/ sábado 26 de mayo de 2018

Pensares

Confianza


Cuando confiamos profundamente, esta confianza transforma nuestras vidas, no importa cuáles son las circunstancias.

Un hombre fue a ver a su maestro en el Tíbet, era tan humilde, tan puro, tan auténtico, que los otros discípulos tuvieron celos de él, era seguro que él sería el sucesor del maestro, así que los otros trataron de matarlo.

El hombre era muy confiado, un día los otros discípulos le dijeron, “si realmente crees en el maestro, puedes lanzarte desde este abismo, si confías no te pasará nada, no te harás daño” y el hombre saltó sin dudarlo un solo segundo, los discípulos bajaron corriendo, el valle estaba a 3 mil pies de profundidad, esperaban encontrar los huesos deshechos, pero él estaba sentado tremendamente feliz.

Abrió los ojos y dijo, “tenían razón, la confianza salva”, los discípulos pensaron que debió haber sido una coincidencia, así que cuando un día salieron de viaje y tuvieron que cruzar el río le dijeron, “tú no necesitas ir en bote, tienes tanta confianza que puedes caminar sobre las aguas”.

Esta es la primera vez que el maestro lo vio y le dijo, “qué estás haciendo, es imposible”.

El maestro pensó, “si mi poder y mi nombre pueden hacer esto, porque un hombre ignorante y tonto no, yo nunca lo he probado por mí mismo”. Lo intentó y se ahogó, nunca más se volvió a oír hablar de él.

Si confiamos plenamente, aun un maestro no iluminado puede revolucionar positivamente nuestras vidas y lo contrario también es verdad.

Un maestro iluminado puede no ser de ninguna ayuda, depende completamente de nosotros.

Confianza


Cuando confiamos profundamente, esta confianza transforma nuestras vidas, no importa cuáles son las circunstancias.

Un hombre fue a ver a su maestro en el Tíbet, era tan humilde, tan puro, tan auténtico, que los otros discípulos tuvieron celos de él, era seguro que él sería el sucesor del maestro, así que los otros trataron de matarlo.

El hombre era muy confiado, un día los otros discípulos le dijeron, “si realmente crees en el maestro, puedes lanzarte desde este abismo, si confías no te pasará nada, no te harás daño” y el hombre saltó sin dudarlo un solo segundo, los discípulos bajaron corriendo, el valle estaba a 3 mil pies de profundidad, esperaban encontrar los huesos deshechos, pero él estaba sentado tremendamente feliz.

Abrió los ojos y dijo, “tenían razón, la confianza salva”, los discípulos pensaron que debió haber sido una coincidencia, así que cuando un día salieron de viaje y tuvieron que cruzar el río le dijeron, “tú no necesitas ir en bote, tienes tanta confianza que puedes caminar sobre las aguas”.

Esta es la primera vez que el maestro lo vio y le dijo, “qué estás haciendo, es imposible”.

El maestro pensó, “si mi poder y mi nombre pueden hacer esto, porque un hombre ignorante y tonto no, yo nunca lo he probado por mí mismo”. Lo intentó y se ahogó, nunca más se volvió a oír hablar de él.

Si confiamos plenamente, aun un maestro no iluminado puede revolucionar positivamente nuestras vidas y lo contrario también es verdad.

Un maestro iluminado puede no ser de ninguna ayuda, depende completamente de nosotros.

ÚLTIMASCOLUMNAS
sábado 26 de marzo de 2022

El planeta

José Arzoz Arena

sábado 12 de marzo de 2022

El otro lado

José Arzoz Arena

sábado 05 de marzo de 2022

El otro lado

José Arzoz Arena

sábado 19 de febrero de 2022

El jarrón

José Arzoz Arena

sábado 12 de febrero de 2022

El grano de trigo

José Arzoz Arena

sábado 05 de febrero de 2022

Amor y generosidad

José Arzoz Arena

Cargar Más