/ viernes 29 de marzo de 2019

Tutti frutti sabatini

VIENTOS

La semana pasada fallecieron dos personas muy importantes de nuestra comunidad: Alicia López Yáñez y Armando Gallego Moreno. Ambos, cada quien en su terreno, en su actividad, fueron muestra de gran calidad humana y de profunda responsabilidad profesional. Lamento no haber podido manifestarlo en lunes anterior, pero constreñido a solo esta columna semanaria, dispongo manifestar ante la sociedad cachanilla lectora mi agradecimiento por el trato a este modesto escribidor en el largo o corto tramo de nuestra vida social paralela. Descansen en paz.

Y como la vida mientras dure obliga, pasemos a los terrenos de la hoy casi imposible vida cotidiana y hagamos calificación desde mi personal otero político, de lo que se ve en el futuro inmediato… nubarrones políticos, huracanes, tolvaneras… diría la futuróloga Zoila Kevé Lokés… Y sí: un increíble zanjón en las filas de “Morena” en los momentos en que el presidente tabasqueño, amo y señor, necesita afirmar su vara… Un PRI que sigue sin puntería, terco en utilizar fichas marcadas… y un futuro de continuado poderío político, logrado a pulso, que es seguro continuará al frente por su disciplina a la hora de sostener a su partido: El PAN… Los demás son trompetas de compañía, desafinadas, sin lustres ni siquiera de “Brazzo”… Por eso Valentín Frías, decía en una película más vieja que las hazañas de AMLO, que el Dr. Caldera –candidato a alcalde en la tal cinta- no sabía en las broncas en que se metía porque le faltaba el abrazo puntual de Dios… Aquí hay que andar muy listo para ver las fallas del “señor de las alturas”… y ya se están viendo… A propósito: alguien debe recordarles a los españoles de España que hay una negra historia de sus peninsulares en el conquistado México… Si no mataron muchos aborígenes como los anglos vecinos, sí aplastaron sus humanidades obligándolos a tomar una religión más vacía que la autóctona, en una civilización sin rueda, pero con mejor medida del tiempo… que nos perforaron las tierras para robarnos la plata de nuestras minas y enriquecer a España… Que los tamemes conquistados eran esclavos de hecho y que los mataban del arduo trabajo obligado… Y claro, esos ofendidos (?) deberían de leer la historia vieja, que como dijo el poeta “crímenes son del tiempo y no de España”… eso para mitigar el coraje mexicano… Claro que a cambio recibimos el idioma y la canción, como dijo León Felipe… y el trigo… pero también nos explotaron y recibieron la flor de la Nochebuena, el huatjolotl (guajolote), el aguacate, el maíz… Fue un paso en las vidas de ambos países, pero la caballerosidad tradicional española debiera aparecer en lugar de sus tradiciones muertas de domio… y ya me largo a tragarme con mis compas unas sardinetas españolas en aceite de olivo y unos vinos ejemplares del Duero y con sus birotes… Yo, descendiente de españoles y puede creerlo o no, una abuela de la nobleza gaditana, doña María Pacheco Romero, pero también mestizo de sangre pura aborigen bajacaliforniano, abraza a sus antecesores con aquel fragmento poético que dice: “Yo soy como los hombres que a mi tierra vinieron/ soy de la raza antigua, viaje amiga del Sol; / que todo lo ganaron y todo lo perdieron// tengo el alma de nardo del árabe español”… Y juilalá a la botana sabatina… Arrivedercci… esto por el cacho de sangre romana que me tocara…

jaimepardover@yahoo.com

VIENTOS

La semana pasada fallecieron dos personas muy importantes de nuestra comunidad: Alicia López Yáñez y Armando Gallego Moreno. Ambos, cada quien en su terreno, en su actividad, fueron muestra de gran calidad humana y de profunda responsabilidad profesional. Lamento no haber podido manifestarlo en lunes anterior, pero constreñido a solo esta columna semanaria, dispongo manifestar ante la sociedad cachanilla lectora mi agradecimiento por el trato a este modesto escribidor en el largo o corto tramo de nuestra vida social paralela. Descansen en paz.

Y como la vida mientras dure obliga, pasemos a los terrenos de la hoy casi imposible vida cotidiana y hagamos calificación desde mi personal otero político, de lo que se ve en el futuro inmediato… nubarrones políticos, huracanes, tolvaneras… diría la futuróloga Zoila Kevé Lokés… Y sí: un increíble zanjón en las filas de “Morena” en los momentos en que el presidente tabasqueño, amo y señor, necesita afirmar su vara… Un PRI que sigue sin puntería, terco en utilizar fichas marcadas… y un futuro de continuado poderío político, logrado a pulso, que es seguro continuará al frente por su disciplina a la hora de sostener a su partido: El PAN… Los demás son trompetas de compañía, desafinadas, sin lustres ni siquiera de “Brazzo”… Por eso Valentín Frías, decía en una película más vieja que las hazañas de AMLO, que el Dr. Caldera –candidato a alcalde en la tal cinta- no sabía en las broncas en que se metía porque le faltaba el abrazo puntual de Dios… Aquí hay que andar muy listo para ver las fallas del “señor de las alturas”… y ya se están viendo… A propósito: alguien debe recordarles a los españoles de España que hay una negra historia de sus peninsulares en el conquistado México… Si no mataron muchos aborígenes como los anglos vecinos, sí aplastaron sus humanidades obligándolos a tomar una religión más vacía que la autóctona, en una civilización sin rueda, pero con mejor medida del tiempo… que nos perforaron las tierras para robarnos la plata de nuestras minas y enriquecer a España… Que los tamemes conquistados eran esclavos de hecho y que los mataban del arduo trabajo obligado… Y claro, esos ofendidos (?) deberían de leer la historia vieja, que como dijo el poeta “crímenes son del tiempo y no de España”… eso para mitigar el coraje mexicano… Claro que a cambio recibimos el idioma y la canción, como dijo León Felipe… y el trigo… pero también nos explotaron y recibieron la flor de la Nochebuena, el huatjolotl (guajolote), el aguacate, el maíz… Fue un paso en las vidas de ambos países, pero la caballerosidad tradicional española debiera aparecer en lugar de sus tradiciones muertas de domio… y ya me largo a tragarme con mis compas unas sardinetas españolas en aceite de olivo y unos vinos ejemplares del Duero y con sus birotes… Yo, descendiente de españoles y puede creerlo o no, una abuela de la nobleza gaditana, doña María Pacheco Romero, pero también mestizo de sangre pura aborigen bajacaliforniano, abraza a sus antecesores con aquel fragmento poético que dice: “Yo soy como los hombres que a mi tierra vinieron/ soy de la raza antigua, viaje amiga del Sol; / que todo lo ganaron y todo lo perdieron// tengo el alma de nardo del árabe español”… Y juilalá a la botana sabatina… Arrivedercci… esto por el cacho de sangre romana que me tocara…

jaimepardover@yahoo.com