/ viernes 30 de noviembre de 2018

Tutti frutti sabatini

Vientos


Todo lo que usted lea aquí, por simple lógica, fueron acciones de ayer. Así que amanecí un tanto cuanto diabólico, estrambótico y espiritifláutico.

¿Cómo amanecerá mañana –hoy- el todavía presidente, licenciado Enrique Peña Nieto? ¿Le habrá dejado el entrante con cuerpo de seguridad para atender la de la familia del que se va y que tiene que trasladarse a San Lázaro y a Palacio Nacional para cumplir con los protocolos oficiales? ¿Le dejarían a sus choferes para el último servicio?... Debe ser angustioso el momento. Los teléfonos ya no suenan, pues se los llevaron a Palacio Nacional o se cancelaron ya… los telefonazos hace días cesaron porque los “amigos” eran de mentiritas… los viejos amigos, los de “la mafia del poder” como diría López Obrador, son los únicos fieles… con alguna escapada razonable… Pero las cosas ya no son iguales… El poder se fue bajo el encantamiento de un victorioso nuevo habitante de ¿Palacio Nacional?... El “Peje” ya dejó de serlo: hoy es el Señor Presidente Electo y descansa en su rancho en Palenque… ¿De verdad descansa?... No lo creo: tiene una tarea terrible enfrente… empezando por la invasión de centroamericanos… y su promesa de darles trabajo par que aquí se queden olvidando que no todos los mesicanos lo desean así, ni las leyes lo aprueban… y hacer nuevas leyes para aplicarlas retroactivamente, nunca lo podrá… o provocará un desgarriate… Pero sigo pensando en la trampa que como “menganza china liegalá” tejió don Andrés Manuel…El don ahora, claro o el Señor Presidente… ¿O algún rimbombante tótulo como gustaba al López del siglo XIX?... Tenemos que tener mucho cuidado los aplastateclas, pues nada sabemos de las delicadezas del que llega…En fin, digamos que llegar a este día con una responsabilidad en hombros presidenciales, como que debe ser preocupante, aun cuando se tenga la conciencia tranquila… Y luego, terminadas las fiestas oficiales, el silencio, la soledad, las llamadas de urgencia, la exigencia de algún serio problema… todo calmo… y todo inquieto a la vez… triste final… ¿será?... Mejor nos vamos a la modesta botana de este sábado singular para los que gustamos el tema político… Venado al pastor y tortillas de harina de lujo, preparadas por Lupita que, claro, no tiene tiempo para leerme… Y la beberecua de costumbre… lo que usted quiera y pueda pagar… Y como hoy todavía ignoro lo que mañana (hoy para ustedes) pasará… pues me largo y hasta la otra si mi Dios quiera… Aí’los vimos raza… Arrivedercci.


Vientos


Todo lo que usted lea aquí, por simple lógica, fueron acciones de ayer. Así que amanecí un tanto cuanto diabólico, estrambótico y espiritifláutico.

¿Cómo amanecerá mañana –hoy- el todavía presidente, licenciado Enrique Peña Nieto? ¿Le habrá dejado el entrante con cuerpo de seguridad para atender la de la familia del que se va y que tiene que trasladarse a San Lázaro y a Palacio Nacional para cumplir con los protocolos oficiales? ¿Le dejarían a sus choferes para el último servicio?... Debe ser angustioso el momento. Los teléfonos ya no suenan, pues se los llevaron a Palacio Nacional o se cancelaron ya… los telefonazos hace días cesaron porque los “amigos” eran de mentiritas… los viejos amigos, los de “la mafia del poder” como diría López Obrador, son los únicos fieles… con alguna escapada razonable… Pero las cosas ya no son iguales… El poder se fue bajo el encantamiento de un victorioso nuevo habitante de ¿Palacio Nacional?... El “Peje” ya dejó de serlo: hoy es el Señor Presidente Electo y descansa en su rancho en Palenque… ¿De verdad descansa?... No lo creo: tiene una tarea terrible enfrente… empezando por la invasión de centroamericanos… y su promesa de darles trabajo par que aquí se queden olvidando que no todos los mesicanos lo desean así, ni las leyes lo aprueban… y hacer nuevas leyes para aplicarlas retroactivamente, nunca lo podrá… o provocará un desgarriate… Pero sigo pensando en la trampa que como “menganza china liegalá” tejió don Andrés Manuel…El don ahora, claro o el Señor Presidente… ¿O algún rimbombante tótulo como gustaba al López del siglo XIX?... Tenemos que tener mucho cuidado los aplastateclas, pues nada sabemos de las delicadezas del que llega…En fin, digamos que llegar a este día con una responsabilidad en hombros presidenciales, como que debe ser preocupante, aun cuando se tenga la conciencia tranquila… Y luego, terminadas las fiestas oficiales, el silencio, la soledad, las llamadas de urgencia, la exigencia de algún serio problema… todo calmo… y todo inquieto a la vez… triste final… ¿será?... Mejor nos vamos a la modesta botana de este sábado singular para los que gustamos el tema político… Venado al pastor y tortillas de harina de lujo, preparadas por Lupita que, claro, no tiene tiempo para leerme… Y la beberecua de costumbre… lo que usted quiera y pueda pagar… Y como hoy todavía ignoro lo que mañana (hoy para ustedes) pasará… pues me largo y hasta la otra si mi Dios quiera… Aí’los vimos raza… Arrivedercci.