/ viernes 19 de julio de 2019

Tutti frutti sabatini

Vientos


La contradicción constitucional o “descubrimiento” jurídico es resultado de una falta de prevención del mismo orden o un escondido intento de poner en jaque al sistema constitucional.

Mire usted: si el imperio de la soberanía es verdadero y si no hay limitaciones en cuanto a el tiempo de ejercer tal soberanía que se entienden total y en todo tiempo, entonces esto es lo que se debe juzgar y no los términos derivados como es la disposición inicial primaria para dos años de duración en el término del período gubernamental del elegido POR LA SOBERANÍA en junio del 2017 y la reforma del 2019 para durar en el encargo cinco años gubernamentales.

El hecho de una decisión primera no debe inhibir una decisión posterior puesto que ya cumplida, por voluntad soberana se decide que ha de seguir tres años más.

Me parece que es un problema de índole de interpretación constitucional, en el orden de aclarar el significado del artículo 39 del Capítulo Primero del Título Segundo, desde el cual, sin mucho escarbarle, el lector encontrará, cuando nunca lo ha leído, la sorpresa de que la soberanía puede cambiar, en todo momento, su forma de gobierno. Y la forma, a veces, también es por el tiempo.

Que no soy abogado, se me puede decir para bajarme la guardia. Y lo acepto. Pero me gustaría la interpretación sesuda para corregir en la hora y a la hora de mi muerte, mis errores. Jamás me he casado con mis ideas, nunca me he amarrado con los pensamientos, con las ideologías, con los bienes materiales… con nada, excepto con mis libros.

Éste es un caso especial. No conozco al señor Jaime Bonilla ni milito en las filas de “Morena”; simplemente, como siempre, ventilo los asuntos según como veo las cosas, así que si el pueblo es soberano siempre, pues siempre puede ordenar… y como somos una estructura democrática representativa y así nos constituimos, aunque como en el “Contrato Social” de Jacques Rousseau tampoco firmamos nada y lo aceptamos como bueno y a él nos apegamos como chinches, pues sale y hagámoslo valer alguna vez. Ahora que si no pasa adelante y todo sigue igual, las cosas no cambiarán, pues se cambiará de “mono” en dos años y las cosas seguirán igual y ojalá que para bien. Yo confío, y eso quiere decir que yo tengo fe.

Y tan la tengo raza que estoy lamentando no poder juntarme con la raza. Me operaron mi ojo tuerto y ya vi otra vez por la izquierda. Pero estoy bajo régimen antibiótico… así que de chínguere, nilas… y así pues nada de vals ni de helodias… Sorry Raúl Corona… Será en otra ocasión si la calaca no me alcanza… Ai’te dejo al Richard Flowers para que te cuente viejas historias macabras… ¡Sabe muchas!... Mientras se despachan el borrego que traerá el Saúl Rosas… Ujjjale diablos y buen provecho!... Y… pues sí: arrivedercci.