/ jueves 2 de enero de 2020

Año Nuevo, problemas eternos

Tenemos Año Nuevo, década nueva, pero los mismos problemas sociales que cada día se agravan, porque en vez de darle prioridad a la discusión de soluciones factibles acordes a nuestro entorno, muchos viven entrampados en simplezas tales como si la nueva década, la de los 20’s, ya inició o llegará hasta el próximo año.

Se suponía que este punto, el de la definición del inicio de una nueva era había quedado resuelto cuando arrancó el milenio porque la respuesta es simple: Nuestro sistema decimal inicia en cero para terminar en 9, así que todo principio debe ser en el año cero. Sin embargo, la confusión comienza a tomar sentido cuando descubrimos el génesis del desbarajuste.

En el siglo VI, el papa Juan I encargó al monje Dionisio una cronología sobre la cristiandad, pero cuando empezó a toparse con que algunos de los hechos descritos no cuadraban con las fechas, Dionisio se vio en la necesidad de partir con el día de nacimiento de Jesucristo para de ahí realizar ajustes. Determinó que Cristo había nacido en el año 753 después de la fundación de Roma, pero como el calendario romano es distinto al juliano, acomodó las cosas para -tomando como pretexto de que ese día Cristo fue circuncidado- nombrar el 1 de enero del 754 como el primer día de la nueva era, la que conocemos como Antes de Cristo, Después de Cristo o, dicho de otra forma, el 1 de enero del año 1, cuando en justicia numérica debió ser 1 de enero del año 0. Como ve, los humanos tenemos la maravillosa capacidad para divagar porque poseemos una mente fácil de distraer, de manipular y de engañar. Por ejemplo, a partir de ayer las bolsas de plástico en las que se guarda el mandado están prohibidas, según esto como una medida para la protección del ambiente, a pesar de que las bolsas, algunas elaboradas con material biodegradable, representan la mínima parte del plástico existente en un supermercado. Pero la contaminación requiere de acciones contundentes, que impacten mediáticamente, aunque a la larga terminen provocando daños colaterales.

Ni las bolsas de tela, ni las de plástico resistente de múltiples usos, representan una alternativa, al contrario. En los países del primer mundo donde aplica esta medida existe acumulación excesiva de parte de los usuarios y esas bolsas no permanecerán para siempre en los hogares de las personas, terminarán en la basura. La contaminación es uno de los muchos de problemas que tenemos, pero mientras los voluntarios encargados de resolverlos, como los luchadores políticos, ecologistas, el periodismo, los emprendedores sociales, feministas, los docentes sigan perdiendo el tiempo en nimiedades, aplicando las mismas estrategias fallidas, las cosas seguirán poniéndose peor.

De cualquier forma, deseo que tenga usted un 2020 lleno de salud.

vicmarcen09@gmail.com

Tenemos Año Nuevo, década nueva, pero los mismos problemas sociales que cada día se agravan, porque en vez de darle prioridad a la discusión de soluciones factibles acordes a nuestro entorno, muchos viven entrampados en simplezas tales como si la nueva década, la de los 20’s, ya inició o llegará hasta el próximo año.

Se suponía que este punto, el de la definición del inicio de una nueva era había quedado resuelto cuando arrancó el milenio porque la respuesta es simple: Nuestro sistema decimal inicia en cero para terminar en 9, así que todo principio debe ser en el año cero. Sin embargo, la confusión comienza a tomar sentido cuando descubrimos el génesis del desbarajuste.

En el siglo VI, el papa Juan I encargó al monje Dionisio una cronología sobre la cristiandad, pero cuando empezó a toparse con que algunos de los hechos descritos no cuadraban con las fechas, Dionisio se vio en la necesidad de partir con el día de nacimiento de Jesucristo para de ahí realizar ajustes. Determinó que Cristo había nacido en el año 753 después de la fundación de Roma, pero como el calendario romano es distinto al juliano, acomodó las cosas para -tomando como pretexto de que ese día Cristo fue circuncidado- nombrar el 1 de enero del 754 como el primer día de la nueva era, la que conocemos como Antes de Cristo, Después de Cristo o, dicho de otra forma, el 1 de enero del año 1, cuando en justicia numérica debió ser 1 de enero del año 0. Como ve, los humanos tenemos la maravillosa capacidad para divagar porque poseemos una mente fácil de distraer, de manipular y de engañar. Por ejemplo, a partir de ayer las bolsas de plástico en las que se guarda el mandado están prohibidas, según esto como una medida para la protección del ambiente, a pesar de que las bolsas, algunas elaboradas con material biodegradable, representan la mínima parte del plástico existente en un supermercado. Pero la contaminación requiere de acciones contundentes, que impacten mediáticamente, aunque a la larga terminen provocando daños colaterales.

Ni las bolsas de tela, ni las de plástico resistente de múltiples usos, representan una alternativa, al contrario. En los países del primer mundo donde aplica esta medida existe acumulación excesiva de parte de los usuarios y esas bolsas no permanecerán para siempre en los hogares de las personas, terminarán en la basura. La contaminación es uno de los muchos de problemas que tenemos, pero mientras los voluntarios encargados de resolverlos, como los luchadores políticos, ecologistas, el periodismo, los emprendedores sociales, feministas, los docentes sigan perdiendo el tiempo en nimiedades, aplicando las mismas estrategias fallidas, las cosas seguirán poniéndose peor.

De cualquier forma, deseo que tenga usted un 2020 lleno de salud.

vicmarcen09@gmail.com