/ martes 16 de julio de 2019

Bendita palabra

El Muro


Practicar deporte significaba descansar, divertirse distrayendo la mente o al menos ese era el uso común que se le daba a la palabra hace 500 años, hasta que en el siglo XX hubo que castellanizar “sport” que refiere a la actividad física con fines ejercitantes, por lo que recurrieron a esta voz que comparte la misma raíz que deportar o trasladar algo de un sitio a otro.

Una excelente forma de entender al mundo sin sufrirlo, es conocer el significado preciso de las palabras que usamos a diario. Por ejemplo economía quiere decir etimológicamente cómo administrar una casa, así que cuando vea noticias sobre el mal manejo de las finanzas estatales no se pierda en la maraña de opiniones, solo piense que una familia que gasta más de lo que ingresa no la va a pasar bien, a menos que pida prestado, lo cual complica aún más la situación.

La palabra política no es una grosería, ni significa grilla, ni gente que miente porque solo busca su beneficio; tampoco negociaciones en lo oscurito para conseguir la ampliación de períodos gubernativos. Político no es un hombre tramposo que ambiciona sin medida.

Originalmente “política” era usada para diferenciar a aquel que pertenecía a una ciudad de un Estado, conceptos que se confundían con facilidad hace miles de años. A fines del siglo XII, “policía” -un derivado de política- refería a la buena crianza. Un jefe político era entonces un jefe de policía.

Moral es sobre usos y costumbres comunitarios vistos desde un ángulo constructivo porque existen costumbres dañosas bien enraizadas, como en algunos países del Medio Oriente donde la mujer es una ciudadana de segunda categoría. “Cada uno de nosotros, aunque sea a solas y sin testigos, debe sentirse vigilado por el respeto moral y debe sentir vergüenza de violar este respeto”, escribió en 1944 Alfonso Reyes, un texto que -por cierto- originalmente fue titulado “Lecciones de moral para la cartilla alfabética” y que en diferentes etapas de la vida pública del país ha causado controversia, no solo en estos momentos.

Dogma es seguir algo sin chistar porque se considera palabra divina. El periodismo, al igual que la docencia, se encuentra empantanado justo porque nadie se atreve, ya no digamos a modificar algunas reglas de operación, sino siquiera a cuestionarlas so pena de terminar aislados por el resto del grupo considerándolos herejes. Son dogmáticos por temerosos y en un ambiente así difícilmente se puede evolucionar o de acuerdo a su etimología, cambiar de página al libro.

Abstención debe usarse en una situación en la que alguien, tras ponderar la cosa, decide no actuar por sentirse incapaz. No debe confundirse con inasistencia o desinterés porque no son sinónimos. Innovar es darle una manita de gato a algo usado. La palabra es bella, bendita y potencialmente aleccionadora.