El prestigiado sociólogo de origen austriaco Dr. Matías H.R. concibe un futuro cercano medio sombrío, tomando en cuenta los más relevantes sucesos históricos registrados por la civilización occidental.
De entrada establece que en los registros históricos podemos encontrar muchas de las constantes del comportamiento de las sociedades creadas por el Homo Sapiens, donde el intelecto y las habilidades propias de la especie han generado toda clase de sucesos, desde las genialidades admirables hasta las atrocidades más despreciables.
1. El pasado del futuro. En su libro “El pasado del futuro” publicado en el 2001 nos propone que mediante la imaginación creadora veamos las calamidades actuales como el calentamiento global derivado del cambio climático, las guerras entre naciones rivales, las epidemias masivas, las disputas por los recursos naturales como el agua y las tierras cultivables; las crisis económicas, las migraciones de la pobreza y la violencia, las sequías y terremotos, las extinciones de especies animales. Al captar estos fenómenos en toda su amplitud, los podemos rastrear en los diferentes periodos históricos en que se presentaron. De esta manera se estudian sus causas, efectos e interpretaciones hasta llegar a las implicaciones actuales.
Este cúmulo de saberes nos aproxima a futuros previsibles o más o menos presumibles.
2. El futuro del pasado. Si bien la sobrepoblación de la especie humana ha provocado toda clase de problemas sociales, nuestro autor MHR pone énfasis en este asunto y nos advierte que el principal enemigo de la especie es la propia especie humana.
Más que por las elevadas tasas de natalidad, el fallo principal se encuentra en los intereses geopolíticos orientados a favorecer a bloques hegemónicos en detrimento de los países y grupos precarizados.
3. Fenomenología de los aciertos y desaciertos humanos. Al analizar el sobre poblamiento del planeta y la crisis medio ambiental provocada por una visión utilitaria-mercantil de los recursos naturales, el Dr. Matías H.R. nos plantea que el futuro de los humanos terrícolas puede estar condicionado por las fallas inherentes al proceder falto de ética de nuestra especie.
El fortalecimiento de los valores democráticos, los adelantos en las ciencias de la salud, la justicia social y la equidad en la distribución de la riqueza; los nuevos ordenamientos urbanos y el respeto a los equilibrios ecológicos, el florecimiento de la educación humanista, de la alta cultura y de las artes, todas estas expresiones podrían enfrentar la proliferación de las guerras, las crisis económicas y las pandemias.
