/ miércoles 27 de mayo de 2020

Héroes

EL MURO

Sus actos van contra toda lógica de supervivencia y autoprotección. Enfermeros, doctoras, asistentes, personal de limpieza, socorristas, policías, bomberos, todos quienes conforman el equipo que combate al virus, arriesgan su vida por gente que no conocen. Por lo tanto deben ser considerados héroes.

Y un héroe puede tener miedo y aun así seguir siendo un valiente; puede flaquear con justa razón porque sabe que su integridad corre un peligro adicional al que normalmente está acostumbrado, pero existe un fin mayor por el que lucha: Salvar a muchos de la muerte.

Todo el que atraviesa por una situación extrema calcula riesgos y decide detenerse cuando descubre que el porcentaje de perecer es significativo. Cuando hay imposición o fanatismo, el sacrificio personal se cumple a pesar de eso, pero no está exento de temores. Existe evidencia documentada de que los terroristas sufren ansiedad durante todo el proceso. La imagen romántica del kamikaze japonés que estoico se inmola en nombre de la patria es un mito.

Así que alguien que de entrada decide enfrentar su responsabilidad por las razones que sean, por obligación, por piedad hacia el prójimo, vocación, es digno de reconocimiento ya que bien pudo tomar otros caminos para la evasión tales como ausentarse, pedir vacaciones, renunciar, fingir otras ocupaciones y eso sería lo normal, eso sí que estaría acorde a nuestra lógica de supervivencia y cuidado de los nuestros, máxime cuando algunos compañeros laborales ya han fallecido cumpliendo el deber.

Todos los integrantes de ese gran equipo son seres humanos expuestos a largas y estresantes jornadas de trabajo que vulneran su sistema inmunológico, a la reducción de días de descanso, quienes además de estar alertas para cumplir con su tarea sin errores, tienen una responsabilidad en su hogar. Un día sin ir a trabajar para estar cerca de su familia representa un golpe a su economía, pero de igual forma un daño potencial en la salud de un enfermo y una mancha en su expediente laboral.

A pesar del mal evidente, la experiencia de la pandemia puede ser aprovechada para extender el sentimiento de empatía hacia el dolor físico, algo que entiende muy bien la gente del sector Salud porque es parte de su labor cotidiana, pero también para el dolor social, es decir, comprender con la misma intensidad como si el daño fuera propio, el sufrimiento ajeno a causa del rechazo. Estudios científicos demuestran que el cerebro activa en quien escucha empáticamente las áreas relacionadas con el dolor.

El heroísmo no es genéticamente heredable, el heroísmo es aprendido, así que cada desafortunada pérdida humana a causa del coronavirus, cada persona que se recupera, son lecciones para los médicos, que a su vez otorgan beneficios comunitarios. Son las lecciones que están recibiendo a la distancia los hijos de las policías, de los enfermeros, de la persona que mantiene limpia las instalaciones y son las mismas lecciones que están disponibles para todos los cachanillas. Gracias.

instalaciones y son las mismas lecciones que están disponibles para todos los cachanillas. Gracias.

vicmarcen09@gmail.com