innegable belleza natural en playas, desierto, cercana serranía, etc., etc.
Cuestión de planificarse debida y exhaustivamente el tema, de muy probables resultados productivos. Mientras, enviamos cálido abrazo a los ferrocarrileros mexicalenses y respetuoso recuerdo por sus compañeros ya en el cielo. Seguramente extrañan (muchos compartimos ese sentimiento) al ‘Pachuco’. ¡FELICIDADES!
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