/ miércoles 15 de septiembre de 2021

Revocación de mandato

Las rarezas de nuestro sistema político son evidentes. En principio, el tener la oportunidad de rectificar el voto a mediados de un mandato debería ser un avance significativo para la democracia y para el bienestar de una nación. La posibilidad real y concreta de quitar a un presidente es el sueño de varios mexicanos, pero es un tema que misteriosamente no acaba de convencer a todos.

En días pasados se formalizó la consulta sobre la revocación de mandato para marzo del 2022, pero la noticia es que hay grupos de oposición al ejercicio democrático, poniendo como razonamiento la inestabilidad, el sabotaje y la inmadurez de nuestro sistema político. Y probablemente todo lo anterior sea una realidad innegable, pero por lo menos se debe de dar el beneficio de la duda y apelar al deseo de mejoramiento para consolidar el desarrollo de nuestro país.

Captura pantalla

Es evidente que para el primer mandatario será una dura batalla la revocación de mandato, que lo hará consumir horas de trabajo y esfuerzo; sin embargo, todos sabemos que la mejor forma de convencer es con hechos y aterrizando las políticas públicas en beneficio de los mexicanos.

Es decir, la mejor de las campañas para que un presidente termine su mandato siempre será la coherencia y el ejercicio transparente de sus decisiones y no sus discursos, promesas y entrevistas pagadas en medios de comunicación.

Sin lugar a duda, existen grupos de interés que buscan desestabilizar al país para tener mejores oportunidades con la corrupción y tráfico de influencias de su lado, pero cada vez su margen de influencia en electorado es minado por la información que circula en redes o medios alternativos. Así que la posibilidad de un golpe de estado blando es mínima.

Lo curioso es que los opositores al actual presidente han entrado a la contienda de la consulta derrotados al intentar sabotearla. Es decir, en vez de promover la participación de los inconformes lanzan arengas para que el electorado no acuda a las urnas con argumentos poco creíbles como su alto costo y los riesgos de inestabilidad del país, cuando los que tienen los medios para desestabilizar el país son ellos.

El único riesgo político de la consulta que advierto será en los próximos sexenios, porque por el momento no existen todavía las condiciones para que la consulta represente un escenario adverso; aún así, hay que entender que toda ley se modifica. ¿Será que la consulta de revocación de mandato llegó para quedarse por siempre? ¡La anterior es la gran interrogante!

glinarez@hotmail.com

Las rarezas de nuestro sistema político son evidentes. En principio, el tener la oportunidad de rectificar el voto a mediados de un mandato debería ser un avance significativo para la democracia y para el bienestar de una nación. La posibilidad real y concreta de quitar a un presidente es el sueño de varios mexicanos, pero es un tema que misteriosamente no acaba de convencer a todos.

En días pasados se formalizó la consulta sobre la revocación de mandato para marzo del 2022, pero la noticia es que hay grupos de oposición al ejercicio democrático, poniendo como razonamiento la inestabilidad, el sabotaje y la inmadurez de nuestro sistema político. Y probablemente todo lo anterior sea una realidad innegable, pero por lo menos se debe de dar el beneficio de la duda y apelar al deseo de mejoramiento para consolidar el desarrollo de nuestro país.

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Es evidente que para el primer mandatario será una dura batalla la revocación de mandato, que lo hará consumir horas de trabajo y esfuerzo; sin embargo, todos sabemos que la mejor forma de convencer es con hechos y aterrizando las políticas públicas en beneficio de los mexicanos.

Es decir, la mejor de las campañas para que un presidente termine su mandato siempre será la coherencia y el ejercicio transparente de sus decisiones y no sus discursos, promesas y entrevistas pagadas en medios de comunicación.

Sin lugar a duda, existen grupos de interés que buscan desestabilizar al país para tener mejores oportunidades con la corrupción y tráfico de influencias de su lado, pero cada vez su margen de influencia en electorado es minado por la información que circula en redes o medios alternativos. Así que la posibilidad de un golpe de estado blando es mínima.

Lo curioso es que los opositores al actual presidente han entrado a la contienda de la consulta derrotados al intentar sabotearla. Es decir, en vez de promover la participación de los inconformes lanzan arengas para que el electorado no acuda a las urnas con argumentos poco creíbles como su alto costo y los riesgos de inestabilidad del país, cuando los que tienen los medios para desestabilizar el país son ellos.

El único riesgo político de la consulta que advierto será en los próximos sexenios, porque por el momento no existen todavía las condiciones para que la consulta represente un escenario adverso; aún así, hay que entender que toda ley se modifica. ¿Será que la consulta de revocación de mandato llegó para quedarse por siempre? ¡La anterior es la gran interrogante!

glinarez@hotmail.com