PENSARES
Para la mayoría de nosotros, la cama es quizás el elemento más importante de nuestro hogar; sería difícil calcular cuántas horas de nuestra vida pasamos en este lugar. Sin duda no podríamos vivir sin ella.
Una cama es un mueble en el que una persona puede dormir, pero en muchas culturas y durante muchos siglos fue considerada la pieza más importante del mobiliario de la casa. Las camas se utilizaron en el antiguo Egipto como algo más que un lugar dónde dormir y también fueron utilizadas como un lugar para comer y entretenerse socialmente.
Ya desde el periodo neolítico, las personas empezaron a dormir sobre primitivas camas, tal vez hechas de ramas y pieles suaves. En tiempos egipcios se comienza a dar forma a lo que hoy consideramos como una cama. Aparte de los faraones que dormían en camas de ébano y oro, el común de los mortales lo hacía sobre arcos de palmas amontonadas.
En el imperio romano ya se empiezan a hacer colchones de rellenos de
juncos, paja o cáscaras de guisantes. A finales del siglo XVIII se comienzan a construir de hierro fundido y colchones de algodón, con lo cual se ganaba en higiene y comenzaban a ser menos atractivos para los parásitos, hasta entonces los verdaderos dueños de las camas.
Pronto vendrían los colchones en espiral, los futones, los colchones de
espuma, las almohadas, así como la cama de agua.
Los chinos las usaban tanto como para dormir como para sentarse. Los indios americanos lo hacían en hamacas y los árabes lo hacían sobre pilas de alfombras y textiles, sin ninguna distinción entre los muebles para dormir.
Hay que decir y todos lo sabemos que la cama aparte de ser un lugar
para descansar, leer libros, ver televisión y demás entretenimientos, sirve
también para otras utilidades que no voy a mencionar, pero que ya todos
conocemos; qué haríamos sin camas.
Algunas camas tienen su historia: Se nació, se engendraron hijos, se curaron enfermedades y se murió.