PENSARES
¿Qué es una lágrima? Para dar la fórmula química de la lágrima, pero sería una tontería, todos sabemos que la lágrima no es nada más que una letra mayúscula y un número chiquito, un líquido que sirve para lavar el globo ocular, como dijo una vez un crítico en un comentario literario.
La lágrima lava también otras cosas; la lágrima abre su corola celeste sobre un signo de interrogación, a veces es una pregunta, a veces es una respuesta, pero siempre es un mensaje, es una mano que se tiende suplicante y abierta, en busca de otra mano que la estreche. Y nace lejos de los ojos, nace en una región de adentro, esa que el miedo paraliza, esa que la emoción o la tristeza dejan un instante como suspendida en el aire, igual que cuando bajamos de un ascensor demasiado rápido, esa que evidencia que existe justamente en el momento en que la amargura la define como un cosquilleo, con una vuelta de tuerca, con un temblor.
¿Qué es una lágrima? Una lágrima es un poco decir adiós a lo que los ojos vieron antes de la lágrima, porque las imagina anteriores ya no serán las mismas. Porque cada vez que las miremos después de la lágrima, las imágenes estarán impregnadas de su humedad salada de ese sombrío fuego que quemó nuestros párpados.
Nada es igual después de una lágrima, ni la alegría, ni el dolor, ni la luz, ni la amistad, ni el amor, pero lo que más cambia una lágrima es al ser que la llora. Esa lágrima que no sé porqué magia, porqué milagro inesperado disolvió las espinas que suelen ir creciendo en las personas que se aman y las va arañando sin que lo adviertan y van impidiendo que uno se acerque al otro por miedo a lastimar y uno no quiere decir que la ve, que la toca, que la siente, sino que cierra los puños y los ojos y las niega y por fin despierta la verdad.
Todo por una lágrima, una simple lágrima, esa que atora al mundo y el mundo se empeña en no llorar.
