Pensares
Cuentan que un hombre inició un viaje hacia tierras lejanas, motivo por el cual se consiguió una escopeta y una lanza.
En el camino un bandido, cuya única arma era un bastón, se le echó encima y lo despojó de sus pertenencias. Cuando llegó a la ciudad más próxima, el hombre contó su desgracia con sus amigos, quienes le preguntaron cómo había sucedido, que él -estando armado- no hubiera podido dominar a un ladrón armado con un modesto bastón. Él replicó:
-El problema fue que precisamente yo tenía las dos manos ocupadas, una con una escopeta, la otra con la lanza. ¿Cómo creen ustedes que hubiera podido salir airoso?
La interpretación de esta historia se vuelve evidente al conocer otra acerca del erudito. Un hombre consiguió trabajo de barquero. Cierto día transportando a un erudito, el erudito preguntó:
-¿Conoce usted la gramática?
-No, en absoluto -responde el barquero.
-Bueno, permítame decirle que ha perdido usted la mitad de su vida –replica con desdén el erudito.
Poco tiempo después, el viento comenzó a soplar y la barca está a punto de ser tragada por las olas. Justo antes de irse a pique, el barquero pregunta a su pasajero:
-¿Sabes usted nadar?
-No -contesta aterrorizado el erudito.
-Bueno, permítame decirle que ha perdido usted toda su vida.
Esta segunda historia se relaciona directamente con la anterior y nos dice: ¿De qué sirve tener un conocimiento si no sabemos aplicarlo a la realidad? ¿De qué sirve armarnos de un saber inútil?
Después de haber leído ambas historias, me pregunto: ¿Qué sé?, ¿de qué hablo?, ¿es necesario instruirse? Sí, sí es importante hacerlo, pero hay que indagar de qué sirve el conocimiento adquirido y saber deshacernos del que es inútil. Por mi parte prefiero utilizar el conocimiento para desarrollar una técnica personal que conozca a fondo y se aplique a la realidad, en vez de coleccionar miles de conocimientos que no aplicaré nunca.
¿De qué sirven todas las teorías sobre la sexualidad, el amor, el bien, si jamás las aplico? Es como ocultarse atrás de ese saber para no hacer nada.
