/ sábado 31 de agosto de 2019

Tutti frutti sabatini

Vientos


El relajo provocado por la reforma que adiciona tres años más al período gubernamental votado previamente en el Congreso local por dos años únicamente, puso en acción a los que no aprueban el empate electoral presidencial y estatal, todos de Acción Nacional como fueron los aprobadores por dos años, dentro de un margallate entre ellos, porque la teoría fue que empatando presidencia y gobierno estatal, se abría la terrible posibilidad que ello arrastrara a la alternancia priísta que ya sufre ausencia desde hace treinta años. Ese fue el origen.

El misterio descubierto es que hoy la aplanadora política nacional es “Morena” (Movimiento de Regeneración Nacional) y esto no conviene a Acción Nacional, pues si el empate solo se da (dos años) con elecciones de diputados federales, locales, municipales y claro gubernatura, tienen “chance” de recuperar el espacio que por ahora les ganó Jaime Bonilla Valdez del monstruo creado por el hoy sonriente Andrés Manuel López Obrador, de quien muy pronto descubriremos si pudo dirigir “la orquesta” nacional o si sus ideas económicas, un tanto cuanto de tipo familiar, fracasaron ruidosamente.

El Congreso que comanda Catalino Zavala Márquez, no ha enviado al Ejecutivo el decreto aprobado, bautizado por la torpeza y la majadería como “Ley Bonilla”, sin poder probar que Jaime Bonilla es el autor original de tal idea. Y claro, la Ley Electoral le da palo al PAN porque los emitidores del fallo no tienen materia de apoyo para juzgar. No hay “muerto que velar”. Es decir, no hay publicación del documento que está inscrito en el Diario de los Debates cameral pero, ¿estarán ahí todas las firmas para una reproducción autentificada? Mientras, pues, el llanto sigue en las filas frontales al cohete encendido, pero que no ha tronado… así que la fiesta dio inicio con “el puro canto, pero nada de ópera”… Y mire usted, hasta el tranquilo Ernesto Elorduy Blackaller, presidente de Coparmex-Mexicali, ya echó su gato a retozar y le entró al carnaval de disfraces para ocultar sus “sanas” intenciones.

Abraham Correa, del PRD, también le entra al atole con sus dedos y cita artículos constitucionales de aquí y de allá que nada tienen que ver jurídicamente con el caso de la famosa consulta popular pretendida por Catalino Zavala que a su manera dijo que la billetiza para pagar tal consulta popular, saldrá de los bolsillos privados y que solo se trata de consultarle al pueblo soberano qué les parece el cambio de la extensión del período excepcional de tres años más, si es de su gusto o no.

No es materia electoral en estrictu senso; es otear una opinión. Pero los de la “academia” no deben olvidar que el pueblo es soberano y que la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos expresa con prístina claridad que “el pueblo es soberano y tiene derecho de cambiar el sistema de gobierno establecido” cuando crea necesario hacerlo por las ondas del momento, como lo hicieron los revolucionarios en 1910 o como pretende la 4T en forma pacífica.

Así pues, concluyamos: Todo el despiporre es pura conveniencia política de un partido que de pronto, luego de 30 años de poder, lo ha perdido y quiere rescatarlo. Y los otros partiditos (PRI también ahora) que sigan esa corriente, ya “lo saben, lo saben”…

Y como se me acaba el espacio, hoy les aviso, no hay botana sabatina en el bunker tradicional… así es que arrivedercci.

Vientos


El relajo provocado por la reforma que adiciona tres años más al período gubernamental votado previamente en el Congreso local por dos años únicamente, puso en acción a los que no aprueban el empate electoral presidencial y estatal, todos de Acción Nacional como fueron los aprobadores por dos años, dentro de un margallate entre ellos, porque la teoría fue que empatando presidencia y gobierno estatal, se abría la terrible posibilidad que ello arrastrara a la alternancia priísta que ya sufre ausencia desde hace treinta años. Ese fue el origen.

El misterio descubierto es que hoy la aplanadora política nacional es “Morena” (Movimiento de Regeneración Nacional) y esto no conviene a Acción Nacional, pues si el empate solo se da (dos años) con elecciones de diputados federales, locales, municipales y claro gubernatura, tienen “chance” de recuperar el espacio que por ahora les ganó Jaime Bonilla Valdez del monstruo creado por el hoy sonriente Andrés Manuel López Obrador, de quien muy pronto descubriremos si pudo dirigir “la orquesta” nacional o si sus ideas económicas, un tanto cuanto de tipo familiar, fracasaron ruidosamente.

El Congreso que comanda Catalino Zavala Márquez, no ha enviado al Ejecutivo el decreto aprobado, bautizado por la torpeza y la majadería como “Ley Bonilla”, sin poder probar que Jaime Bonilla es el autor original de tal idea. Y claro, la Ley Electoral le da palo al PAN porque los emitidores del fallo no tienen materia de apoyo para juzgar. No hay “muerto que velar”. Es decir, no hay publicación del documento que está inscrito en el Diario de los Debates cameral pero, ¿estarán ahí todas las firmas para una reproducción autentificada? Mientras, pues, el llanto sigue en las filas frontales al cohete encendido, pero que no ha tronado… así que la fiesta dio inicio con “el puro canto, pero nada de ópera”… Y mire usted, hasta el tranquilo Ernesto Elorduy Blackaller, presidente de Coparmex-Mexicali, ya echó su gato a retozar y le entró al carnaval de disfraces para ocultar sus “sanas” intenciones.

Abraham Correa, del PRD, también le entra al atole con sus dedos y cita artículos constitucionales de aquí y de allá que nada tienen que ver jurídicamente con el caso de la famosa consulta popular pretendida por Catalino Zavala que a su manera dijo que la billetiza para pagar tal consulta popular, saldrá de los bolsillos privados y que solo se trata de consultarle al pueblo soberano qué les parece el cambio de la extensión del período excepcional de tres años más, si es de su gusto o no.

No es materia electoral en estrictu senso; es otear una opinión. Pero los de la “academia” no deben olvidar que el pueblo es soberano y que la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos expresa con prístina claridad que “el pueblo es soberano y tiene derecho de cambiar el sistema de gobierno establecido” cuando crea necesario hacerlo por las ondas del momento, como lo hicieron los revolucionarios en 1910 o como pretende la 4T en forma pacífica.

Así pues, concluyamos: Todo el despiporre es pura conveniencia política de un partido que de pronto, luego de 30 años de poder, lo ha perdido y quiere rescatarlo. Y los otros partiditos (PRI también ahora) que sigan esa corriente, ya “lo saben, lo saben”…

Y como se me acaba el espacio, hoy les aviso, no hay botana sabatina en el bunker tradicional… así es que arrivedercci.