/ miércoles 7 de febrero de 2024

El Muro | Políticos inmaduros

En Baja California nos gobierna la inmadurez en forma de políticos jóvenes, impulsivos e inconsistentes.

La ciencia entiende por madurez tanto la cantidad como la complejidad de acciones cognitivas en un momento difícil (“The developments of defense mechanisms…”). En otras palabras, cuánto tiempo la piensas o te controlas antes de manifestar una reacción, así como la manera en la cual actúas.

Existen dos vías por las cuales la mente se protege al detectar malestares emocionales, similar a cómo el cuerpo utiliza el sistema inmunológico para defenderse de enfermedades: En la básica e inmadura, la persona tiende a negar o a distorsionar la realidad (“Change in coping and defense mechanisms…”), mientras en la madurez, las emociones son reguladas conscientemente (“Age differences in every day problem…”).

“Observamos madurez en (…) la capacidad de reflexionar con objetividad sobre nuestros procesos; autorregularnos, poner nuestros recursos (…) al servicio de los objetivos a largo plazo; ver más allá del interés propio” (“Psychological inmaturity threatens…”).

En la entidad tenemos una alcaldesa amante de hacer públicas sus diferencias con periodistas, hasta el grado de discutir en redes sociales con ellos sin importarle las repercusiones. También hay políticas que culpan a sus funcionarios durante transmisiones en vivo por asuntos que la propia gobernante pudo haber resuelto por su cuenta.

Estos son solo dos ejemplos recientes. Sin embargo, han venido ocurriendo al menos en los últimos diez años y en casi la totalidad de los políticos en puestos de elección popular. Son inconsistentes porque sus actuaciones son un vaivén. Durante un tiempo mantienen comportamientos sensatos, sin meterse en problemas, pero de repente, de buenas a primeras, opinan, cometen una imprudencia que rompe la armonía operativa. Se pegan balazos en los pies con singular alegría, sin consecuencias para ellos. Algunos políticos piden disculpas; otros ni siquiera eso se dignan a hacer.

¿El tiempo cura la inmadurez? Sí, la edad es determinante para superar los problemas con amabilidad, respetando las reglas, anteponiendo los sentimientos del prójimo. Entre más edad, menos impulsividad existe (“The growing evidence for personality change…”). Pero también en algunos estudios se ha encontrado una correlación entre alto cociente intelectual y actos maduros, esto quiere decir que no solo es el paso de los años, sino la capacidad cognitiva con la cual la persona ha nacido, lo que puede potenciar al ser humano empático.

Mail to: vicmarcen09@gmail.com

En Baja California nos gobierna la inmadurez en forma de políticos jóvenes, impulsivos e inconsistentes.

La ciencia entiende por madurez tanto la cantidad como la complejidad de acciones cognitivas en un momento difícil (“The developments of defense mechanisms…”). En otras palabras, cuánto tiempo la piensas o te controlas antes de manifestar una reacción, así como la manera en la cual actúas.

Existen dos vías por las cuales la mente se protege al detectar malestares emocionales, similar a cómo el cuerpo utiliza el sistema inmunológico para defenderse de enfermedades: En la básica e inmadura, la persona tiende a negar o a distorsionar la realidad (“Change in coping and defense mechanisms…”), mientras en la madurez, las emociones son reguladas conscientemente (“Age differences in every day problem…”).

“Observamos madurez en (…) la capacidad de reflexionar con objetividad sobre nuestros procesos; autorregularnos, poner nuestros recursos (…) al servicio de los objetivos a largo plazo; ver más allá del interés propio” (“Psychological inmaturity threatens…”).

En la entidad tenemos una alcaldesa amante de hacer públicas sus diferencias con periodistas, hasta el grado de discutir en redes sociales con ellos sin importarle las repercusiones. También hay políticas que culpan a sus funcionarios durante transmisiones en vivo por asuntos que la propia gobernante pudo haber resuelto por su cuenta.

Estos son solo dos ejemplos recientes. Sin embargo, han venido ocurriendo al menos en los últimos diez años y en casi la totalidad de los políticos en puestos de elección popular. Son inconsistentes porque sus actuaciones son un vaivén. Durante un tiempo mantienen comportamientos sensatos, sin meterse en problemas, pero de repente, de buenas a primeras, opinan, cometen una imprudencia que rompe la armonía operativa. Se pegan balazos en los pies con singular alegría, sin consecuencias para ellos. Algunos políticos piden disculpas; otros ni siquiera eso se dignan a hacer.

¿El tiempo cura la inmadurez? Sí, la edad es determinante para superar los problemas con amabilidad, respetando las reglas, anteponiendo los sentimientos del prójimo. Entre más edad, menos impulsividad existe (“The growing evidence for personality change…”). Pero también en algunos estudios se ha encontrado una correlación entre alto cociente intelectual y actos maduros, esto quiere decir que no solo es el paso de los años, sino la capacidad cognitiva con la cual la persona ha nacido, lo que puede potenciar al ser humano empático.

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