/ miércoles 29 de abril de 2020

Prensa timorata…

EL MURO

El titular de Salud advirtió desde el domingo que el lunes 27 iniciaría la etapa de máximo contagio del coronavirus. La prensa sin chistar lo compartió y el público en redes sociales ironizó, con esa viveza que le hace falta al periodismo: El virus descansa los fines de semana y arranca formalmente labores los lunes.

La posición ciudadana tiene validez porque mucho más allá del tino humorístico, brinda elementos que nadie en la prensa formalmente se cuestiona. Si se revisan las notas de todos los medios (elaboradas con la información ofrecida en la comunicación matutina gubernamental), no queda claro el motivo por el cual ésta sí es la semana clave y no las anteriores que también habían sido anunciadas como las de más alto impacto. Información incompleta da razones para la desconfianza ciudadana.

La pandemia nos agarró a todos por sorpresa, aunque en el caso de la autoridad no debió haber sido de esa forma porque ellos deben estar siempre listos para cualquier eventualidad por extrema que sea, pero son políticos y a esos no les ganas una, por lo tanto no nos vamos a ocupar de ellos. Así que es de entenderse la posición cauta (que parece timorata) de la prensa por evitar involucrarse en asuntos que no son de su dominio.

Dogmática, sin pizca de curiosidad intelectual para entender el fenómeno, fuera de su zona de confort, de las notas sobre grilla política, de la “declaracionitis”, la prensa se vio anonadada y no ha sabido cómo reaccionar en ésta que es su gran oportunidad para lucir sus cualidades y de esa forma servir a la comunidad, por eso evita elaborar proyecciones por cuenta propia, lo cual ha terminado por dar pie al fortalecimiento del rumor, de las paparruchas, las fake news, de la infodemia (consumo enfermizo de noticias).

La prensa local debió decirnos entre otras muchas cosas (con un trabajo de investigación documental realizado por ellos porque sobra gente con talento, no con entrevistas dispares con profesionistas no necesariamente entendedores del fenómeno) desde enero, todos los días, qué es un virus, cómo se comporta, por qué razón la contingencia ha sido el único método eficaz para el control desde hace más de un siglo, incluso por encima de las vacunas que son lentas en aparecer; por qué razón no deberíamos tener miedo, sino precaución, cómo se generan los contagios, proyecciones matemáticas. En fin, un trabajo bien organizado, sistemático que incluyera a todas las empresas y medios informativos, porque la ocasión lo amerita.

Siempre un paso atrás, la prensa se vio abrumada por la inmensa oferta de opciones seudo informativas disponibles por doquier, siendo casi todas, por no decir que todas, falsedades, pero no culpen al ciudadano por rellenar vacíos informativos, culpen a quién no ha sabido qué hacer. En un sano ejercicio de introspección, seguramente habrá quienes entendieron en qué fallaron, pero sobre todo sabrán cómo estar listos para lo siguiente que nos llegará, algo como un terremoto, para lo cual tampoco estamos preparados, aunque deberíamos.

vicmarcen09@gmail.com


EL MURO

El titular de Salud advirtió desde el domingo que el lunes 27 iniciaría la etapa de máximo contagio del coronavirus. La prensa sin chistar lo compartió y el público en redes sociales ironizó, con esa viveza que le hace falta al periodismo: El virus descansa los fines de semana y arranca formalmente labores los lunes.

La posición ciudadana tiene validez porque mucho más allá del tino humorístico, brinda elementos que nadie en la prensa formalmente se cuestiona. Si se revisan las notas de todos los medios (elaboradas con la información ofrecida en la comunicación matutina gubernamental), no queda claro el motivo por el cual ésta sí es la semana clave y no las anteriores que también habían sido anunciadas como las de más alto impacto. Información incompleta da razones para la desconfianza ciudadana.

La pandemia nos agarró a todos por sorpresa, aunque en el caso de la autoridad no debió haber sido de esa forma porque ellos deben estar siempre listos para cualquier eventualidad por extrema que sea, pero son políticos y a esos no les ganas una, por lo tanto no nos vamos a ocupar de ellos. Así que es de entenderse la posición cauta (que parece timorata) de la prensa por evitar involucrarse en asuntos que no son de su dominio.

Dogmática, sin pizca de curiosidad intelectual para entender el fenómeno, fuera de su zona de confort, de las notas sobre grilla política, de la “declaracionitis”, la prensa se vio anonadada y no ha sabido cómo reaccionar en ésta que es su gran oportunidad para lucir sus cualidades y de esa forma servir a la comunidad, por eso evita elaborar proyecciones por cuenta propia, lo cual ha terminado por dar pie al fortalecimiento del rumor, de las paparruchas, las fake news, de la infodemia (consumo enfermizo de noticias).

La prensa local debió decirnos entre otras muchas cosas (con un trabajo de investigación documental realizado por ellos porque sobra gente con talento, no con entrevistas dispares con profesionistas no necesariamente entendedores del fenómeno) desde enero, todos los días, qué es un virus, cómo se comporta, por qué razón la contingencia ha sido el único método eficaz para el control desde hace más de un siglo, incluso por encima de las vacunas que son lentas en aparecer; por qué razón no deberíamos tener miedo, sino precaución, cómo se generan los contagios, proyecciones matemáticas. En fin, un trabajo bien organizado, sistemático que incluyera a todas las empresas y medios informativos, porque la ocasión lo amerita.

Siempre un paso atrás, la prensa se vio abrumada por la inmensa oferta de opciones seudo informativas disponibles por doquier, siendo casi todas, por no decir que todas, falsedades, pero no culpen al ciudadano por rellenar vacíos informativos, culpen a quién no ha sabido qué hacer. En un sano ejercicio de introspección, seguramente habrá quienes entendieron en qué fallaron, pero sobre todo sabrán cómo estar listos para lo siguiente que nos llegará, algo como un terremoto, para lo cual tampoco estamos preparados, aunque deberíamos.

vicmarcen09@gmail.com