Pensares
No critiques, procura más bien colaborar con todos sin hacer críticas. La crítica hiere y a nadie le gusta ser herido. La persona que acostumbra criticar muy pronto queda aislada de todos.
Si vemos alguna cosa errada, hable con cariño procurando ayudar, pero sobre todo procuremos corregir a los otros con nuestro ejemplo. Recordemos que recogeremos infaliblemente aquello que hemos sembrado. Si estamos sufriendo es porque recogemos los frutos amargos de los errores que hemos sembrado en el pasado. Permanecer en alerta en lo que se refiere al momento presente.
Plantemos semillas de optimismo para recoger mañana frutos de alegría y de felicidad. Cada uno recoge exactamente lo que sembró. No nos dejemos engañar: Solo nosotros seremos responsables del camino que elegimos, nadie puede recibir cuentas por nosotros. Procuremos por lo tanto vivir acertadamente.
Resolvamos los problemas, tenemos mucho tiempo si nos proponemos reformar nuestra vida, mejorar nuestros actos, terminar definitivamente con nuestras flaquezas. No dejemos para mañana lo que podamos hacer hoy. Si todos nos abandonan sigamos nuestra marcha. Cada uno es responsable de sus actos.
¿Por qué tenemos que desanimarnos por lo que nos hacen los demás? Continuemos sin desanimarnos porque somos los únicos responsables de nuestros actos. Modifiquemos nuestro modo de pensar para que nuestra salud sea firme y estable. Rechacemos nuestras enfermedades confiando en su curación, nosotros podemos curarnos; estar mejorando cada día más en todos los aspectos.
Cuando encontramos a una persona encorvada y triste, perdemos la confianza porque nos damos cuenta que está abatida y preparada para una derrota. No permitamos que nadie piense eso de nosotros. Marchemos con la cabeza erguida: Confiados y sonrientes y todos confiarán en nosotros.
Por lo tanto no vivamos ansiosos, hagamos continuamente afirmaciones positivas de salud y permaneceremos calmados y serenos al actuar con integridad.