/ miércoles 13 de abril de 2022

EL MURO

AMLOnely

El Presidente está convertido en un solitario rodeado de cortesanos lambiscones, eso sí, con el cariño de muchos a lo largo del país, aunque no tantos como él suponía. Necesita ayuda urgente para corregir, sin embargo no se ven valientes, capaces de ayudarlo en el reto.

A pesar de ser necesario advertir de los errores, primordialmente por el bien del propio titular, ya no digamos de sus gobernados, señalarle al poderoso que está equivocado es un riesgo tan grande que muy pocos en la historia se han atrevido a asumirlo, so pena de ser despedidos.

Captura pantalla

En las dinastías chinas los asesores encontraron formas ingeniosas de advertir a los emperadores de sus traspiés. En la elaboración de las crónicas sobre los hechos ocurridos solían incluir un apartado acerca de cosas inusuales, ahí aparecían la descripción de eventos insólitos, por ejemplo aves volando hacia atrás u ovejas de dos cabezas.

Las advertencias no debían ser tan indirectas para no ser notadas, ni mucho menos directas como para ofender al jerarca. Por eso las metáforas resultaron ser eficaces al momento de abrir los ojos del gobernante, quien al final entendía a su modo, que sus acciones imprecisas estaban desequilibrando al universo (“Libro de la antigua Han”, disponible en la red).

A nadie conviene un Presidente cometiendo errores frecuentes, primordialmente porque debilita gradualmente la investidura del titular del Poder Ejecutivo, que de por sí viene de dos sexenios bastante polémicos. Contrario a la creencia intuitiva, el desgaste del actual no se la pone más fácil al próximo, al contrario, cada día será más complicado recuperar el respeto, a menos que decidan castigar a quien ofenda la figura gubernativa.

Los errores, los excesos o las omisiones del jefe del Ejecutivo igual terminan por dañar a la oposición por una simple razón: En lugar de dedicar tiempo para explorar alternativas prácticas para mejorar, las cuales puedan presentar al electorado, o bien, aplicarlas en las ciudades donde gobiernan, los opositores carroñeros se la pasan un día sí y el otro también, atacando al hombre, como si eso fuera suficiente, no solo para acceder al poder, sino para cambiar lo que tanto critican.

Por extraño que parezca, mientras la partidocracia sea el único camino para llegar a gobernar, a todos, hasta a los desinteresados, nos conviene una oposición robusta, un régimen sólido, con un partido hoy en el poder, que perdure como institución política aunque pierda elecciones. Así que haciendo a un lado el engañoso resultado de la consulta, ojalá veamos a un valiente, capaz de decir la verdad a AMLO: La receta con la que fabricó el culto a su personalidad, ha dejado de funcionar, así que es tiempo de innovar, ya que de seguir de la misma forma, o bien si se radicaliza, debería resignarse a perder.

vicmarcen09@gmail.com

AMLOnely

El Presidente está convertido en un solitario rodeado de cortesanos lambiscones, eso sí, con el cariño de muchos a lo largo del país, aunque no tantos como él suponía. Necesita ayuda urgente para corregir, sin embargo no se ven valientes, capaces de ayudarlo en el reto.

A pesar de ser necesario advertir de los errores, primordialmente por el bien del propio titular, ya no digamos de sus gobernados, señalarle al poderoso que está equivocado es un riesgo tan grande que muy pocos en la historia se han atrevido a asumirlo, so pena de ser despedidos.

Captura pantalla

En las dinastías chinas los asesores encontraron formas ingeniosas de advertir a los emperadores de sus traspiés. En la elaboración de las crónicas sobre los hechos ocurridos solían incluir un apartado acerca de cosas inusuales, ahí aparecían la descripción de eventos insólitos, por ejemplo aves volando hacia atrás u ovejas de dos cabezas.

Las advertencias no debían ser tan indirectas para no ser notadas, ni mucho menos directas como para ofender al jerarca. Por eso las metáforas resultaron ser eficaces al momento de abrir los ojos del gobernante, quien al final entendía a su modo, que sus acciones imprecisas estaban desequilibrando al universo (“Libro de la antigua Han”, disponible en la red).

A nadie conviene un Presidente cometiendo errores frecuentes, primordialmente porque debilita gradualmente la investidura del titular del Poder Ejecutivo, que de por sí viene de dos sexenios bastante polémicos. Contrario a la creencia intuitiva, el desgaste del actual no se la pone más fácil al próximo, al contrario, cada día será más complicado recuperar el respeto, a menos que decidan castigar a quien ofenda la figura gubernativa.

Los errores, los excesos o las omisiones del jefe del Ejecutivo igual terminan por dañar a la oposición por una simple razón: En lugar de dedicar tiempo para explorar alternativas prácticas para mejorar, las cuales puedan presentar al electorado, o bien, aplicarlas en las ciudades donde gobiernan, los opositores carroñeros se la pasan un día sí y el otro también, atacando al hombre, como si eso fuera suficiente, no solo para acceder al poder, sino para cambiar lo que tanto critican.

Por extraño que parezca, mientras la partidocracia sea el único camino para llegar a gobernar, a todos, hasta a los desinteresados, nos conviene una oposición robusta, un régimen sólido, con un partido hoy en el poder, que perdure como institución política aunque pierda elecciones. Así que haciendo a un lado el engañoso resultado de la consulta, ojalá veamos a un valiente, capaz de decir la verdad a AMLO: La receta con la que fabricó el culto a su personalidad, ha dejado de funcionar, así que es tiempo de innovar, ya que de seguir de la misma forma, o bien si se radicaliza, debería resignarse a perder.

vicmarcen09@gmail.com