Vientos
El 23 de agosto pasado mi admirada colega Isabel Arvide en su columna “Sin Gafete”, produce una argumentación en favor de la profesora Elba Esther Gordillo Morales, recién excarcelada y en contra de la justicia mexicana.
Arguye Chabela de mi admiración –aquí referida muchas veces-, que la encarcelación por cinco años de la “profa” no benefició a sus encarceladores (Procuraduría de Justicia de la República) desnudada (la Procu) finalmente por un juez que no encontró elementos para acusar de todo lo que fue acusada la doñita y dictó un excarcelamiento.
En México -Chabela lo sabe, todos lo sabemos- los billetes hacen milagros, a veces tardados… pero efectivos. Y también sabe que la profa ya tiene, para siempre, rasgada la imagen independientemente de que hoy la luzca fresca y lozana, saludable y vital -milagros también de la cirugía estética- y no la envejecida y natural impactación en lo espiritual que provoca el cansancio de la piel y los músculos un encarcelamiento normal de cinco años de cualquier mujer sin los medios para atajar la vejez natural y las injusticias.
Una guerrera en paz, dice Chabela, y yo digo que a fuerza. Hay cosas en el “back ground” personal, que mejor “no menearle”. Los primeros indicios la metieron en chirona y los billetes se estrellaron igual que la sapiencia jurídica de los abogados. Serían el Poder Político o la verdad evidente. Pero si se trata de política, ésta rebotó por reacción a lo negativo, a la traición. Y ahí, en política, todo se paga. Y como hay muchos adentro del fango, pues mejor que todo quede ahí y se guarden las armas. Recordad que siempre es más rico el rico cuando empobrece, que el pobre cuando enriquece. Así es más fuerte el político que queda limpio que el que queda sucio. Hay múltiples trampas en la política que los que un discurso de la profa puede desbaratar con lágrimas vengativas cuando la realidad evidencia que fueron, a fin de cuentas, autoestimuladas, cuando ella se creyó toda poderosa frente a un real poder que le abrió los caminos y que así también se los quita. La humildad no debe avergonzar a nadie si es sincera. En la ruleta de la política se pierde todo, pero no tanto cuando la cárcel jamás se pisó.
La parte jurídica del “estrambótico” asunto La Profa Vs. El Poder, queda siempre en suspenso, porque siempre hay “pintitos” que no mancharon el primer arroz… luego salen hasta las víboras prietas de Fox…Y si por ahora callan los profesores que al principio se llamaron robados, alguna vez, como las golondrinas de Becquer al revés, pueden volver. Sin embargo, habida cuenta de que “El Peje” electo no la quiere a su lado, pues “amor y paz” y que siga la fiesta.
