/ lunes 12 de marzo de 2018

La utilisisísima historia

VIENTOS

La historia suele ser atractiva –aunque no necesariamente alegre-, porque nos permite conocer algunas acciones pasadas o pensamientos causantes de efectos que son llegados a nuestra percepción desconociendo las causas que lo provocaron. Por ello la historia es materia de interés primordial.

El historiador mexicano José Mancisidor, sacó de la herrumbre de las páginas tan abandonadas de esa preciosa obra “México a través de los siglos”, un documento (acortado); la carta que Napoleón envió al general Forey desde Fontainebleau en 1862 y que es tiempo, hoy mismo, de reerla con atención: “En el estado actual de la civilización del mundo, la prosperidad de América no es indiferente para Europa, puesto que alimenta nuestra industria y hace vivir nuestro comercio… No tenemos ningún interés en que la República de los Estados Unidos se apodere de todo el Golfo de México, domine desde allí a las Antillas y la América del Sur y sea la dispensadora de los productos del Nuevo Mundo… Si, por el contrario, por las armas de Francia México se constituye en un gobierno estable, habremos puesto un dique insuperable a las invasiones de los Estados Unidos… En cuanto al príncipe que pudiera subir al trono de México, se verá obligado a obrar siempre en bien de los intereses de Francia, puesto que no podrá siquiera sostenerse sino por nuestra influencia”. (De la obra “Historia de la Revolución Mexicana”. José Mancisidor. Costa Amic Editores, S.A. 39a. Edición 1980).

La historia universal nos informa del cómo Francia tuvo que retirarse y cuáles fueron sus motivos más allá de las fuerzas mexicanas que derrotaron al Imperio de Maximiliano ya desprotegido por Francia. Vale la pena verse desde lejos, porque de pronto encontramos ciertas similitudes con el hoy en que el capitalismo nos fundió en su camino.

No sé si para bien o para mal. Espero que para bien. Hay un dicho hindú que dice que es mejor caminar a lomos de un elefante que tratar de montar a un tigre. Y tal vez sea bien dicho, pues nuestros capitalistas todavía no han mostrado la garra porque las esconden como los felinos. Pero ellos también -nuestros capitalistas- ya han cambiado. No vienen a lidear salvajes, ya son gente de estudio, con sensibilidades, de tal modo que es hoy Coparmex la que está luchando por la elevación de los salarios en México. Y eso es muy importante.

Por lo pronto vamos a la cola del capitalismo, pero como las pulgas en el perro. A ver qué gota de sangre chupamos. Luego veremos que hacer. Pero no va a ser fácil nuestra incorporación al capitalismo bárbaro todavía en batalla por ser dueños de todo el poder. Eso es peligroso. Y son las luces de Putin y de Trump. Ya ni siquiera de Corea del Norte que quiere paz y tiene razón, como nosotros los mexicanos que la queremos tanto que parece un ser divino inalcanzable. Pero es mejor esperar.

jaimepardoverdugo@yahoo.com.mx

VIENTOS

La historia suele ser atractiva –aunque no necesariamente alegre-, porque nos permite conocer algunas acciones pasadas o pensamientos causantes de efectos que son llegados a nuestra percepción desconociendo las causas que lo provocaron. Por ello la historia es materia de interés primordial.

El historiador mexicano José Mancisidor, sacó de la herrumbre de las páginas tan abandonadas de esa preciosa obra “México a través de los siglos”, un documento (acortado); la carta que Napoleón envió al general Forey desde Fontainebleau en 1862 y que es tiempo, hoy mismo, de reerla con atención: “En el estado actual de la civilización del mundo, la prosperidad de América no es indiferente para Europa, puesto que alimenta nuestra industria y hace vivir nuestro comercio… No tenemos ningún interés en que la República de los Estados Unidos se apodere de todo el Golfo de México, domine desde allí a las Antillas y la América del Sur y sea la dispensadora de los productos del Nuevo Mundo… Si, por el contrario, por las armas de Francia México se constituye en un gobierno estable, habremos puesto un dique insuperable a las invasiones de los Estados Unidos… En cuanto al príncipe que pudiera subir al trono de México, se verá obligado a obrar siempre en bien de los intereses de Francia, puesto que no podrá siquiera sostenerse sino por nuestra influencia”. (De la obra “Historia de la Revolución Mexicana”. José Mancisidor. Costa Amic Editores, S.A. 39a. Edición 1980).

La historia universal nos informa del cómo Francia tuvo que retirarse y cuáles fueron sus motivos más allá de las fuerzas mexicanas que derrotaron al Imperio de Maximiliano ya desprotegido por Francia. Vale la pena verse desde lejos, porque de pronto encontramos ciertas similitudes con el hoy en que el capitalismo nos fundió en su camino.

No sé si para bien o para mal. Espero que para bien. Hay un dicho hindú que dice que es mejor caminar a lomos de un elefante que tratar de montar a un tigre. Y tal vez sea bien dicho, pues nuestros capitalistas todavía no han mostrado la garra porque las esconden como los felinos. Pero ellos también -nuestros capitalistas- ya han cambiado. No vienen a lidear salvajes, ya son gente de estudio, con sensibilidades, de tal modo que es hoy Coparmex la que está luchando por la elevación de los salarios en México. Y eso es muy importante.

Por lo pronto vamos a la cola del capitalismo, pero como las pulgas en el perro. A ver qué gota de sangre chupamos. Luego veremos que hacer. Pero no va a ser fácil nuestra incorporación al capitalismo bárbaro todavía en batalla por ser dueños de todo el poder. Eso es peligroso. Y son las luces de Putin y de Trump. Ya ni siquiera de Corea del Norte que quiere paz y tiene razón, como nosotros los mexicanos que la queremos tanto que parece un ser divino inalcanzable. Pero es mejor esperar.

jaimepardoverdugo@yahoo.com.mx