Voz Campesina
Una vez más, según ocurre cada año, la canícula mexicalense, con sus cuarenta y tantos grados centígrados pa’ delante genera ya molestias y/o riesgo de enfermedades, léase golpe de calor, gastrointestinales, etc., etc.
Obvio, quienes a diario enfrentan el álgido clima dentro de su digna tarea como jornaleros agrícolas, albañilería y diversas labores de exposición directa al sol, corren mayor peligro, debiendo tomar las medidas preventivas dadas a conocer por el sector Salud.
Una de éstas el consumo de suero vida oral que distribuye en denominadas “Casas de Hidratación”, experiencia que -dicho a plena humildad- hemos realizado en el Valle de Mexicali (adquiriendo el producto mediante recursos propios y generosa aportación -en especie- de amigos), toda vez que nunca logramos obtenerlo de las autoridades.
Sin demeritar el exitoso esquema (máxime en la zona urbana), hoy de nuevo ofrecemos nuestra disponibilidad para llevar ese beneficio hasta distantes áreas rurales habitadas, cuya cercanía a las parcelas, optimiza el objetivo social. También replanteamos la sugerencia de que vehículos oficiales practiquen recorridos ofertando el alivio en el lugar donde suele necesitarse mayormente. Que agroempresas y/o ‘productores’ (siembran cientos de hectáreas) implementaran el operativo sería fabuloso, pero a franqueza total lo vemos difícil, cuando sus mismos trabajadores se quejan en redes sociales de inequidad laboral. Mientras dicha -cibernética- versión acaba desmentida y/o se confirma al acudir los segundos, a la correspondiente instancia de justicia ni el calorón ‘chicalense’, ni el cultivo de alimentos, esperan.
Si los destinatarios de la aquí esbozada propuesta admiten instrumentar el apoyo anticipándose a probables afectaciones físicas del personal que ‘se la parte’ bajo los rayos solares empujando la productividad, es adivinable aún más éxito.