/ jueves 13 de septiembre de 2018

Proceso electoral bajacaliforniano

Vientos


Rumbo al 2019 el horizonte electoral es, simplemente, novedoso: cambiaremos gobernador, diputados locales, presidentes municipales, regidores y síndicos; toda la batería política de la entidad que durarán en su encargo dos años para empatar las elecciones federales del sexenio presidencial que se inicia el 1 de diciembre del presente año con López Obrador como presidente de la República y de “Morena” en la realidad, repitiendo la lección equivocada del PRI.

El final de esta próxima elección terminará en el año 2021 pudiéndose buscar la reelección, excepto en el caso del gobernador. Supongo que hubiera sido preferible –y hubo oportunidad- de empatar con el sexenio presidencial y así ahorrarnos mucho dinero en las elecciones que sigan de gobernador; pero cada cabeza es un mundo y tal vez por eso dicen que el mundo anda de cabeza…

En fin, en nuestra entidad se iniciaron los procesos electorales con rumbo al 2019 y no sé si el colega Salvador García Estrada tenga razón al afirmar que se trata del proceso electoral “más esperado… por la población bajacaliforniana” transformada, gracias a la acción opositora de Acción Nacional desde el inicio de nuestra calidad como Estado Libre y Soberano, en campo propicio para el abstencionismo y el repudio civil a lo político con lo que terminaron dominando el poder político estatal y aparecieron los mayores índices de abstención sufragista. A lo peor ya hizo presencia el masoquismo político…

Pero llevemos las coronas a “los muertos” y los reclamos a los istas del priísmo, del panismo y del perredismo, suculentos platillos para el almuerzo político de los “morenistas”, que pueden ahora con más razón por sus triunfos locales y nacionales, repetir el “gancho al hígado” para el nocaut efectivo y definidor… cuando menos como supuesto razonable.

La apatía cívico-electoral del bajacaliforniano ya es tradicional. Incluso en las mesas de café y corrillos políticos de siempre he escuchado el rendimiento, como antaño, al “nuevo mesías”… por si algo queda en la escarcela al través del amigo, del compadre, del “cuate que le pase quebrada”. Sueños de siempre que a veces pegan…

Nadie sabe qué sucederá. El futuro siempre es imponderable. Pero las ganas de aportar quejas, críticas, reclamos, en la mesa del café, se vale cuando no se tienen los redaños para encarar a los responsables.

De antemano David Ruvalcaba Flores, director de un inexistente PRI en el estado al que ha abonado su ineptitud direccional, apenas recogerá algo en el camino. El PAN puede jugar todavía frente a “Morena” insuflada hoy de poder y soberbia. Los demás ya pueden agarrar sus tiliches y ganar para su casa. El pueblo bajacaliforniano ¿estará muy preocupado o con ansias esperando las elecciones del 2019? Pues usted dirá…


Vientos


Rumbo al 2019 el horizonte electoral es, simplemente, novedoso: cambiaremos gobernador, diputados locales, presidentes municipales, regidores y síndicos; toda la batería política de la entidad que durarán en su encargo dos años para empatar las elecciones federales del sexenio presidencial que se inicia el 1 de diciembre del presente año con López Obrador como presidente de la República y de “Morena” en la realidad, repitiendo la lección equivocada del PRI.

El final de esta próxima elección terminará en el año 2021 pudiéndose buscar la reelección, excepto en el caso del gobernador. Supongo que hubiera sido preferible –y hubo oportunidad- de empatar con el sexenio presidencial y así ahorrarnos mucho dinero en las elecciones que sigan de gobernador; pero cada cabeza es un mundo y tal vez por eso dicen que el mundo anda de cabeza…

En fin, en nuestra entidad se iniciaron los procesos electorales con rumbo al 2019 y no sé si el colega Salvador García Estrada tenga razón al afirmar que se trata del proceso electoral “más esperado… por la población bajacaliforniana” transformada, gracias a la acción opositora de Acción Nacional desde el inicio de nuestra calidad como Estado Libre y Soberano, en campo propicio para el abstencionismo y el repudio civil a lo político con lo que terminaron dominando el poder político estatal y aparecieron los mayores índices de abstención sufragista. A lo peor ya hizo presencia el masoquismo político…

Pero llevemos las coronas a “los muertos” y los reclamos a los istas del priísmo, del panismo y del perredismo, suculentos platillos para el almuerzo político de los “morenistas”, que pueden ahora con más razón por sus triunfos locales y nacionales, repetir el “gancho al hígado” para el nocaut efectivo y definidor… cuando menos como supuesto razonable.

La apatía cívico-electoral del bajacaliforniano ya es tradicional. Incluso en las mesas de café y corrillos políticos de siempre he escuchado el rendimiento, como antaño, al “nuevo mesías”… por si algo queda en la escarcela al través del amigo, del compadre, del “cuate que le pase quebrada”. Sueños de siempre que a veces pegan…

Nadie sabe qué sucederá. El futuro siempre es imponderable. Pero las ganas de aportar quejas, críticas, reclamos, en la mesa del café, se vale cuando no se tienen los redaños para encarar a los responsables.

De antemano David Ruvalcaba Flores, director de un inexistente PRI en el estado al que ha abonado su ineptitud direccional, apenas recogerá algo en el camino. El PAN puede jugar todavía frente a “Morena” insuflada hoy de poder y soberbia. Los demás ya pueden agarrar sus tiliches y ganar para su casa. El pueblo bajacaliforniano ¿estará muy preocupado o con ansias esperando las elecciones del 2019? Pues usted dirá…