/ viernes 18 de agosto de 2023

Menos face. y más book | “El capitán salió a comer y los marineros se tomaron el barco”

Estoy pensando si podré escribir o empatar algunas frases con sentido esta tarde. Todo a mi alrededor huele a excesos, a cigarros a medio fumar, a ceniceros volcados sobre la alfombra, a resaca y a botellas de diferentes colores que adornan el piso como un árbol de Navidad muerto.

Amigos lectores de esta humilde columna, ese párrafo anterior intenté (y de manera no lograda) darle un aire bukowskiano a esta columna, ya que leí por primera vez un libro de este escritor de culto, Charles Bukowski.

Foto: Carlos Juvera | La Voz de la Frontera

Quiero aclarar a los más puristas que deben estar rasgando vestiduras “cómo que es el primero que lee, si es un clásico, etc.”. Es la primera obra que leo de él por la sencilla razón que el precio de sus libros suben por el promedio de mis gastos, así de plano y sin ambages. No sé qué pasa con los derechos de autor, las editoriales, pero los ejemplares de Bukowski son muy escasos.

Bueno, ahora hablemos de esta obra muy particular. Este libro fue una sugerencia de su amigo y editor, John Martin, quien le dijo al escritor “porqué no vas escribiendo tus reflexiones del día a día, tus experiencias a esta edad madura (más de 70 años)” y así lo hizo. Como si fuera un diario de vida, Bukowski escribía sus múltiples salidas al hipódromo (para él era como una terapia religiosa), sus reflexiones que tenía en su jacuzzi, sus entrevistas fallidas con fans y sobre todo cómo evaluaba lo que había sido su vida.

El escritor mientras chapoteaba en su casa, recordaba las múltiples peleas que tuvo en los bares, cómo literalmente dormía sobre bolsas de basura y cómo seguía odiando a las personas en general: “Odio a la humanidad, creo que hay buenas personas, pero como individuos… Cuando estos individuos se juntan, hacen una humanidad que detesto”, escribía el alcoholizado nacido en Alemania.

“El capitán salió a comer y los marineros se tomaron el barco” (Booknet, 89 páginas) es una excelente manera de conocer al escritor, a la persona, pero no su trabajo, ya que son reflexiones muy personales, en donde no busca enganchar al lector con historias fantásticas o con personajes del inframundo. No, en este libro conocerás los reales pensamientos del artista, como escribía y su religiosidad para esta actividad.

Para él realmente era una catarsis y era imposible ver la vida si no pasaba una tres o cuatro horas al frente de su computador escribiendo, le daba como un síndrome de abstinencia al estar separado de su escritorio.

Este libro está recomendado para fans de Bukowski definitivamente. Si lo deseas regalar, que sea para alguien que ya ha leído algo de este escritor. Si no, es muy posible que no entienda de quien se trata y no empatará con la dinámica de este escritor maldito.

Este y muchos libros más, ya sea de escritores malditos y santos, los puedes encontrar y te los mandan a casa (con rastreo online) los amigos de LIBROS HUÉRFANOS. Búscalos en Instagram, ellos te darán la mejor atención para la compra de tus libros nuevos y seminuevos. ¡Adopta un libro huérfano!

“MI PLANTA DE NARANJA LIMA”

Hace unos 20 años escuché de este libro y por fin lo pude conseguir. Debo iniciar esta columna con la idea de que este libro NO debe ser leído por los niños porque es demasiado triste; dejemos las mentes y corazón de los infantes aún con inocencia y dulzura; no los enfrentemos a la pobreza y maldad.

“Mi planta de naranja lima” (editorial El Ateneo, 177 páginas) es un best seller del escritor brasilero José Mauro de Vasconcelos. Este libro le dio reconocimiento no solo en su natal Brasil, sino en los demás países en donde fue traducido. ¿Por qué? te preguntarás amigo lector, porque relata la vida del pequeño Zezeo, de 5 años, que vive en pobreza y trata de ser niño en una familia donde no solo escasea el dinero, sino también muchas veces la empatía.

El autor no escribió este libro con la ignorancia de la pobreza, ya que él tuvo una infancia muy precaria y provisto de una gran memoria y de haber recorrido gran parte de su Brasil por los múltiples trabajos que tuvo (entrenador de box, cargador de plátanos, modelo de escultores, etc.), pudo impregnar en esta obra la realidad que muchos vivían y siguen viviendo en ese tropical país.

Este libro es contado por la voz de Zezeo, un niño como todos, pero que siente que una voz interior le habla y lo obliga a cometer travesuras, las cuales lo meten en múltiples problemas en su casa y termina siendo muchas veces golpeado de sobremanera. Tiene una vívida imaginación que le ayuda a soportar los golpes de la vida. Por ejemplo, se inventa que en su casa hay un zoológico y puede viajar a Europa llevándose de la mano a su hermano menor de la mano a estas excursiones “por el mundo” sin salir de su patio.

El nombre del libro viene de la relación que toma el protagonista con un árbol que hay en su patio, que resulta como un confidente. En lo particular esperaba más protagonismo de este árbol (por el nombre del libro), pero no es tan trascendental su participación en la obra.

El twist del libro se realiza cuando el protagonista conoce a un hombre adulto que genera una amistad con el pequeño, que ve y se da cuenta de sus carencias no solo económicas (no tenía calzado, no comía de manera regular, etc.) sino afectivas y este personaje trata de darle ese afecto, el cual el niño no sabe cómo recibirlo al inicio, pero al paso de los días empieza a entender y a gozar ese sentimiento de “no ser un humano carga o problema” como se lo hace sentir su familia.

No diré más del libro, ya que como conté al inicio no es libro para niños porque lloras. Cada vez que mencionaba a amigos lectores de este libro decían “vas a llorar” y es verdad, en la página 48 ya había llorado un par de veces y por ese motivo creo que no es un libro adecuado para niños. ¿Para qué exponerlos a la tristeza y miseria?

Mail to: bettancourtcastro@gmail.com

Estoy pensando si podré escribir o empatar algunas frases con sentido esta tarde. Todo a mi alrededor huele a excesos, a cigarros a medio fumar, a ceniceros volcados sobre la alfombra, a resaca y a botellas de diferentes colores que adornan el piso como un árbol de Navidad muerto.

Amigos lectores de esta humilde columna, ese párrafo anterior intenté (y de manera no lograda) darle un aire bukowskiano a esta columna, ya que leí por primera vez un libro de este escritor de culto, Charles Bukowski.

Foto: Carlos Juvera | La Voz de la Frontera

Quiero aclarar a los más puristas que deben estar rasgando vestiduras “cómo que es el primero que lee, si es un clásico, etc.”. Es la primera obra que leo de él por la sencilla razón que el precio de sus libros suben por el promedio de mis gastos, así de plano y sin ambages. No sé qué pasa con los derechos de autor, las editoriales, pero los ejemplares de Bukowski son muy escasos.

Bueno, ahora hablemos de esta obra muy particular. Este libro fue una sugerencia de su amigo y editor, John Martin, quien le dijo al escritor “porqué no vas escribiendo tus reflexiones del día a día, tus experiencias a esta edad madura (más de 70 años)” y así lo hizo. Como si fuera un diario de vida, Bukowski escribía sus múltiples salidas al hipódromo (para él era como una terapia religiosa), sus reflexiones que tenía en su jacuzzi, sus entrevistas fallidas con fans y sobre todo cómo evaluaba lo que había sido su vida.

El escritor mientras chapoteaba en su casa, recordaba las múltiples peleas que tuvo en los bares, cómo literalmente dormía sobre bolsas de basura y cómo seguía odiando a las personas en general: “Odio a la humanidad, creo que hay buenas personas, pero como individuos… Cuando estos individuos se juntan, hacen una humanidad que detesto”, escribía el alcoholizado nacido en Alemania.

“El capitán salió a comer y los marineros se tomaron el barco” (Booknet, 89 páginas) es una excelente manera de conocer al escritor, a la persona, pero no su trabajo, ya que son reflexiones muy personales, en donde no busca enganchar al lector con historias fantásticas o con personajes del inframundo. No, en este libro conocerás los reales pensamientos del artista, como escribía y su religiosidad para esta actividad.

Para él realmente era una catarsis y era imposible ver la vida si no pasaba una tres o cuatro horas al frente de su computador escribiendo, le daba como un síndrome de abstinencia al estar separado de su escritorio.

Este libro está recomendado para fans de Bukowski definitivamente. Si lo deseas regalar, que sea para alguien que ya ha leído algo de este escritor. Si no, es muy posible que no entienda de quien se trata y no empatará con la dinámica de este escritor maldito.

Este y muchos libros más, ya sea de escritores malditos y santos, los puedes encontrar y te los mandan a casa (con rastreo online) los amigos de LIBROS HUÉRFANOS. Búscalos en Instagram, ellos te darán la mejor atención para la compra de tus libros nuevos y seminuevos. ¡Adopta un libro huérfano!

“MI PLANTA DE NARANJA LIMA”

Hace unos 20 años escuché de este libro y por fin lo pude conseguir. Debo iniciar esta columna con la idea de que este libro NO debe ser leído por los niños porque es demasiado triste; dejemos las mentes y corazón de los infantes aún con inocencia y dulzura; no los enfrentemos a la pobreza y maldad.

“Mi planta de naranja lima” (editorial El Ateneo, 177 páginas) es un best seller del escritor brasilero José Mauro de Vasconcelos. Este libro le dio reconocimiento no solo en su natal Brasil, sino en los demás países en donde fue traducido. ¿Por qué? te preguntarás amigo lector, porque relata la vida del pequeño Zezeo, de 5 años, que vive en pobreza y trata de ser niño en una familia donde no solo escasea el dinero, sino también muchas veces la empatía.

El autor no escribió este libro con la ignorancia de la pobreza, ya que él tuvo una infancia muy precaria y provisto de una gran memoria y de haber recorrido gran parte de su Brasil por los múltiples trabajos que tuvo (entrenador de box, cargador de plátanos, modelo de escultores, etc.), pudo impregnar en esta obra la realidad que muchos vivían y siguen viviendo en ese tropical país.

Este libro es contado por la voz de Zezeo, un niño como todos, pero que siente que una voz interior le habla y lo obliga a cometer travesuras, las cuales lo meten en múltiples problemas en su casa y termina siendo muchas veces golpeado de sobremanera. Tiene una vívida imaginación que le ayuda a soportar los golpes de la vida. Por ejemplo, se inventa que en su casa hay un zoológico y puede viajar a Europa llevándose de la mano a su hermano menor de la mano a estas excursiones “por el mundo” sin salir de su patio.

El nombre del libro viene de la relación que toma el protagonista con un árbol que hay en su patio, que resulta como un confidente. En lo particular esperaba más protagonismo de este árbol (por el nombre del libro), pero no es tan trascendental su participación en la obra.

El twist del libro se realiza cuando el protagonista conoce a un hombre adulto que genera una amistad con el pequeño, que ve y se da cuenta de sus carencias no solo económicas (no tenía calzado, no comía de manera regular, etc.) sino afectivas y este personaje trata de darle ese afecto, el cual el niño no sabe cómo recibirlo al inicio, pero al paso de los días empieza a entender y a gozar ese sentimiento de “no ser un humano carga o problema” como se lo hace sentir su familia.

No diré más del libro, ya que como conté al inicio no es libro para niños porque lloras. Cada vez que mencionaba a amigos lectores de este libro decían “vas a llorar” y es verdad, en la página 48 ya había llorado un par de veces y por ese motivo creo que no es un libro adecuado para niños. ¿Para qué exponerlos a la tristeza y miseria?

Mail to: bettancourtcastro@gmail.com