/ lunes 17 de septiembre de 2018

¿Por qué perdió el PRI? (I/II)

VIENTOS

Al Partido Revolucionario Institucional en las elecciones del pasado 2 de julio, “Morena” le asestó un golpe “mortal”, dice. En México hasta eso pudiera ser posible… ¿pero será?

Dicen sus desorientadas cabezas que están estudiando las razones de su derrota. Eso es un cinismo impropio de quienes han dirigido o dirigen al Institucional y conforman sus discursos hasta hace poco festejantes de triunfos imaginarios. Ellos saben bien que finalmente, sin andar con sutilezas, la única razón es que el RI abandonó sus compromisos fundamentales en el Partido Nacional Revolucionario (PNR) y ha navegado, insistentemente, en la antidemocracia.

Se hartó su voto duro y en silencio la diáspora sucedió impactada por el discurso esperanzador del caudillo de “Morena” y su sueño de “enjaular” a los que don Porfirio Díaz llamaba “las fieras”. El artículo 1 de sus Estatutos dice: “El Partido Revolucionario Institucional es un partido político nacional, popular, democrático, progresista e incluyente, comprometido con las causas de la sociedad; los superiores intereses de la Nación; y sus contenidos ideológicos plasmados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”.

Como puede constatarse, cuando era Partido Nacional Revolucionario (PNR) se expresaba lo mismo, y al convertirse en el Partido de la Revolución Mexicana (PRM), manteniendo el texto gramática, ahora tenía el olor inconfundible de un socialismo deslavado que le imprimió mi general Lázaro Cárdenas, superviviente hasta 1946 cuando don Miguel Alemán Valdez inventó el Institucional (PRI), ahora con fuerte olor a capitalismo que era como un monumento silencioso a don Porfirio que poco a poco se fue alejando del pueblo hasta el abandono total con Ernesto Zedillo que acusó una “sana distancia” del Instituto político que lo elevó, gracias a un oprobioso asesinato, a la cumbre superior en donde se manda y ordena.

En donde se es el Supremo Poder Ejecutivo, su Alteza Serenísima, el Tlatoani superior. El PNR entendió bien los intereses populares y el sacrificio de los niveles inferiores de un pueblo expoliado por los ricos. Luego el oxigenamiento y el retorno a las causas del pueblo con el PRM; y finalmente los impulsos de la era moderna: el capitalismo feroz que Luis Videgaray conoce muy bien y quisiera aplicar a todo: Ganar, ganar, ganar. Pero su candidato perdió, perdió, perdió. El priísmo se alejó frustrado y rendido por tanta mentira de sus guías, por su antidemocracia, por su soberbia. Por eso y otras razones más, perdió el PRI. Usted agregue lo que desee.


VIENTOS

Al Partido Revolucionario Institucional en las elecciones del pasado 2 de julio, “Morena” le asestó un golpe “mortal”, dice. En México hasta eso pudiera ser posible… ¿pero será?

Dicen sus desorientadas cabezas que están estudiando las razones de su derrota. Eso es un cinismo impropio de quienes han dirigido o dirigen al Institucional y conforman sus discursos hasta hace poco festejantes de triunfos imaginarios. Ellos saben bien que finalmente, sin andar con sutilezas, la única razón es que el RI abandonó sus compromisos fundamentales en el Partido Nacional Revolucionario (PNR) y ha navegado, insistentemente, en la antidemocracia.

Se hartó su voto duro y en silencio la diáspora sucedió impactada por el discurso esperanzador del caudillo de “Morena” y su sueño de “enjaular” a los que don Porfirio Díaz llamaba “las fieras”. El artículo 1 de sus Estatutos dice: “El Partido Revolucionario Institucional es un partido político nacional, popular, democrático, progresista e incluyente, comprometido con las causas de la sociedad; los superiores intereses de la Nación; y sus contenidos ideológicos plasmados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”.

Como puede constatarse, cuando era Partido Nacional Revolucionario (PNR) se expresaba lo mismo, y al convertirse en el Partido de la Revolución Mexicana (PRM), manteniendo el texto gramática, ahora tenía el olor inconfundible de un socialismo deslavado que le imprimió mi general Lázaro Cárdenas, superviviente hasta 1946 cuando don Miguel Alemán Valdez inventó el Institucional (PRI), ahora con fuerte olor a capitalismo que era como un monumento silencioso a don Porfirio que poco a poco se fue alejando del pueblo hasta el abandono total con Ernesto Zedillo que acusó una “sana distancia” del Instituto político que lo elevó, gracias a un oprobioso asesinato, a la cumbre superior en donde se manda y ordena.

En donde se es el Supremo Poder Ejecutivo, su Alteza Serenísima, el Tlatoani superior. El PNR entendió bien los intereses populares y el sacrificio de los niveles inferiores de un pueblo expoliado por los ricos. Luego el oxigenamiento y el retorno a las causas del pueblo con el PRM; y finalmente los impulsos de la era moderna: el capitalismo feroz que Luis Videgaray conoce muy bien y quisiera aplicar a todo: Ganar, ganar, ganar. Pero su candidato perdió, perdió, perdió. El priísmo se alejó frustrado y rendido por tanta mentira de sus guías, por su antidemocracia, por su soberbia. Por eso y otras razones más, perdió el PRI. Usted agregue lo que desee.