/ lunes 27 de junio de 2022

La libertad para decidir

Angélica de la Peña

Ninguna mujer que ha abortado puede decir que fue fácil tomar esa decisión. La carga de la prueba se avienta solita en la mayoría de las veces y sus cuestionamientos sobre continuar o no un embarazo no deseado, se da enfrentando todas las repercusiones.

Un poco de biología. La especie humana se reproduce a partir de que la hembra es preñada por el macho. Y el gameto de la mujer está dentro de ella, como mamífera que es. El embarazo, parece obvio decirlo, deriva de una relación sexual, consentida o no. Lo que derive como consecuencia es la bronca de la mujer. Si la acusan por abortar, ella va a la cárcel; el susodicho ni en cuenta, como si se embarazara sola.

Foto: Carlos Luna 1 El Sol de Tijuana

Preñar a una mujer desde cualquier religión tiene como fin la perpetuación de la especie, pero también al control del cuerpo de la mujer que además de ser el objeto de la concepción, también es el objeto sexual de quien ha actuado como propietario de su vida. El cuerpo de la mujer controlado por el hombre deja de ser fértil, lo cambia por otro cuerpo más joven. Las mujeres “cosas”, estaban circunscritas al servicio del hombre y a concebir su prole.}

Pero la Ilustración llegó a la Humanidad hace más de 300 años y también logró revolucionar la vida de las mujeres: Las feministas se cuestionaron porqué tenía que ser diferente su trato respecto a los hombres, si eran humanas iguales. En primer lugar exigir acceso a la educación de las niñas y las adultas a ejercer oficios fuera del hogar; decidir con quién emparejarse, incluso divorciarse. Llega el siglo XX y las mujeres exigimos ser sujetas de derechos plenos, los mismos que han venido gozando los hombres. Desde ese tenor se inscribe ser madre o no serlo.

Ante la disyuntiva de no tener más hijos y recurrir al aborto clandestino, ha sido en el mundo un grave problema social por las muertes de las mujeres pobres. Hablarlo abiertamente es complicado por las ataduras de un poderoso elemento invisible de control que es la religión. Hoy ya no se excomulga a ninguna mujer por usar anticonceptivos. Pero si aborta es otra cosa. Hay mujeres que genuinamente piensan que no deben interrumpir un proceso de vida acorde a su religión. Ni siquiera por una violación se atreverían a abortar y están en su derecho. Pero muchísimas más lo harán y aun prohibido, recurrirán al aborto. Las más pobres, enfrentando serios riesgos de perder la vida por las condiciones insalubres o la amenaza de ser criminalizadas.

Lo resuelto por la Corte de los Estados Unidos de Norteamérica, al suprimir el derecho de las mujeres a abortar en ese país, es un mal precedente porque afecta sus derechos civiles. El dictamen de 1973 conocido como Roe VS Wade constituye un retroceso contra los derechos ganados por las mujeres para decidir sobre su cuerpo. Quienes se oponen al aborto hoy lo festejan, pero el riesgo de volver a la época en que las mujeres mueran por abortos mal practicados, es real: Un retroceso de 50 años atrás.

Las mujeres que estamos a favor de la decisión legal para interrumpir un embarazo no deseado, estamos preocupadas por la tendencia que puede tener en el mundo la decisión de esta Corte. Por lo pronto necesitamos apoyar a las mujeres del país vecino porque su lucha es nuestra; es la libertad de decisión

Angélica de la Peña

Ninguna mujer que ha abortado puede decir que fue fácil tomar esa decisión. La carga de la prueba se avienta solita en la mayoría de las veces y sus cuestionamientos sobre continuar o no un embarazo no deseado, se da enfrentando todas las repercusiones.

Un poco de biología. La especie humana se reproduce a partir de que la hembra es preñada por el macho. Y el gameto de la mujer está dentro de ella, como mamífera que es. El embarazo, parece obvio decirlo, deriva de una relación sexual, consentida o no. Lo que derive como consecuencia es la bronca de la mujer. Si la acusan por abortar, ella va a la cárcel; el susodicho ni en cuenta, como si se embarazara sola.

Foto: Carlos Luna 1 El Sol de Tijuana

Preñar a una mujer desde cualquier religión tiene como fin la perpetuación de la especie, pero también al control del cuerpo de la mujer que además de ser el objeto de la concepción, también es el objeto sexual de quien ha actuado como propietario de su vida. El cuerpo de la mujer controlado por el hombre deja de ser fértil, lo cambia por otro cuerpo más joven. Las mujeres “cosas”, estaban circunscritas al servicio del hombre y a concebir su prole.}

Pero la Ilustración llegó a la Humanidad hace más de 300 años y también logró revolucionar la vida de las mujeres: Las feministas se cuestionaron porqué tenía que ser diferente su trato respecto a los hombres, si eran humanas iguales. En primer lugar exigir acceso a la educación de las niñas y las adultas a ejercer oficios fuera del hogar; decidir con quién emparejarse, incluso divorciarse. Llega el siglo XX y las mujeres exigimos ser sujetas de derechos plenos, los mismos que han venido gozando los hombres. Desde ese tenor se inscribe ser madre o no serlo.

Ante la disyuntiva de no tener más hijos y recurrir al aborto clandestino, ha sido en el mundo un grave problema social por las muertes de las mujeres pobres. Hablarlo abiertamente es complicado por las ataduras de un poderoso elemento invisible de control que es la religión. Hoy ya no se excomulga a ninguna mujer por usar anticonceptivos. Pero si aborta es otra cosa. Hay mujeres que genuinamente piensan que no deben interrumpir un proceso de vida acorde a su religión. Ni siquiera por una violación se atreverían a abortar y están en su derecho. Pero muchísimas más lo harán y aun prohibido, recurrirán al aborto. Las más pobres, enfrentando serios riesgos de perder la vida por las condiciones insalubres o la amenaza de ser criminalizadas.

Lo resuelto por la Corte de los Estados Unidos de Norteamérica, al suprimir el derecho de las mujeres a abortar en ese país, es un mal precedente porque afecta sus derechos civiles. El dictamen de 1973 conocido como Roe VS Wade constituye un retroceso contra los derechos ganados por las mujeres para decidir sobre su cuerpo. Quienes se oponen al aborto hoy lo festejan, pero el riesgo de volver a la época en que las mujeres mueran por abortos mal practicados, es real: Un retroceso de 50 años atrás.

Las mujeres que estamos a favor de la decisión legal para interrumpir un embarazo no deseado, estamos preocupadas por la tendencia que puede tener en el mundo la decisión de esta Corte. Por lo pronto necesitamos apoyar a las mujeres del país vecino porque su lucha es nuestra; es la libertad de decisión